El asesino en serie que hizo que los payasos nos aterrorizaran

Hay ocasiones en las que la realidad supera la ficci¨®n. La historia de John Wayne Gacy es una de ellas. Vecino ejemplar, empresario de ¨¦xito y miembro del comit¨¦ local del Partido Dem¨®crata en Chicago, Gacy decidi¨® aumentar su popularidad creando su propio personaje: el payaso Pogo. Era una carcasa. Debajo de ese atuendo se escond¨ªa un despiadado asesino. Sus v¨ªctimas siempre eran adolescentes a los que persuad¨ªa para ir a su casa, donde los sodomizaba y asesinaba. Un juzgado le conden¨® a la pena capital y fue ejecutado en 1994, tras 14 a?os en el corredor de la muerte, pero nunca mostr¨® arrepentimiento. Su vida inspir¨® It (Eso), una exitosa novela de Stephen King, y ha sido llevada al cine.

Los payasos son seres tiernos que nos acompa?an durante la infancia. Nos hacen re¨ªr, gastan bromas, realizan piruetas y hacen trucos divertidos. Son personajes simp¨¢ticos de cara maquillada, peluca y nariz roja. Sin embargo, en los a?os setenta un payaso conmocion¨® a Estados Unidos por sus cr¨ªmenes. Se hac¨ªa llamar Pogo, pero aquel disfraz escond¨ªa una terrible historia que las autoridades descubrieron de forma casual, cuando una madre denunci¨® la desaparici¨®n de su hijo. Los psic¨®logos reconocieron que su perfil no encajaba con los asesinos en serie conocidos hasta entonces. Achacaron su comportamiento a una infancia dif¨ªcil.

John Wayne Gacy naci¨® el 17 de marzo de 1942 en los suburbios de Chicago, la tercera ciudad m¨¢s poblada de Estados Unidos, en el estado de Illinois. Sus padres eran inmigrantes europeos que decidieron instalarse en este lugar por la gran cantidad de trabajo que ofrec¨ªan las abundantes industrias de la zona. Gacy era un ni?o gordito que estaba muy unido a sus dos hermanas mayores y a su madre. Aquello desataba la furia de su padre, un alcoh¨®lico que abusaba de su familia. Pegaba a su hijo con un cintur¨®n de cuero y lo denigraba en p¨²blico llam¨¢ndole ¡°marica¡±, ¡°est¨²pido¡± y ¡°ni?o de mam¨¢¡±. Cuando ten¨ªa nueve a?os, un amigo de la familia abus¨® de ¨¦l sexualmente, pero el peque?o guard¨® silencio. El incidente le persigui¨® durante toda su vida.

Primera condena

Dos a?os despu¨¦s de aquel terrible episodio, Gacy se cay¨® de un columpio y se golpe¨® la cabeza. Se le form¨® un co¨¢gulo de sangre, pero pas¨® desapercibido hasta que cumpli¨® los 16 a?os, cuando comenz¨® a sufrir desmayos y ataques similares a los de la epilepsia. Su padre pensaba que aquellas arremetidas eran fingidas y lo golpeaba mientras estaba inconsciente. A?os m¨¢s tarde acudi¨® a un m¨¦dico, que le recet¨® unos medicamentos para disolver el co¨¢gulo. La vida comenzaba a sonre¨ªrle. Solo fue un espejismo. Gacy pas¨® por cuatro institutos y nunca lleg¨® a graduarse, lo que disminu¨ªa sus posibilidades de conseguir un empleo.

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Al cumplir los 20 a?os, su padre le recomend¨® abandonar su hogar y le entreg¨® un pasaje de autob¨²s a Las Vegas. Gacy consigui¨® trabajo en una funeraria, pero apenas dur¨® tres meses. Estaba obsesionado con observar los cad¨¢veres que deb¨ªa custodiar. Regres¨® a Chicago, se matricul¨® en una escuela de negocios y se gradu¨®. Aquello le ayud¨® a conseguir un empleo en una f¨¢brica de zapatos, aunque tuvo que mudarse a Springfield, otra localidad de Illinois. All¨ª conoci¨® a la que ser¨ªa su primera esposa, Marlynn Myers, con quien se cas¨® en septiembre de 1964. Pronto ascendi¨® al cargo de supervisor. Sin embargo, su vida privada segu¨ªa siendo desastrosa.

Gacy se mud¨® a Waterloo, en Iowa, donde la familia de su esposa ten¨ªa un restaurante, en el que ocup¨® el cargo de gerente. Es el momento en el que comienza a sentir atracci¨®n por los adolescentes. El historiador colombiano Esteban Cruz narra en el libro Vampiros, Can¨ªbales y payasos asesinos que intentaba chantajear a los j¨®venes del establecimiento para que le practicaran sexo oral. Su historial delictivo comenz¨® en 1967, cuando viol¨® a Donald Voorhees, un ni?o de 15 a?os. Le condenaron a una d¨¦cada de c¨¢rcel que no cumpli¨® al obtener la libertad condicional tras 16 meses en prisi¨®n. Aquel suceso le supuso el divorcio.

Tras abandonar la c¨¢rcel, Gacy fund¨® una empresa dedicada a la construcci¨®n, con la que se enriqueci¨®. Compr¨® una casa en un barrio exclusivo de Chicago y all¨ª se reencontr¨® con una antigua compa?era de colegio con dos hijas con la que comenz¨® a compartir la vida. Convertido en empresario de ¨¦xito, se inscribi¨® en el Partido Dem¨®crata y decidi¨® aumentar su popularidad creando un personaje, el payaso Pogo, que se hizo famoso en las fiestas de ni?os y en los hospitales infantiles de la ciudad, donde regalaba globos y peluches que pagaba de su bolsillo.

¡°Ciudadano ejemplar¡±

Sus vecinos lo ten¨ªan por un ciudadano ejemplar, aunque se quejaban constantemente del olor a putrefacci¨®n que emanaba de su vivienda. Gacy les contestaba que ¨¦l mismo se ocupar¨ªa de limpiar las ca?er¨ªas. Sin embargo, el origen del hedor era bien distinto. El hallazgo fue casual. La madre del adolescente Robert Piest denunci¨® su desaparici¨®n. Puso a la polic¨ªa tras la pista de Gacy, del que asegur¨® hab¨ªa ofrecido un trabajo a su hijo. La polic¨ªa logr¨® entrar en la vivienda y, al descender al s¨®tano, encontr¨® el mism¨ªsimo infierno. Bajo una trampilla se apilaban media docena de cad¨¢veres en diferente estado de descomposici¨®n. Hallaron otros cuerpos en un r¨ªo cercano.

Entre 1972 y 1978 el payaso bonach¨®n viol¨® y asesin¨® a 33 ni?os, aunque ¨¦l mismo reconoci¨® que la cifra era superior. El juicio comenz¨® el 6 de febrero de 1980, pero Gacy nunca colabor¨®, por lo que fue imposible localizar el paradero de algunas de sus v¨ªctimas. Sus abogados alegaron que sufr¨ªa graves perturbaciones mentales, algo que desestimaron los informes periciales. La prueba m¨¢s concluyente fue la confesi¨®n de Jeff Rignall, un adolescente que logr¨® escapar de Pogo y que narr¨® las torturas a las que fue sometido. Explic¨® que contact¨® con ¨¦l en la calle, le ofreci¨® marihuana, subi¨® al coche de Gacy y este le cubri¨® la cara con un pa?uelo empapado de cloroformo para dejarlo inconsciente. Era su modus operandi.

El 13 de marzo fue declarado culpable y condenado a muerte. Gacy se convirti¨® en una macabra celebridad que recib¨ªa la visita de profesores universitarios, estrellas de rock y mujeres que se sent¨ªan atra¨ªdas por su historia. En su celda colg¨® decenas de pinturas en las que se retrataba vestido de payaso y que vendi¨® por importantes sumas de dinero. Tras 14 a?os en el corredor de la muerte, el 10 de mayo de 1994 se le suministr¨® una inyecci¨®n letal que acab¨® con su vida. Le faltaba unas semanas para cumplir 53 a?os. Sus ¨²ltimas palabras fueron: ¡°B¨¦senme el culo. Nunca sabr¨¢n d¨®nde est¨¢n los otros cuerpos¡±.