?Por qu¨¦ se autolesionan los adolescentes y j¨®venes?

No deja de ser sorprendente que muchos adolescentes, sobre todo chicas, se inflijan da?o a s¨ª mismos de forma deliberada y reiteradamente sin una intencionalidad suicida expl¨ªcita. Los medios m¨¢s frecuentemente utilizados son cuchillas o tijeras para provocarse cortes en brazos, mu?ecas o muslos, encendedores para producirse quemaduras o las propias u?as para hacerse ara?azos profundos. En ocasiones estos j¨®venes pueden llegar a golpearse la cabeza o el pu?o contra una pared u otra superficie s¨®lida hasta producirse moratones. La mayor parte de las veces estas autolesiones tienen lugar en la soledad de la habitaci¨®n. Las chicas son m¨¢s propensas a realizarse heridas superficiales en las piernas y los brazos, mientras que los chicos recurren con mayor frecuencia a m¨¦todos m¨¢s violentos, como las quemaduras o golpes.

Las lesiones autoinfligidas constituyen un problema de salud p¨²blica. Las hospitalizaciones por autolesiones en Espa?a en la poblaci¨®n de 10 a 24 a?os se han m¨¢s que triplicado en las dos ¨²ltimas d¨¦cadas: de 1.270 en 2000 hasta 4.048 en 2020, seg¨²n datos del Ministerio de Sanidad. Cerca del 18% de los adolescentes en los pa¨ªses occidentales se infligen autolesiones con intenciones no suicidas en alg¨²n momento de su desarrollo evolutivo.

No es f¨¢cil responder a la pregunta del porqu¨¦ de este tipo de conductas. Las autolesiones no suicidas reducen temporalmente las emociones negativas de ansiedad y malestar y pueden producir sentimientos de alivio, lo que facilita su repetici¨®n. Se trata de una patolog¨ªa que consiste en hacerse da?o para regular el dolor emocional o buscar nuevas experiencias excitantes. Los adolescentes afectados lo hacen para expresar emociones como rabia, ira, culpa o soledad. Esta tormenta emocional se inicia a partir de un pensamiento hostil o negativo, seguido de una activaci¨®n psicofisiol¨®gica, como el aumento de la frecuencia card¨ªaca, y de un impulso a la acci¨®n autolesiva.

Lo que subyace en esta conducta es una sensaci¨®n subjetiva de soledad y desamparo, donde los adolescentes sienten que sus emociones no son tenidas en cuenta y sus problemas cotidianos no son percibidos adecuadamente por sus seres queridos. Se quiere expresar un sufrimiento psicol¨®gico a trav¨¦s del da?o f¨ªsico. Es tambi¨¦n una forma de castigarse, por ejemplo, por no gustarles su propio cuerpo, fruto de una baja autoestima, o de redimir una culpa por algo malo que creen haber hecho. La lesi¨®n autoinfligida ofrece una sensaci¨®n temporal de control sobre las emociones perturbadoras. Se trata, en ¨²ltimo t¨¦rmino, de lanzar un grito de auxilio a su entorno familiar o social m¨¢s pr¨®ximo.

Lo que resulta sorprendente es que algunos de estos j¨®venes, en un estado mental disociativo, no sientan dolor, sino que puedan vivir la autolesi¨®n como algo incluso placentero. Es un comportamiento autorregulatorio de los afectos de tipo desadaptativo que puede hacerse adictivo, con una tendencia a aumentar la intensidad y la frecuencia. De hecho, algunos adolescentes que recurren a estas conductas muestran impulsos irresistibles por da?arse a s¨ª mismos, as¨ª como la necesidad de aumentar la gravedad de las autolesiones para lograr el mismo efecto de alivio (tolerancia). Cuantos m¨¢s componentes adictivos presenta la autolesi¨®n, mayor es la gravedad cl¨ªnica.

A veces hay motivos concretos, de diversa ¨ªndole, que explican la implicaci¨®n en este tipo de conductas. As¨ª, hay adolescentes con problemas en la conducta alimentaria que pueden llevarlas a cabo para mitigar un sentimiento de culpa por haber comido en exceso o por el sufrimiento causado a sus padres. Otros j¨®venes, en especial los que han sufrido sucesos traum¨¢ticos, pueden mostrar un vac¨ªo existencial y desean de este modo an¨®malo sentirse vivos.

Una situaci¨®n estresante puede ser el desencadenante en j¨®venes con un precario equilibrio emocional¡±

Algunos adolescentes que se autolesionan pueden buscar la deseabilidad social, es decir, que se hable de ellos, aunque sea en un tono preocupante. Tambi¨¦n pueden querer escapar de situaciones dolorosas, como la convivencia con unos padres que tienen una relaci¨®n conflictiva, o intentar hacer frente a una situaci¨®n de acoso escolar o a una dependencia al juego online. En suma, un nivel alto de malestar emocional suele preceder a la autolesi¨®n y venir seguido de una reducci¨®n moment¨¢nea del estr¨¦s. Pero este ciclo se repite inexorablemente si el problema central no se afronta de forma adecuada.

Estas conductas son m¨¢s frecuentes en adolescentes con baja autoestima o que sufren otros problemas cl¨ªnicos, en particular el trastorno l¨ªmite de la personalidad, alteraciones de la conducta alimentaria, consumo abusivo de sustancias adictivas y autismo. Pero tambi¨¦n la sensaci¨®n de soledad o la percepci¨®n de falta de apoyo pueden poner en marcha estas conductas autolesivas. En definitiva, una situaci¨®n estresante puede ser el desencadenante en j¨®venes con un precario equilibrio emocional.

Al aumento de las autolesiones en adolescentes vulnerables ha contribuido el uso descontrolado de internet y, en concreto, la difusi¨®n de im¨¢genes expl¨ªcitas en Instagram y otras redes sociales, que pueden llegar a tener un efecto contagio. Si los j¨®venes, especialmente cuando tienen muchos seguidores, se cortan en un estado de aparente placidez, se fotograf¨ªan, lo cuelgan en Instagram y reciben un me gusta, alientan a otras personas a imitar su conducta.

Sin embargo, hay diferencias entre las autolesiones y los gestos suicidas. Las autolesiones responden a estados emocionales de ira, malestar profundo o angustia, mientras que los gestos suicidas se relacionan habitualmente con ideaci¨®n suicida reiterada, sentimientos profundos de desesperanza y deseos persistentes de poner fin a la vida. Asimismo los m¨¦todos empleados en las autolesiones son menos graves y generalmente no son lo suficientemente peligrosos como para causarles la muerte.

Si bien en las autolesiones no hay una intencionalidad expl¨ªcitamente autol¨ªtica, constituyen un factor de riesgo futuro y pueden ser una antesala del suicidio, especialmente si hay sintomatolog¨ªa depresiva, problemas psiqui¨¢tricos familiares o antecedentes de suicidio en el entorno pr¨®ximo. Por ello, es importante la b¨²squeda de ayuda psicol¨®gica para adquirir estrategias de regulaci¨®n emocional y de soluci¨®n de problemas, hacer frente al estr¨¦s de forma efectiva, incorporar h¨¢bitos saludables y rodearse de un apoyo familiar y social adecuado. Se trata, en ¨²ltimo t¨¦rmino, de detectar las fuentes de estr¨¦s y de afrontar los desaf¨ªos emocionales con recursos psicol¨®gicos adaptativos.

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