V¨ªctor Garc¨ªa Le¨®n: ¡°Ahora es un gustazo hacer series¡±

V¨ªctor Garc¨ªa Le¨®n (Madrid, 44 a?os) todav¨ªa no sale de su asombro. Sigue sin explicarse c¨®mo una conversaci¨®n de bar se convirti¨® en la pel¨ªcula so?ada. Ni c¨®mo un proyecto entre amigos ha ido saltando barreras e incorporando al equipo a actores como Juan Diego Botto y Ra¨²l Ar¨¦valo. Juntos se fueron, con la incorporaci¨®n de St¨¦phane Caillard, un mes a Ibiza a finales de 2018. All¨ª rodaron el romance de un espa?ol y una chica francesa. Pero no una historia de amor cualquiera, sino la que cont¨® Rafael Azcona en su novela Los europeos. ¡°Irte a una isla paradis¨ªaca, con amigos, con un texto tan bueno y tanta libertad ha sido un placer¡±, dice el cineasta, que estos d¨ªas tiene la responsabilidad de rodar tres cap¨ªtulos de uno de los regresos m¨¢s esperados de la televisi¨®n, Los hombres de Paco (Atresmedia). Eso s¨ª, ha hecho hueco para visitar M¨¢laga y presentar este viernes el resultado de un trabajo que considera ¡°como irse de campamento con los colegas¡±. ¡°Tengo m¨¢s ilusi¨®n que nunca por mostrar la pel¨ªcula: con la que est¨¢ cayendo, que se pueda ense?ar en una sala con gente me parece un milagro¡±, asegura.

La vida profesional sonr¨ªe a Garc¨ªa Le¨®n, que acumula proyectos encima de la mesa, tiene una nueva pel¨ªcula a la vista y est¨¢ disfrutando de sus rodajes televisivos como nunca lo hab¨ªa hecho. Vota Juan y Vamos Juan (TNT) y El vecino (Netflix) son proyectos que le han permitido, dice, aportar su personalidad. ¡°Mi experiencia anterior hab¨ªa sido m¨¢s r¨ªgida, el punto de vista m¨¢s personal no entraba en la ecuaci¨®n. Actualmente s¨ª te lo permiten, ahora es un gustazo hacer series, una maravilla¡±, relata. Tambi¨¦n dice que no puede entrar en m¨¢s proyectos porque caer¨ªa desfallecido. ¡°Estoy en un gran momento profesional, no me puedo quejar ni un poco¡±, remacha. La televisi¨®n es, adem¨¢s, el pr¨®ximo destino de Los europeos, que saltar¨¢ directamente desde el festival de M¨¢laga a Orange TV. ¡°Rodamos con la intenci¨®n de que el trabajo se viera en cine, claro, pero esta es una soluci¨®n que tiene ver con el mundo que nos toca. Sobre todo, porque lo que queremos quienes hacemos pel¨ªculas es que la gente las vea¡±, afirma. Garc¨ªa Le¨®n argumenta que, con aforos reducidos, cines cerrados, la constante incertidumbre de qu¨¦ ocurrir¨¢ con la crisis sanitaria ¡ª¡±en general, a¨²n no s¨¦ ni c¨®mo ir¨¢n mis hijos al cole¡±¡ª y las pobres cifras de recaudaci¨®n actuales, ir directos a la televisi¨®n ¡°parece la opci¨®n m¨¢s sensata¡±.

El cineasta madrile?o sorprendi¨® en M¨¢laga en 2017 con Selfie, una obra fresca y muy barata que se re¨ªa de la clase pol¨ªtica. Tres a?os despu¨¦s vuelve a la Costa del Sol con un trabajo maduro y de mayor presupuesto, pero sin excesos. Garc¨ªa Le¨®n cree que es ah¨ª, en el punto intermedio entre el cine de autor y las grandes producciones populares, donde Espa?a ha sabido hacer sus mejores filmes. Habla de Almod¨®var, Trueba, Saura, Berlanga, ¡°que hacen pel¨ªculas de riesgo, pero tambi¨¦n con reparto, con una base de industria¡±. ¡°Al final es lo m¨¢s cuesta hacer y no lo entiendo: un modelo productivo que expulsa a nuestra mejor pel¨ªcula me parece un poco perverso, aunque tampoco s¨¦ cu¨¢l es la soluci¨®n. Y, ojo, lo digo como espectador¡±, subraya. ¡°Me gustar¨ªa vivir en un pa¨ªs donde el pr¨®ximo Almod¨®var tenga un hueco donde arriesgar con algo de base¡±. ¡°Ese sitio deber¨ªa existir¡±, sentencia.

Como autor, ¨¦l ha ganado cada apuesta hasta armar un proyecto como Los europeos, con el que viaja a un para¨ªso perdido, a un lugar donde vivir las fantas¨ªas de dos treinta?eros que buscan, en pleno franquismo, la libertad europea en un pedazo de Espa?a. Ese rinc¨®n no es otro que la Ibiza de los a?os cincuenta, una isla de color y libertad en un pa¨ªs gris y laminado. ¡°Es el eco que nos permite hablar de una historia de amor que cuenta de qui¨¦n nos enamoramos y por qu¨¦ nos desenamoramos, de c¨®mo nos atrae la fantas¨ªa y nos hartamos de la realidad. De cuando llegamos a un lugar donde podemos ser lo que queremos y serlo ya no nos hace tanta gracia¡±, afirma el director, que cree que es justo lo que ha pasado con Ibiza. ¡°Es uno de los sitios m¨¢s bonitos del mundo, pero aquel para¨ªso de los cincuenta donde todo era posible y maravilloso es ya m¨¢s un estado mental que una isla verdadera¡±, destaca. A¨²n quedan rincones que guardan aquella realidad, como alguna de las localizaciones elegidas para el rodaje como Puig de Missa (Santa Eularia des Riu), Sant Agust¨ª, Cala Mastella, Portinatx o la playa de Es Cubells, adem¨¢s del restaurante El Bigotes, reconvertido en un bar de pueblo donde surge un amor tan deseado como desconocido. Y donde los protagonistas se encuentran con unos personajes ¨²nicos en un ambiente irrepetible.

La novela de Rafael Azcona ocurr¨ªa principalmente en Sant Antoni, pero Garc¨ªa Le¨®n cree que ¡°emocionalmente¡± su pel¨ªcula refleja bien el texto original, centr¨¢ndose en una relaci¨®n de amor muy esencial. Sin embargo, advierte: ¡°Una pel¨ªcula siempre traiciona a la novela, es evidente y ser¨ªa absurdo pretender lo contrario¡±. ¡°Me lanc¨¦ a adaptar una novela que me gustaba mucho y me doy cuenta, ahora, una vez ha pasado el tiempo, de la irreverencia que he hecho¡±, asegura, para a?adir m¨¢s tarde que si hay alguien a quien no le guste o se indigne con su adaptaci¨®n, ¡°que haga otra¡±. ¡°La novela sigue ah¨ª¡±, insiste.