Condenados a la atenci¨®n privada o a la beneficencia

Llevan fuera del sistema seis a?os, desde que el Gobierno de Mariano Rajoy anunci¨® su exclusi¨®n del sistema sanitario con un decreto. Y este viernes, con el anuncio de que la sanidad universal ser¨¢ restituida en seis semanas, muchos de ellos estallaban de alegr¨ªa.

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Una de ellos es Cristina (nombre ficticio), colombiana de 31 a?os que lleva casi tres en Espa?a. Sin papeles, pag¨® durante meses un seguro de salud privado, pero cuando se qued¨® sin trabajo y, por tanto, sin medios para seguir pag¨¢ndolo, acudi¨® embarazada de ocho meses a un centro de salud en Madrid. El decreto de 2012 garantizaba, adem¨¢s de la atenci¨®n de urgencias y de menores de edad, la asistencia al embarazo, parto y postparto. Pero Cristina asegura que se encontr¨® con las puertas cerradas: en el centro le exig¨ªan su empadronamiento, que estaba en tr¨¢mites. ¡°Dije que no pod¨ªa esperar m¨¢s porque estaba ya de casi 34 semanas y necesitaba atenci¨®n, pero me dec¨ªan que no era posible, que antes ten¨ªa que traer la documentaci¨®n¡±. Un miembro de la ONG M¨¦dicos del Mundo llam¨® entonces a la administraci¨®n del centro y lanz¨® una advertencia: ten¨ªa derecho a ser atendida y, si no lo hac¨ªan, se ver¨ªan obligados a denunciar. ¡°La persona que me atendi¨® no tuvo coraz¨®n, y no se tom¨® la molestia de investigar. ?Si luego solo tardaron cinco minutos en registrarme!¡±, dice Cristina. Desde abril, eso s¨ª, vuelve a estar sin cobertura.

En M¨¦dicos del Mundo este viernes algunos celebraban el anuncio del Gobierno con cava. Organizaciones como esta han funcionado durante los ¨²ltimos a?os como mediadores entre inmigrantes y centros de salud, explicando la normativa a trabajadores de Administraci¨®n, buscando interpretaciones del Real Decreto, contactando con m¨¦dicos objetores y, cuando era necesario, atendiendo o proporcionando medicinas -el decreto introdujo tambi¨¦n los copagos farmac¨¦uticos-. Es el caso de Marta (nombre ficticio), peruana, que lleva 10 a?os en Espa?a y tiene los papeles en regla. A su nieto menor de edad, que sufre problemas graves de salud, le pusieron problemas para conseguir los medicamentos que necesitaba con urgencia. Solo ha conseguido resolverlo con ayuda de las ONGs. Ahora se gasta unos 50 euros al mes pagando el 40% del precio total de las medicinas.

Algunos reciben la noticia con desconfianza. Como Vielma, de 62 a?os de edad, emigrante retornada de Cuba -con pasaporte espa?ol- a la que, antes de acabar sus tr¨¢mites de ciudadan¨ªa y obtener su DNI, le dieron dolores abdominales fort¨ªsimos. Fue a Urgencias del hospital m¨¢s cercano y tuvo que ser ingresada e intervenida. Dos meses despu¨¦s de recibir el alta le lleg¨® una factura a casa: 40.800 euros. Est¨¢ intentando recurrirla y, al tel¨¦fono, se echa a llorar, desesperada: ¡°?De d¨®nde voy a sacar yo ese dinero?¡±.

El temor a ir al m¨¦dico, por la situaci¨®n irregular o por el miedo a una factura imposible de asumir, han tenido un papel vital durante estos seis a?os, insisten las organizaciones. El estudio de la Universidad Pompeu Fabra de este a?o que detecta de un incremento del 15% de mortalidad entre la poblaci¨®n inmigrante alerta, tambi¨¦n, que los efectos de la reforma de 2012 son especialmente preocupantes en el caso de muertes por causas evitables, como algunos tipos de c¨¢ncer.