Las dudas de los economistas
Expertos defienden que prohibir el d¨¦ficit por norma es cuanto menos discutible Esperan que el Gobierno explique la "letra peque?a" de la reforma constitucional
¡°La regla cl¨¢sica del d¨¦ficit cero provoc¨® la Gran Depresi¨®n¡±. Jos¨¦ Carlos D¨ªez, economista jefe de la sociedad de valores Intermoney, ha recibido con ciertas reservas el anuncio del Gobierno de imponer un cors¨¦ permanente al gasto p¨²blico en Espa?a. Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero quiere que ¡°todas las Administraciones¡± tengan prohibido gastar m¨¢s de lo que ingresan. Y los expertos consultados, aplaudan o no la propuesta, recuerdan entonces a Keynes¡
El profesor ingl¨¦s public¨® en 1936 el libro Teor¨ªa general del empleo, el inter¨¦s y el dinero. ¡°Viaj¨® por Estados Unidos, vio la Gran Depresi¨®n¡ ?Y se carg¨® el paradigma del d¨¦ficit cero!¡±, rememora el economista jefe de Intermoney. Keynes desafi¨® la tradici¨®n: en ciertas situaciones, en vez de ahorrar, el Estado debe incrementar los gastos para impulsar el empleo y los ingresos de las administraciones.
El Gobierno negocia con el Partido Popular limitar la aplicaci¨®n de la idea keynesiana. Las Administraciones tendr¨¢n prohibido gastar m¨¢s de lo que ingresan. Por ley.
La mayor¨ªa de los expertos consultados plantean sus dudas. Coinciden en que prohibir el d¨¦ficit por norma es cuanto menos discutible. No hay consenso sobre si resulta id¨®neo o no registrar p¨¦rdidas en determinados ejercicios para recuperarlas en el futuro.
Daniel Pingarr¨®n, estratega de mercado del operador IG Markets, considera que en caso de aprobarse la reforma el Estado ¡°perder¨¢ una herramienta econ¨®mica¡±: la capacidad de aumentar el d¨¦ficit como inversi¨®n de futuro, tal y como recomend¨® Keynes. ¡°El sacrificio ser¨¢ una obligaci¨®n¡±, adelanta. ¡°Para recortar no hay muchas m¨¢s alternativas que reducir pensiones y sueldos de funcionarios y recortar los gastos sanitarios¡±, expone. ¡°Y al final, si hay que reducir el d¨¦ficit y el Gobierno decide rebajar obra p¨²blica, se perder¨¢ empleo p¨²blico que en el futuro podr¨ªa dar riqueza¡±.
Pingarr¨®n recuerda que ¡°nadie se pone de acuerdo¡± en la validez o no de las pol¨ªticas de d¨¦ficit. ¡°No hay una confirmaci¨®n cient¨ªfica¡±. En los ¨²ltimos a?os, siguiendo la estela de la tradici¨®n keynesiana, los premios nobeles de Econom¨ªa Paul Krugman y Joseph Stiglitz han defendido que el Estado puede gastar m¨¢s de lo que ingresa. ¡°Pero hay otros nobeles que dicen justo lo contrario¡±, explica el experto. ¡°Lo que tengo claro es que esta reforma constitucional supone, sobre todo, una limitaci¨®n a los gobiernos de izquierdas¡±.
Como otros analistas, este economista advierte detr¨¢s del proyecto la ¡°presi¨®n¡± de la Uni¨®n Europea. ¡°A Alemania le interesa que demos una imagen de solvencia. Y si el Gobierno de Espa?a no atiende a la petici¨®n y acabamos en rescate, ?qu¨¦ pasar¨¢ entonces? La Uni¨®n podr¨ªa negarse a ayudarnos por no haber cumplido. En 2007, Espa?a tuvo super¨¢vit; y Alemania y Francia, d¨¦ficit. Zapatero sugiri¨® que se impusieran sanciones (para los pa¨ªses que no respetaban el Pacto de Estabilidad de la UE, que fija el tope del 3% del producto interior bruto). Si le hubieran hecho caso, Espa?a tendr¨ªa que pagar ahora sanciones importantes¡±.
"La reforma se present¨® apresuradamente", dice Rodr¨ªguez Tejedo, de la Universidad de Navarra
La vicepresidenta Elena Salgado ha explicado que la reforma constitucional se materializar¨¢ en 2018 o 2020, cuando la crisis econ¨®mica haya amainado. ¡°Es imposible hacer previsiones a tan largo plazo¡±, replica Pingarr¨®n. ¡°La recaudaci¨®n del Estado ni ha aumentado ni est¨¢ previsto que lo haga a corto y medio plazo. Tampoco se ven mejor¨ªas en el empleo. Para asegurar el d¨¦ficit cero ser¨¢ necesario recortar gastos y hacer sacrificios¡±.
El plan de Zapatero se inspira en el ejemplo alem¨¢n. El pa¨ªs germano reform¨® en 2009 los art¨ªculos 109 y 115 de su Ley Fundamental para incluir un d¨¦ficit tope del 0,35% del PIB anual nominal. La modificaci¨®n incluye tambi¨¦n excepciones: ¡°momentos de expansi¨®n econ¨®mica y recesi¨®n¡±, casos de ¡°cat¨¢strofes naturales¡± y ¡°situaciones extraordinarias de emergencia que escapen del control del Estado¡±.
Isabel Rodr¨ªguez Tejedo, profesora de Econom¨ªa en la Universidad de Navarra, considera que el alcance de la reforma no se podr¨¢ advertir hasta que se lea la ¡°letra peque?a¡±. Sobre todo, porque es ¡°bien distinto¡± que el cors¨¦ se establezca sobre un ejercicio que sobre un ciclo de varios. La primera f¨®rmula no da tanto ¡°margen¡± a los pol¨ªticos. La segunda, en cambio, s¨ª, ya los gestores podr¨ªan jugar con el d¨¦ficit y el super¨¢vit de varios presupuestos para que la cuenta total d¨¦ positivo.
"Todos gastan en fases recesivas pero luego nadie ahorra", lamenta D¨ªez, economista jefe de Intermoney
¡°Yo dir¨ªa que la propuesta ha sido presentada de forma apresurada¡±, agrega la docente. ¡°Parece un anuncio de buenas intenciones que por s¨ª solo no est¨¢ mal. Luego tendremos que observar el desarrollo normativo. Pong¨¢monos en la peor circunstancia: cuando hay crisis, ?vamos a dejar que los desempleados se queden sin ingresos y abandonar el sistema de salud? Si es as¨ª, todos desearemos que se salten la norma. Y si el ciclo econ¨®mico es bueno, ?con qu¨¦ cara le dir¨¢ un pol¨ªtico a un ciudadano que no hay dinero para determinados gastos sociales?¡±.
Rodr¨ªguez Tejedo considera que si la reforma se limita a acotar el d¨¦ficit ¡°no ser¨¢ un buen instrumento¡±. ¡°No basta con poner un l¨ªmite¡±, opina. ¡°En Estados Unidos hay buenos ejemplos que nos podr¨ªan servir de referencia. Cuando se gasta m¨¢s, se pregunta a la ciudadan¨ªa o a sus representantes si est¨¢n de acuerdo y si aceptan que se bajen otras partidas (para recuperar ingresos)¡±.
La clave radica en gestionar bien los ¡°a?os de bonanza¡±, expone Rodr¨ªguez. Es decir, en reducir los gastos ¡°a favor del ahorro¡± durante esas etapas. ¡°En EE UU lo llaman fondos para los d¨ªas lluviosos¡± explica. ¡°O de forma oficial, fondos de estabilizaci¨®n presupuestaria¡±.
"El Estado perder¨¢ una herramienta", opina Daniel Pingarr¨®n, estratega de mercado
Jos¨¦ Carlos D¨ªez coincide con la profesora. Prefiere que el l¨ªmite se establezca sobre el d¨¦ficit estructural, es decir, el de varios ejercicios, que sobre el anual. Tambi¨¦n que se obligue a ¡°ahorrar en los a?os buenos¡±. ¡°Todos gastan en fases recesivas, pero luego, cuando la situaci¨®n mejora, nadie ahorra¡±, asegura el economista jefe de Intermoney. ¡°A Ulises le dijeron que los c¨¢nticos de las sirenas eran una trampa y le acercar¨ªan peligrosamente a la costa. As¨ª que se at¨® un m¨¢stil. Si ¨¦l pod¨ªa caer en la tentaci¨®n, ?c¨®mo no va a caer un pol¨ªtico cuando ve que la econom¨ªa va bien?¡±.
El director de An¨¢lisis Econ¨®mico del IE Business School, Rafael Pampill¨®n, aplaude la reforma ¡°si sirve para resolver el problema de la confianza de los mercados¡±. ¡°Desgraciadamente, estamos en sus manos¡±, admite. ¡°Si les decimos que no vamos a tener d¨¦ficit, sabr¨¢n que pagaremos nuestras deudas. Y eso ser¨¢ positivo para el pa¨ªs¡±.
El economista cree que Espa?a ¡°debe hacer lo que hace el resto¡±. Como Gran Breta?a y Francia, Espa?a ¡°debe reducir el gasto¡±. ¡°Es una necesidad imperiosa. Si no nos subimos a su mismo carro, seremos el pa¨ªs retrasado y los mercados nos castigar¨¢n (con subidas en la prima de riesgo que har¨¢n la deuda m¨¢s costosa, por ejemplo). Los mercados deben percibir que se est¨¢ poniendo orden. ?Si vivimos en un pa¨ªs en el que no se sabe cu¨¢ntos coches oficiales hay!¡±.
"Es una barbaridad . Limita in¨²tilmente la acci¨®n del Gobierno", critica el catedr¨¢tico Torres L¨®pez
El experto cree que ha quedado probado en el siglo XXI que las ideas keynesianas han sido ¡°un lastre¡± para salir de la crisis. ¡°Muchos pensamos que Keynes, que era un tipo muy listo, un genio, y que sac¨® a Estados Unidos de la Depresi¨®n, ya no ser¨ªa keynesiano¡±, sentencia.
Juan Torres L¨®pez, catedr¨¢tico de Econom¨ªa Aplicada de la Universidad de Sevilla, disiente. ¡°El plan de reforma es una barbaridad pol¨ªtica, econ¨®mica y constitucional¡±, sostiene el profesor, autor de un cap¨ªtulo del libro Reacciona. En su portada, la obra llama a ¡°actuar frente a la crisis econ¨®mica¡±.
Torres L¨®pez considera que la propuesta ¡°limitar¨¢ in¨²tilmente la acci¨®n del Gobierno¡±. ¡°Equivale a conducir un coche por una carretera llena de curvas sin posibilidad de mover el volante¡±, compara. El profesor cree que los ¡°neoliberales¡± ganar¨¢n ¡°una batalla m¨¢s¡± si el Congreso aprueba la reforma. ¡°No hay pa¨ªs en la historia, salvo los que tienen grandes recursos naturales, que haya tenido futuro sin endeudarse. Es imposible. Eso que dicen algunos que para repartir la tarta debe primero estar hecha est¨¢ bien para la reposter¨ªa, no para la econom¨ªa¡±, apostilla.
El catedr¨¢tico lamenta que Gobierno y Partido Popular quieran ¡°constitucionalizar¡± el ¡°d¨¦ficit cero¡± ya que, en la pr¨¢ctica, supone ¡°dar por buena una perspectiva ideol¨®gica". ¡°La pol¨ªtica econ¨®mica no ha demostrado que el d¨¦ficit cero sea lo mejor. No hay evidencias cient¨ªficas. Cuando se carece de un sistema educativo potente, de centros de investigaci¨®n, de infraestructuras¡ es absurdo tener super¨¢vit y no endeudarse. Perdona que insista: poner una direcci¨®n fija es absurdo. La econom¨ªa no funciona as¨ª¡±.
-?Se han olvidado entonces el Gobierno y la oposici¨®n de Keynes?
-De Keynes y del sentido com¨²n.
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