La otra exhumaci¨®n de Franco: el rescate de los papeles del dictador
Ninguno de los Gobiernos en democracia ha reclamado los cerca de 27.500 documentos sobre la actividad pol¨ªtica que gener¨® el dictador conservados en la fundaci¨®n dedicada a enaltecer su figura
"No les pertenecen¡±. Al historiador Antonio Cazorla le parec¨ªa ¡°muy extra?o¡± tener que consultar documentos p¨²blicos ¡°en una fundaci¨®n de extrema derecha¡±. Autor de Franco. Biograf¨ªa del mito (Alianza) y de Cartas a Franco de los espa?oles de a pie (RBA), suele visitar la Fundaci¨®n Nacional Francisco Franco (FNFF) para peinar la que est¨¢ considerada como fuente esencial para el estudio de la gesti¨®n pol¨ªtica del Gobierno franquista.
La mayor parte de la documentaci¨®n producida por Francisco Franco como jefe de Estado se encuentra en el Archivo General de Palacio, donde hay acceso libre a las casi 4.000 cajas sobre sus funciones civiles. En el Archivo General Militar de ?vila se conservan 236 cajas de sus decisiones militares. El archivo de la cuestionada fundaci¨®n de la familia del dictador ata?e al ¨¢rea pol¨ªtica de su Gobierno y comprende registros producidos por el Alto Estado Mayor, el Ministerio de Asuntos Exteriores, la Presidencia del Gobierno o el Ministerio de la Gobernaci¨®n, hasta el nombramiento de Carrero Blanco como presidente, en 1973. Son cerca de 27.500 documentos y se custodian en el chal¨¦ de la calle de Concha Espina de Madrid, propiedad de la familia Franco y ?sede de la FNFF. All¨ª, la consulta de los documentos tambi¨¦n es libre, pero para el historiador almeriense la situaci¨®n es una ¡°anomal¨ªa democr¨¢tica¡±. No entiende c¨®mo es posible que una fuente de informaci¨®n pol¨ªtica del franquismo de esta ¨ªndole se encuentre en poder de una fundaci¨®n privada, amenazada de cierre por el Gobierno de Pedro S¨¢nchez por enaltecimiento del dictador.
Nadie sabe c¨®mo ni cu¨¢ndo fueron llevados los papeles a la casa de la viuda del dictador
Durante cuatro d¨¦cadas los historiadores han calificado esta situaci¨®n como un ¡°esc¨¢ndalo incomprensible y siniestro¡±, que responde a la tradici¨®n de los altos cargos espa?oles de llevarse papeles p¨²blicos a casa. ¡°No tiene ni pies ni cabeza. All¨ª est¨¢s rodeado de viejos falangistas y esto no es el archivo de la Falange¡±, cuenta Cazorla, investigador y profesor en la Trent University de Ontario (Canad¨¢) hace m¨¢s de una d¨¦cada, donde ejerce como catedr¨¢tico de Historia Contempor¨¢nea de Europa. ¡°?Qu¨¦ garant¨ªas tenemos de objetividad en la conservaci¨®n, acceso y difusi¨®n del archivo? Ninguna¡±, afirma. ¡°Debemos recuperarlo, porque es nuestro¡±.
Son m¨¢s de 100.000 p¨¢ginas ¡ªrecogidas en 338 carpetas y 230 rollos microfilmados¡ª que fueron llevadas, no se sabe c¨®mo ni exactamente cu¨¢ndo, al hogar de la viuda del dictador, Carmen Polo. Ella las entreg¨® a la fundaci¨®n creada en 1976 y presidida por su hija, Carmen Franco, hasta su muerte el a?o pasado.
Guirao tiene la palabra
La FNFF tiene en este archivo su principal activo para cumplir con su objetivo estatutario: ¡°Difundir el conocimiento de Francisco Franco, su dimensi¨®n humana y pol¨ªtica¡±. Sin los papeles, quedar¨ªa descapitalizada. Pero nunca, ning¨²n Gobierno dem¨®crata, ha reclamado el fondo.
Este peri¨®dico ha tratado de saber si a lo largo de la actual legislatura el Ministerio de Jos¨¦ Guirao se pondr¨¢ manos a la obra para exhumar los documentos, pero no ha recibido respuesta. El pasado noviembre la Asociaci¨®n para la Recuperaci¨®n de la Memoria Hist¨®rica (ARMH) present¨® una denuncia en la Fiscal¨ªa General del Estado para que la justicia determine si los documentos que custodia la FNFF son propiedad del Estado. La fiscal¨ªa pas¨® la bola al ministerio dirigido entonces por ??igo M¨¦ndez de Vigo, que nunca respondi¨®.
La ARMH tiene previsto remitir en los pr¨®ximos d¨ªas una carta al ministro Guirao para que aclare su postura. Para el presidente de la ARMH, Emilio Silva, es una apropiaci¨®n indebida de la familia Franco, un ¡°expolio¡± de documentos que deben volver a manos del Estado. ¡°Este es otro de los privilegios que se les ha consentido a los Franco: si alguien se lleva documentos de un archivo, el Estado debe perseguirlo. Es un robo, y la manera de recuperarlo es como se resuelve cualquier delito, con la intervenci¨®n de la polic¨ªa¡±, se?ala. Por ley, los originales son propiedad de los ¨®rganos productores o receptores de la documentaci¨®n.
¡°Es incuestionable la importancia de esta colecci¨®n ¨²nica de los papeles de quien fue jefe del Estado espa?ol de 1939 a 1975¡±, responde por correo electr¨®nico el historiador brit¨¢nico Paul Preston, que no logr¨® que la ?FNFF le permitiera acceder al archivo a mediados de los ochenta cuando preparaba su famosa biograf¨ªa del dictador, ni que tan siquiera le contestaran aquella carta de solicitud que a¨²n est¨¢ sin respuesta. ¡°Lo ¨²nico que pude ver fueron los documentos citados por Luis Su¨¢rez en su propio estudio del dictador, para el cual ¨¦l tuvo un acceso privilegiado a los papeles de la FNFF¡±, comenta.
Su¨¢rez tuvo exclusividad sobre el archivo y la aprovech¨® para publicar, en 1984, Francisco Franco y su tiempo, una obra de ocho vol¨²menes. Los documentos, antes de su informatizaci¨®n y constituci¨®n como archivo, estaban en 338 carpetas. Carmen Franco le encarg¨® a Su¨¢rez, historiador medievalista, que realizara labores de archivero y clasificara los documentos, dada su cercan¨ªa con el pensamiento del dictador (fue procurador de las Cortes en el franquismo). Su¨¢rez es presidente de la Hermandad del Valle de los Ca¨ªdos y miembro de la Real Academia de la Historia y, en 2011, firm¨® la biograf¨ªa de Franco que descubri¨® la inconsistencia historiogr¨¢fica del Diccionario biogr¨¢fico espa?ol. El acad¨¦mico ¡°tard¨® cinco a?os en ordenar todos estos documentos del archivo¡±, dice la FNFF.
"Hay dudas respecto a una posible criba interesada de la colecci¨®n de documentos", se?ala Paul Preston
El veto sobre los papeles p¨²blicos que padeci¨® Preston se prolong¨® hasta 2004. Entre 2000 y 2003, el Gobierno de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar invirti¨® en la fundaci¨®n privada 150.000 euros para la digitalizaci¨®n de sus fondos. El archivo antes de esa fecha s¨®lo pudo ser consultado, durante 28 a?os, por 51 personas. En los ¨²ltimos 14 a?os por la sede de la FNFF han pasado unas 1.000 personas. Lejos de resolver el veto, la digitalizaci¨®n del archivo reforz¨® la anomal¨ªa porque la propiedad sigue en manos de la FNFF, y ¨¦sta no entreg¨® una versi¨®n completa del material digitalizado al Ministerio de Cultura.
La copia que lleg¨® en 2010 al Centro Documental de la Memoria Hist¨®rica (CDMH) de Salamanca est¨¢ incompleta. Tal y como se puede leer en la descripci¨®n del Portal de Archivos Espa?oles (Pares), el CDMH conserva una versi¨®n ¡°parcial¡± que comprende 27.357 documentos. En el inventario facilitado por la FNFF figuraban 27.490. Es decir, hubo expurgo. No hay copia en Salamanca de 133 documentos, los que van del ¡°27.357 al 27.490¡±. Pares apunta que la consulta de los expurgados ¡°debe realizarse en la FNFF¡±. Es m¨¢s, la periodista Tereixa Constenla denunci¨® en este peri¨®dico estas graves ausencias en la copia del CDMH. Por ejemplo, el documento 1.158 descrito como ¡°cuentas de Franco¡± no est¨¢. El microfilme salta del 1.157 al 1.159.
Los papeles ocultos
¡°El hecho de que los papeles de Franco est¨¦n en manos de una fundaci¨®n privada, dedicada a ensalzar la obra del dictador, plantea dudas respecto a una posible criba interesada de la colecci¨®n de documentos o diferentes niveles de acceso seg¨²n los puntos de vista pol¨ªticos de los solicitantes¡±, se?ala Paul Preston. El historiador tampoco conf¨ªa en que todos los papeles hayan sido inventariados por la fundaci¨®n. ¡°Es imposible saber si hay m¨¢s de lo que se muestra en el cat¨¢logo. Aun suponiendo que as¨ª sea, lo que s¨ª he podido ver plantea la siguiente duda. La mayor¨ªa de lo catalogado trata mayormente de lo que lleg¨® a la mesa de Franco y muy poco en t¨¦rminos de sus propias reflexiones y contestaciones. A lo largo de los a?os ha habido algunos indicios de que existen los papeles privados de Franco y que los tiene o ha tenido la familia. Ha habido varios intentos de vender lotes de tales papeles¡±, apunta el brit¨¢nico.
No hay copia en Salamanca de un total de 133 documentos, los que van del 27.357 al 27.490
Preston no es el ¨²nico historiador que desconf¨ªa de la fundaci¨®n, cuyos objetivos incluyen la ¡°lucha contra la mal llamada Ley de Memoria Hist¨®rica¡±. Los especialistas consultados para este art¨ªculo tienen la sospecha de que hay m¨¢s papeles que los declarados y creen que son los m¨¢s importantes. No se tratar¨ªa de cartas personales. ¡°Eso s¨®lo es un rumor¡±, dice Emilio de Miguel desde la FNFF. ¡°Nosotros, adem¨¢s, lo calificar¨ªamos de absurdo y que, por lo mismo, carece de fundamento¡±. Sin embargo, los historiadores Stanley G. Payne y Jes¨²s Palacios, en la p¨¢gina 765 de su libro Una biograf¨ªa personal y pol¨ªtica. Franco (Espasa), lo confirmaron al escribir que los papeles del dictador ¡°se los qued¨® la familia¡±.
Uno de los que no creen en la digitalizaci¨®n completa del archivo es ?ngel Vi?as, quien apunta que lo que tenemos al alcance ahora ¡°s¨®lo es la punta del iceberg¡±. Critica el hecho de que ning¨²n funcionario del Ministerio de Cultura se responsabiliz¨® de la tarea de inventariado y digitalizaci¨®n pagada con fondos p¨²blicos. ¡°Esto no pasa ni en Rusia: los papeles de Stalin est¨¢n abiertos. Los de Franco nadie sabe d¨®nde est¨¢n¡±, a?ade.
La ¡°loter¨ªa¡± del archivo
Gutmaro G¨®mez Bravo, autor de Geograf¨ªa humana de la represi¨®n franquista (C¨¢tedra), habitual investigador de los fondos en la fundaci¨®n, profesor del departamento de historia contempor¨¢nea de la Universidad Complutense, cuenta que en la FNFF tienen cosas ¡°censuradas¡± y cosas ¡°para la galer¨ªa¡±. ¡°La consulta en el ?CDMH de Salamanca es m¨¢s f¨¢cil y accesible, pero no est¨¢ todo¡±. ?l va a la FNFF una vez al a?o con la esperanza de que le dejen ver lo que antes le han prohibido. ¡°Es una loter¨ªa y depende de qui¨¦n est¨¦ al frente: si te toca alguien que no se entera, pides el documento y te lo da¡±. Por eso se?ala que es urgente que el fondo ¨ªntegro pase a manos p¨²blicas. G¨®mez Bravo apunta que el material m¨¢s sensible es el que ata?e a las relaciones entre Franco y Hitler, y ¨¦ste es el que los historiadores tienen m¨¢s restringido.
¡°No conf¨ªo para nada en el trabajo que realiz¨® Luis Su¨¢rez. Lo m¨¢s sensible se ha hecho desaparecer. Este es el drama espa?ol, que el archivo se haya mantenido en manos de esta gente. En Portugal, todo lo relativo a Salazar es de acceso transparente y sencillo¡±, dice el historiador. Cree que el Estado debe recuperar esta parte de su historia porque ¡°estos papeles son muy sensibles¡±.
Derechos y secretos
Manuela Bergerot, licenciada en Ciencias de la Documentaci¨®n y responsable de Memoria del partido Podemos, destaca que es importante recuperar los documentos f¨ªsicos ¡°para restablecer la verdad¡±, y vincula el rescate del pasado a la construcci¨®n de una cultura de los derechos humanos. La especialista entiende que la prueba documental tiene el gran poder de escribir la historia. Por eso, en la FNFF ¡°prefieren la pol¨ªtica de opacidad¡±, se?ala, y lamenta la falta de voluntad pol¨ªtica que ha habido.
No hay precedente en la expropiaci¨®n de archivos, aunque varias normas prev¨¦n este procedimiento
Bergerot tiene una dilatada experiencia en el rescate de la memoria de la Junta Militar argentina de Videla. All¨ª los archivos forman parte del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, no como aqu¨ª, del Ministerio de Cultura. ¡°Que estos documentos est¨¦n en la FNFF es una anomal¨ªa democr¨¢tica, no hay nada parecido en Latinoam¨¦rica. Ese archivo honra la memoria de un dictador y eso cuestiona su uso. El fondo no forma parte de la reparaci¨®n de la verdad y sigue favoreciendo el relato de la dictadura. Pero cualquier archivo deber¨ªa ser garante de la justicia¡±.
La exdirectora del CDMH de Salamanca Mar¨ªa Jos¨¦ Turri¨®n, que ya pidi¨® la ilegalizaci¨®n de la FNFF en 2013, explica que le parece ¡°sangrante¡± que estos papeles no se hayan reclamado jam¨¢s desde el Ministerio de Cultura. ¡°Nunca se debi¨® permitir que estuviera en las manos de la fundaci¨®n. El archivo debe estar custodiado por funcionarios p¨²blicos¡±, se?ala.
Turri¨®n subraya, adem¨¢s, otro problema que plantea que estos papeles sigan en la FNFF, porque all¨ª un investigador puede conseguir acceder a informaci¨®n de car¨¢cter secreto, algo que en el CDMH no est¨¢ permitido por la ley de secretos oficiales. Esto lo denunci¨® Alberto Garz¨®n, portavoz adjunto de Unidos Podemos, en el Congreso de los Diputados hace un a?o. El Gobierno reconoci¨® entonces que la FNFF, pese a ser un organismo privado, dispone de documentos clasificados como secretos.
Una expropiaci¨®n dif¨ªcil
Para la recuperaci¨®n del conjunto documental se podr¨ªan utilizar los siguientes instrumentos, seg¨²n los juristas consultados: por acuerdo o por expropiaci¨®n. Si la Administraci¨®n acuerda un traspaso con la ?FNFF podr¨ªa hacerlo como compra, comodato, cesi¨®n, donaci¨®n¡ Y si no hubiese acuerdo, podr¨ªa optarse por la expropiaci¨®n forzosa si se determina que existe un incumplimiento de los deberes de conservaci¨®n estipulados en el art¨ªculo 50 de la Ley de Patrimonio Hist¨®rico de 1985. Pero la inversi¨®n en la digitalizaci¨®n del fondo es una prueba que anular¨ªa el incumplimiento de la conservaci¨®n e impedir¨ªa la aplicaci¨®n de dicho art¨ªculo. No hay precedente en la expropiaci¨®n de archivos, aunque varias normas prev¨¦n este procedimiento.
Ning¨²n funcionario del Ministerio de Cultura se responsabiliz¨® de la tarea de inventariado y digitalizaci¨®n pagada con fondos p¨²blicos
Otra v¨ªa es la extinci¨®n y liquidaci¨®n de la FNFF. Los bienes de titularidad de las fundaciones no retornan a las personas que las aportaron cuando se liquida la entidad, sino que se traspasan a otras entidades sin ¨¢nimo de lucro, como la Administraci¨®n P¨²blica. El caso es que si la fundaci¨®n que honra la memoria del dictador pierde los documentos, su capital, quedar¨ªa vac¨ªa de actividad. De momento, en sus estatutos figura como objetivo ¡°enaltecer¡± la figura de Franco y ¡°preservar su legado¡±, y para ello aseguran que har¨¢n ¡°cualquier actuaci¨®n¡±. El caso es que el archivo que custodia la FNFF ni siquiera est¨¢ declarado Bien de Inter¨¦s Cultural, algo que el historiador Javier Tusell reclam¨® hace a?os. ¡°La venta a¨²n ser¨ªa posible jur¨ªdicamente, pero tendr¨ªa que ser autorizada por el ministerio¡±, explican los juristas, ¡°e ir¨ªa en contra de los estatutos de la fundaci¨®n¡±.
Henar Alonso, del cuerpo facultativo de archiveros del Estado y miembro de la Asociaci¨®n de Archiveros de Castilla y Le¨®n (ACAL), s¨®lo ve posible la recuperaci¨®n si se ilegaliza la FNFF. ¡°Si cambian los estatutos y tratan de adaptarse a la legalidad, ser¨¢ muy dif¨ªcil expropiar¡±, explica. La especialista reclama una acci¨®n mucho m¨¢s ambiciosa con la creaci¨®n de una ley general de archivos que regule el acceso a los documentos de la Iglesia, el Ej¨¦rcito y las empresas. ¡°No es tan importante la propiedad como la accesibilidad y la transparencia¡±, sostiene.
Alonso apunta que el problema relativo a los papeles de Franco se extiende ¡°a otros muchos archivos, como el de la documentaci¨®n p¨²blica conservada en la Fundaci¨®n Felipe Gonz¨¢lez¡±. El expresidente socialista alega que esos papeles tratan asuntos personales y que en parte est¨¢n digitalizados y disponibles en su web. De los papeles de Aznar no hay constancia, porque todos los archivos inform¨¢ticos de Presidencia estaban vac¨ªos. Contrat¨® a una empresa por 12.000 euros para no dejar ni rastro de sus decisiones. ¡°En Espa?a, la documentaci¨®n que afecta a la Presidencia del Gobierno, al carecer de car¨¢cter administrativo, ha quedado al margen de las normas¡±, se?ala el presidente de ACAL, Paco Fern¨¢ndez.
Para Fern¨¢ndez la recuperaci¨®n del fondo de Franco ser¨ªa un ¡°ejercicio de dignidad democr¨¢tica¡±. Deber¨ªan estar al servicio del conocimiento de la sociedad y ¡°de la reparaci¨®n de las v¨ªctimas¡±, y fomentar los valores y principios democr¨¢ticos. ¡°No para ensalzar al dictador¡±.
Peio H. Ria?o es periodista y autor de ¡®La otra Gioconda¡¯.
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