Emilia G¨®mez Pardo, bi¨®loga: ¡°Esas jornadas laborales que llevamos la mayor¨ªa de la poblaci¨®n son un ataque a la salud¡±

¡°Algo no se est¨¢ haciendo bien. Individualmente y como sociedad¡±, resopla con pesar Emilia G¨®mez Pardo, bi¨®loga molecular de formaci¨®n y divulgadora cient¨ªfica de profesi¨®n. Las enfermedades relacionadas con el estilo de vida est¨¢n creciendo y el futuro pinta poco halag¨¹e?o, augura la experta (Zaragoza, 62 a?os): una epidemia de obesidad se expande por el planeta en ni?os y mayores y el c¨¢ncer crece sin pausa a edades cada vez m¨¢s tempranas.

Hay que revertir los malos h¨¢bitos, como el consumo de tabaco y alcohol, y atajar la mala alimentaci¨®n, el sedentarismo, el estr¨¦s y el mal dormir que enferma a la calle, advierte G¨®mez Pardo, que es doctora en Bioqu¨ªmica y Biolog¨ªa Molecular y tiene un m¨¢ster en Nutrici¨®n y Salud. ¡°Primum non nocere¡±, repite como un mantra en una entrevista por videoconferencia con EL PA?S. Primero, no hacer da?o. El antiqu¨ªsimo principio que fij¨® las l¨ªneas inquebrantables de la medicina es el hilo de partida del que tira esta divulgadora y asesora en salud en su libro M¨¢s vida, menos c¨¢ncer (Arpa Pr¨¢ctica, 2023) para ayudar a prevenir una de las enfermedades m¨¢s devastadoras: el c¨¢ncer.

En un ejercicio de pedagog¨ªa y divulgaci¨®n de la ciencia m¨¢s compleja, G¨®mez Pardo pone negro sobre blanco la evidencia disponible en prevenci¨®n. Sin contemplaciones, desmonta mitos y creencias sobre el c¨¢ncer y deja sobre la mesa las herramientas que pueden ayudar a sortear esta enfermedad. Minimizar los riesgos est¨¢ en manos de cada uno, resuelve: ¡°0% de culpa, 100% de responsabilidad¡±. Spoiler: no hay recetas m¨¢gicas.

Pregunta. ?Hasta qu¨¦ punto se puede evitar el c¨¢ncer?

Respuesta. El c¨¢ncer es una enfermedad compleja y son muchas las cuestiones que influyen. Primero, las caracter¨ªsticas individuales en las que no tenemos manejo, como la edad, el sexo y la gen¨¦tica. Luego, est¨¢ el estilo de vida, que es lo que m¨¢s podemos manejar, y los factores ambientales, que hay algunos que s¨ª que podemos controlar, como la radiaci¨®n ultravioleta o las pr¨¢cticas sexuales de riesgo. Cuando tenemos en cuenta todas las variables que nosotros podemos manipular, las del estilo de vida y los factores ambientales, la ciencia habla de que hasta el 50% se podr¨ªan evitar. Cuando quitamos los factores ambientales y solo hablamos del estilo de vida, entonces es el 30% o 40% [los que se podr¨ªan evitar]. Al final, son cifras tan contundentes en s¨ª mismas que, incluso barajando la m¨¢s bajita (el 30%), y sin tener en cuenta el incremento de incidencia, que en Espa?a es una barbaridad, estamos hablando de 84.000 c¨¢nceres al a?o que se podr¨ªan evitar. En 10 a?os, 840.000, casi un mill¨®n.

P. Usted propone una ¡°polip¨ªldora sin efectos secundarios¡± y secundada por la ciencia para prevenir el c¨¢ncer. ?En qu¨¦ consiste?

R. La polip¨ªldora tiene un efecto sin¨¦rgico, pero cada uno de los elementos de la p¨ªldora tiene su acci¨®n positiva. En el caso de un estilo de vida, cada una de las partes, como la alimentaci¨®n o la actividad f¨ªsica, tienen su efecto positivo. Estar en peso normal y evitar comportamientos de riesgo, como el consumo de alcohol o el tabaquismo, tambi¨¦n tiene efectos positivos. Cada uno, e independientemente de los dem¨¢s, tiene mucho impacto en la salud, pero cuando se hace al completo todo, el efecto es tan claro como que podemos vivir 10 a?os m¨¢s libres de enfermedad. Adem¨¢s, si nos focalizamos en c¨¢ncer, con esa polip¨ªldora conseguimos reducir el 40% [de los tumores]. Pero es que la misma polip¨ªldora reduce las enfermedades cardiovasculares, la diabetes, el alzh¨¦imer, el p¨¢rkinson, las enfermedades gastrointestinales, depresiones¡­ Lo que hace esta polip¨ªldora es proteger la salud, que es nuestro bien m¨¢s preciado.

P. Esta estrategia no es nueva. La gente sabe que fumar es malo y hacer ejercicio es bueno, pero ?por qu¨¦ no hacen caso a estas recomendaciones?

R. Son muchas variables. La primera es la condici¨®n humana de que nos sentimos todos invulnerables, ese pensamiento m¨¢gico de ¡°a m¨ª no me va a pasar¡±. Tambi¨¦n, desde el punto de vista fisiol¨®gico, creo que las personas desconocen de verdad el impacto tan tremendo, para bien o para mal, de cualquiera de nuestros actos. Yo no creo que las personas sean conscientes de que, cuando eligen comer una hamburguesa con patatas fritas ultraprocesad¨ªsimas en vez de un plato vegetal, est¨¢n impactando en su salud. Cada comida es importante. Cada vez que no te levantas de la silla est¨¢s decidiendo qu¨¦ haces con tu vida. Y luego, por otra parte, vivimos en un ambiente que no favorece nada: no tenemos tiempo, hay alimentos ultraprocesados por doquier, baratos y que se presentan como solucionadores de problemas¡­

¡°Esperamos una crisis sin parang¨®n: ni?os con sobrepeso pueden llegar a ser adultos enfermos¡±

P. Dice en el libro que la mayor amenaza para la salud somos nosotros mismos y nuestras decisiones. ?Tan mal lo hacemos?

R. Muy mal. Pero nada de culpa, no se puede culpar a las personas, sino al sistema. Lo hacemos muy mal porque nadie nos ense?a a hacerlo bien. En la encuesta de salud, el 70% de las personas dicen que llevan una alimentaci¨®n saludable, pero la realidad es muy tozuda: puedes decir lo que quieres, pero los datos son los que son y en Espa?a hay casi 300.000 c¨¢nceres nuevos cada a?o y est¨¢ incrementando. Todas las enfermedades relacionadas con el estilo de vida no hacen m¨¢s que aumentar, as¨ª que algo no estamos haciendo bien a nivel individual y como sociedad.

P. Usted dice que nuestra salud se ha convertido ¡°en un producto comercial¡±. ?C¨®mo se reparten las responsabilidades de cada uno y de la industria?

R. La salud es una responsabilidad compartida, pero al final, una tabacalera puede hacer la publicidad que quiera, pero el acto ¨²ltimo de coger o no el cigarro es una decisi¨®n individual. Pero, lo que no puede permitirse es confundir a la persona: el que decide coger un cigarro, comer algo o quedarse sentado en la silla, tiene que ser muy consciente del impacto, no puede estar enga?ado. No nos pueden vender falsas ilusiones, hay que despertar el esp¨ªritu cr¨ªtico.

P. ?Solo hay un buen estilo de vida? Cada vez surgen m¨¢s opciones que prometen m¨¢s y mejor salud.

R. Hay uno, pero se puede aplicar perfectamente con sus variaciones a la cultura, a la edad, a la situaci¨®n y a los gustos, que son muy importantes. Un estilo de vida tiene que ser compatible con tus gustos, porque si no, no es sostenible en el tiempo. Pero solo hay uno: primero, evitar comportamientos de riesgo, si dejas de hacerte da?o, ya tienes mucho camino; y luego, usemos la forma de vivir a nuestro favor: el estilo de vida es un escudo protector y solo hay una alimentaci¨®n sana y solo hay una manera de vida activa, que es moverse.

P. Usted hace una declaraci¨®n de intenciones: este libro va de ciencia, no de mitos, ni creencias. ?Hay mucho intruso en la prevenci¨®n del c¨¢ncer?

R. Hay mucho intruso en todo lo que tiene que ver con la salud. Demasiados. Como todos tenemos cuerpo, todos sabemos, y como la salud es un negocio, hemos empezado a ir a peor. Las grandes afirmaciones deben de estar sustentadas por grandes evidencias.

P. ?C¨®mo afectan esas varitas m¨¢gicas que se prometen en redes, por ejemplo, en los resultados en salud?

R. Es humano agarrarte al pensamiento m¨¢gico, pero tambi¨¦n hay que luchar contra eso. La salud es una cosa que se trabaja 24 horas al d¨ªa y no hay nada, absolutamente nada, milagroso. Estas recetas m¨¢gicas obvian el resto: salud es tomarse a las siete de la ma?ana un vaso de agua con tres gotas de lim¨®n, ?y el resto qu¨¦? La salud no es eso, es hacerlo todo moderadamente bien con constancia. No hay ning¨²n alimento que por s¨ª solo tenga efectos beneficiosos.

P. Se est¨¢ adelantando la edad de aparici¨®n de algunos tumores. ?Es por los malos h¨¢bitos?

R. Malos h¨¢bitos, estilo de vida y condiciones ambientales. Por primera vez en la historia, la esperanza de vida est¨¢ disminuyendo.

P. Dentro de los malos h¨¢bitos, ?el tabaco es el enemigo p¨²blico n¨²mero uno?

R. El enemigo p¨²blico n¨²mero uno. Cuando hablamos de c¨¢ncer, es el responsable del 33% de ellos y no solo de pulm¨®n. Si se dejara de fumar, el c¨¢ncer de vejiga ser¨ªa una enfermedad rara. En c¨¢ncer tambi¨¦n hay que distinguir entre causa, como el tabaco, que es la principal causa, y la asociaci¨®n: la alimentaci¨®n tiene que ver con uno de cada tres c¨¢nceres, no porque sea causa, pero tiene mucho que decir en el desarrollo del proceso oncol¨®gico.

Llegar a la adolescencia con kilos de m¨¢s es una puerta de entrada a un mont¨®n de patolog¨ªas¡±

P. A prop¨®sito de la alimentaci¨®n, la obesidad est¨¢ creciendo en todo el mundo, tambi¨¦n a edades muy tempranas. ?Qu¨¦ esperan?

R. Esperamos una crisis enorme y tremenda, sin parang¨®n. Ni?os con sobrepeso pueden acabar siendo adultos enfermos porque estas condiciones se arrastran a lo largo de la vida. Entrar en la adolescencia con kilos de m¨¢s es una puerta de entrada a un mont¨®n de patolog¨ªas. Nuestros ni?os tienen colesterol, hipertensi¨®n¡­ ?es una locura!

P. Hablando de nutrici¨®n, ?por d¨®nde empezamos?

R. Es tan f¨¢cil de decir como dif¨ªcil de hacer. Tiene que ser una alimentaci¨®n mayoritariamente vegetal, focalic¨¦monos en positivo en el consumo de frutas y verduras e iremos desplazando alimentos nocivos. Si lo hacemos desde la restricci¨®n, est¨¢ claro que no funciona porque basta que nos proh¨ªban, para que nos apetezca. Focal¨ªzate, para empezar, en la verdura que quieras, la que te guste, y proponte cumplir la recomendaci¨®n de verduras y frutas.

P. Hay muchos suplementos diet¨¦ticos que prometen ayudar a cubrir determinados nutrientes. ?Esto es coger un atajo en el camino de la alimentaci¨®n sana? ?Te lleva al mismo sitio?

R. Es absolutamente contraproducente. Es una estrategia de la industria. Nos hemos desconectado del acto de comer, que es lo que le da al cuerpo nutrientes. El cuerpo es una m¨¢quina compleja, no puede haber una soluci¨®n sencilla. Llevamos miles de a?os en la tierra y nunca ha habido estos suplementos: los nutrientes se comen a trav¨¦s de los alimentos y cuando llevas una alimentaci¨®n sana, no necesitas ning¨²n nutriente, salvo que el m¨¦dico te lo detecte.

P. En cuanto al ejercicio, en el libro tira de refranero popular: Poca cama, poco plato y mucho zapato. ?Cu¨¢l es la consigna que propone?

R. Ese refr¨¢n nos habla de movimiento, no de ir al gimnasio a hacer pesas, que tambi¨¦n, o de ir al gimnasio a machacarnos de siete a ocho y luego el resto del d¨ªa, tumbados. La vida activa es moverse. Hay que moverse cada d¨ªa y cuanto m¨¢s te muevas, mejor. Si adem¨¢s haces ejercicio, perfecto, pero es mucho m¨¢s importante identificar que el cuerpo est¨¢ dise?ado para moverse. Esas jornadas laborales que llevamos a la mayor¨ªa de la poblaci¨®n es un ataque a la salud.

Si se dejara de fumar, el c¨¢ncer de vejiga ser¨ªa una enfermedad rara¡±

P. A prop¨®sito del alcohol, siempre hay controversia en la comunidad cient¨ªfica sobre las presuntas bonanzas de este producto, como, por ejemplo, su capacidad cardioprotectora. ?Eso confunde a la gente? ?Cu¨¢l es el mensaje?

R. Confunde tanto, que todav¨ªa hay m¨¦dicos hoy en d¨ªa, que siguen recomendando una copita de vino aduciendo sus beneficiosos efectos cardiovasculares, que no existen, no son tales. Hay evidencia tan contundente y probada de que el alcohol es malo a cualquier dosis, que la controversia deber¨ªa de estar zanjada hace mucho tiempo. La recomendaci¨®n de alcohol es cero, no hay un consumo compatible con la salud. Y en el supuest¨ªsimo caso que fuera bueno para la salud cardiovascular, que no lo es, es que no somos solo coraz¨®n. Estamos hablando de una sustancia que es mutag¨¦nica, neurot¨®xica y adictiva. Para todo, un consumo bajito de alcohol es malo.

P. ?Estamos siempre a tiempo de cambiar los h¨¢bitos?

R. Siempre. T¨² no sabes c¨®mo ha reaccionado tu cuerpo. Cuando hablamos de c¨¢ncer, la ¨²ltima variable es el azar. Nunca es tarde, pero hay que empezar, no lo retrases m¨¢s, empieza hoy.

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