Grabaciones, querellas y una brecha en la Fiscal¨ªa de Baleares
Los antiguos investigadores del 'caso Cursach' aportan conversaciones grabadas para defenderse de las acusaciones de irregularidades
El caso Cursach, la investigaci¨®n por corrupci¨®n sobre el mayor empresario del ocio nocturno de Mallorca, Bartolom¨¦ Cursach, se ha convertido en una mara?a judicial con tintes novelescos. Denuncias cruzadas entre investigadores e investigados, jueces y fiscales apartados o imputados, conversaciones de mensajer¨ªa instant¨¢nea que acaban siendo de dominio p¨²blico, amenazas, coacciones y guerras internas en la Polic¨ªa Nacional y la Fiscal¨ªa de Baleares pueblan un sumario que se inici¨® hace seis a?os. En el ¨²ltimo cap¨ªtulo, Miguel ?ngel Subir¨¢n, el fiscal que investig¨® el caso durante a?os y que ha sido apartado de la causa, ha puesto en manos del juzgado decenas de conversaciones que fueron grabadas por ¨¦l durante a?os para defenderse de las acusaciones de irregularidades en la investigaci¨®n.
La investigaci¨®n ha derivado en un enredo may¨²sculo. Una pieza separada investiga al anterior juez instructor, Manuel Penalva, y al fiscal Subir¨¢n por delitos de prevaricaci¨®n, revelaci¨®n de secretos y obstrucci¨®n a la justicia despu¨¦s de que vieran la luz unas conversaciones de WhatsApp en los que ambos intercambiaban informaci¨®n y descalificaciones con los agentes del grupo de blanqueo de la Polic¨ªa Nacional a cargo del caso. Por otro lado, Miquel Florit, el juez que sustituy¨® a Penalva, est¨¢ siendo investigado por ordenar el decomiso de tel¨¦fonos m¨®viles a varios periodistas que cubr¨ªan la informaci¨®n judicial para tratar de dar con el autor de la filtraci¨®n de un informe econ¨®mico sobre el caso.
La filtraci¨®n de ese informe econ¨®mico tambi¨¦n dio pie a una querella de Penalva y Subir¨¢n contra tres mandos de la Polic¨ªa Nacional de Baleares, a los que acusaron de intentar achacar a Subir¨¢n la filtraci¨®n de este informe a la prensa. La querella dirigida contra el exjefe superior de la Polic¨ªa Antonio Jarabo, el comisario Jos¨¦ Luis Santaf¨¦ y el inspector Antonio Su¨¢rez fue inadmitida por un juzgado de Palma. Ahora juez y fiscal han recurrido el carpetazo del juzgado ante la Audiencia Provincial y han aportado una conversaci¨®n telef¨®nica grabada entre el propio Subir¨¢n y un inspector del grupo de blanqueo como prueba del intento de conjura contra ellos.
Conversaci¨®n con un fiscal
Tanto Penalva como Subir¨¢n han estado durante los ¨²ltimos meses grabando las conversaciones que han mantenido con agentes de polic¨ªa, fiscales y miembros de la carrera judicial con el objetivo de poner al descubierto a quienes consideran que les han intentado perjudicar. De los cientos de minutos de grabaci¨®n, tambi¨¦n han aportado a la causa que se sigue contra ellos una conversaci¨®n mantenida por Subir¨¢n con su compa?ero Eduardo Navarro. Este fiscal investig¨® a una madame que pas¨® de ser uno de los elementos clave contra el empresario Cursach a volverse contra los investigadores y hacer p¨²blicos los mensajes que se hab¨ªa intercambiado con ellos.
En la conversaci¨®n aportada al juzgado, Subir¨¢n habla sobre la actitud del fiscal anticorrupci¨®n Juan Carrau, que se qued¨® con la causa sobre la madame que llevaba Navarro. Seg¨²n se trasluce de la conversaci¨®n, Carrau decidi¨® asumir la investigaci¨®n porque ten¨ªa indicios de que Subir¨¢n y Penalva hab¨ªan inducido a la madame a mentir, y tanto el fiscal superior de Baleares, Bartomeu Barcel¨®, como el teniente fiscal Ladislao Roig hab¨ªan sido informados de ello. ¡°A m¨ª no me gustaba un pelo lo que estaba haciendo¡± dice Navarro sobre Carrau, hist¨®rico fiscal anticorrupci¨®n de las islas. Navarro afirma en la conversaci¨®n que solicit¨® al fiscal superior de Baleares un documento por escrito en el que quedara reflejado que le apartaban de la causa. ¡°S¨ª, s¨ª, s¨ª, pero luego no hubo ning¨²n documento¡±, dice Navarro sobre el fiscal superior.
La brecha en la Fiscal¨ªa balear viene de lejos. La instrucci¨®n del caso N¨®os, en el que fue condenado I?aki Urdangarin, cu?ado de Felipe VI, abri¨® las primeras grietas y termin¨® con la marcha del conocido fiscal Pedro Horrach, que emprendi¨® carrera como abogado en su propio despacho. El ministerio p¨²blico se vio en un brete cuando el primer caso de Horrach fue la defensa de un imputado en el caso Cursach, asunto que finalmente abandon¨® por recomendaci¨®n del Colegio de Abogados de Baleares. A eso sigui¨® otra investigaci¨®n, que levant¨® ampollas entre los m¨¢s veteranos, contra el excomisario de la Polic¨ªa Nacional de Baleares Antoni Cerd¨¢ por el presunto cobro de sobornos de clanes del narcotr¨¢fico impulsada por el fiscal Eduardo Navarro y que finalmente fue archivada.
El juez Penalva ha sido apartado de todas las causas relativas a Cursach mientras que Subir¨¢n est¨¢ de baja desde marzo. La causa contra el empresario est¨¢ repartida entre tres jueces distintos. Uno de ellos ha asumido las investigaciones sobre las irregularidades en polideportivos municipales y en la concesi¨®n del servicio de estacionamiento regulado. Otro instruye la pieza general contra el empresario, una causa a la que se ha sumado una segunda sobre sobornos a agentes de la Polic¨ªa Local de Palma que iba a ser juzgada por un jurado popular. Un tercer magistrado ha asumido la pieza referida a la presunta connivencia entre un empresario del ocio y varios agentes de la polic¨ªa. Todas las piezas, excepto una, han sido asumidas por fiscales anticorrupci¨®n de Madrid. Mientras tanto, Cursach sigue siendo el due?o de la noche mallorquina.
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