Viviendas listas para salir del purgatorio
Cientos de residentes de la comarca malague?a de La Axarqu¨ªa construyeron sus casas sin saber que eran ilegales
La casa de Philip Smalley levanta sus dos plantas escondida entre colinas. Tiene vistas a campos de mangos y la sierra de La Maroma, 175 metros cuadrados construidos y 5.000 de una seca parcela donde crecen vi?as con las que elabora vino de la tierra. Este brit¨¢nico de 72 a?os lleg¨® a la comarca de La Axarqu¨ªa, al este de M¨¢laga, gracias a unos amigos. All¨ª encontr¨® el lugar perfecto a las afueras de La Vi?uela (2.020 habitantes).
El suave clima era perfecto para la artritis de su mujer y las sinuosas carreteras para su pasi¨®n, el ciclismo. Compr¨® un terreno y contrat¨® un arquitecto. Era 2004. Cuenta que lo m¨¢s complicado fue hacer la piscina, debido a la dura pizarra del suelo ax¨¢rquico. Tambi¨¦n recuerda la visita de la Polic¨ªa Local en 2006 para indicarle que su casa no era legal porque se ubicaba en suelo no urbanizable. ?l, incr¨¦dulo, les ense?aba las licencias de obra y ocupaci¨®n, pero la Junta de Andaluc¨ªa hab¨ªa impugnado los permisos municipales. ¡°Ah¨ª empez¨® el infierno¡±, subraya.
El Ayuntamiento de La Vi?uela otorgaba en aquel entonces permisos de obra sobre la base de la futura aprobaci¨®n del Plan General de Ordenaci¨®n Urbana (PGOU). Este nunca lleg¨® a ser aprobado y decenas de casas quedaron en el limbo legal. Su entonces alcalde, el socialista Juan Mill¨¢n, acab¨® en la c¨¢rcel. Y el de Alcauc¨ªn (2.239 habitantes), Jos¨¦ Manuel Mart¨ªn Alba, tambi¨¦n del PSOE, fue detenido en 2009. La situaci¨®n fue similar en otros municipios de la zona, que cuenta hoy con 15.326 edificaciones no autorizadas, seg¨²n datos del Gobierno aut¨®nomo.
Existen otras 7.630 viviendas en esta situaci¨®n en la Costa del Sol y en los alrededores de la capital hasta 18.840, mientras que otras 14.078 est¨¢n repartidas entre las serran¨ªas de Ronda y C¨¢diz y 12.778 entre las depresiones de Antequera y Granada (en ambos casos, contabilizadas de manera global por la Junta, aunque incluyan las de provincias diferentes). En total, M¨¢laga cuenta con algo m¨¢s de 60.000 viviendas irregulares, una de cada cinco de las existentes en Andaluc¨ªa. Ahora,?podr¨¢n ser regularizadas gracias al decreto de la Junta.
En la comarca ax¨¢rquica los propietarios responden a un perfil similar al de Smalley, que hoy mira con cierta satisfacci¨®n c¨®mo se puede resolver el problema que le lleva atormentando m¨¢s de una d¨¦cada. La mayor¨ªa proceden del norte de Europa ¡ªReino Unido, Holanda, B¨¦lgica y Alemania¡ª, son jubilados y llegaron con el cambio de siglo. Sus casas rondan los 150 metros cuadrados, suelen tener piscina y una peque?a zona de huerta o frutales. Michael Stevenson, de 71 a?os, procedente de Worcester e hincha del Liverpool, es uno de ellos. Defiende que la llegada de extranjeros ha revitalizado la econom¨ªa de la zona. Y recuerda que, de media, las pensiones de sus compatriotas rondan los 2.500 euros mensuales ¡°que se gastan aqu¨ª¡±. A cambio, se siente ¡°recluido¡± por una situaci¨®n que nunca sospech¨®. Su vivienda, en Alcauc¨ªn, cuenta con las licencias pertinentes, pero tampoco est¨¢ regularizada. Y si quisiera venderla, no podr¨ªa. Su valor hipotecario es cero. ¡°Haces la casa con todas las de la ley y, al final, te encuentras una sorpresa muy desagradable¡±, a?ade el espa?ol Fernando Montero, que lleg¨® a finales de los a?os noventa desde C¨¢diz, construy¨® su casa y en 2006 se encontr¨® que el PGOU quedaba paralizado y su hogar, en situaci¨®n irregular.
¡°El decreto que ha presentado la Junta tiene m¨¢s luces que sombras¡±, apunta Mario Blancke, portavoz de la asociaci¨®n Save Our Homes (SOHA) que aglutina a 400 familias con casas, como la suya, en un limbo legal. Aunque ha le¨ªdo ya muchas veces el texto y ha participado en reuniones con la Administraci¨®n, quiere ser ¡°prudente¡± para valorar un documento ¡°que tiene muy buenas intenciones¡±. Y defiende una amnist¨ªa generalizada. ¡°Mucha gente lo hizo mal, s¨ª, en la Axarqu¨ªa tambi¨¦n hay miles de viviendas hechas a las bravas y sin permisos, pero Junta y Ayuntamientos tambi¨¦n fallaron en sus controles. ?Nadie ve los camiones de una obra ir y venir por mitad del campo?¡±, dice. Blancke cree que se deber¨ªa ir caso por caso para legalizar las 327.583 viviendas construidas en Andaluc¨ªa al margen de las normas. ¡°No todo es blanco o negro¡±, concluye.
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