¡®Kinkeeping¡¯, el agotador trabajo invisible que mantiene a la familia unida
Distintos estudios reivindican este trabajo emocional, invisibilizado y eminentemente femenino que juega un rol crucial en los hogares
Ana Torrado, administrativa madrile?a de 52 a?os, no ten¨ªa ni idea de qu¨¦ es el kinkeeping hasta hace un minuto. ¡°Pero ahora que lo mencionas te dir¨¦ que estoy totalmente de acuerdo con esa idea¡±, reconoce en un intercambio de mensajes. El kinkeeping es la tarea invisible de mantener a la familia unida. Se basa en la comunicaci¨®n y la organizaci¨®n, en crear y mantener tradiciones familiares. En llamar para preguntar qu¨¦ tal y que si vienes a comer a casa el domingo. Es el pegamento que mantiene unida a la familia. Este t¨¦rmino sociol¨®gico se empez¨® a usar a mediados del siglo XX, pero ha empezado a ganar tracci¨®n en los ¨²ltimos a?os. Muchas mujeres como Torrado desconocen la palabra, pero casi todas se sienten identificadas al poner un par de ejemplos.
¡°Llevar una casa no es solo hacer la compra, limpiar y cocinar¡±, explica Torrado, que lleva casada 26 a?os, tiene dos hijos de 21 y 16 y una madre de 82. ¡°Significa poner lavadoras casi a diario porque mis hijos juegan en un equipo deportivo. Significa estar pendiente del calendario por si tienes alguna cita m¨¦dica. Significa que, si alg¨²n familiar cercano cumple a?os, les tienes que recordar a tus hijos y marido que les feliciten, y luego comprar el regalo en nombre de todos. Si organizamos una fiesta, en una familia numerosa como la m¨ªa, significa preparar la comida teniendo en cuenta a los al¨¦rgicos al huevo, a los vegetarianos o a los que toman la cerveza sin alcohol¡ Y si dejara que mi marido lo organizara, seguro que no tendr¨ªa en cuenta tantos detalles¡±. El kinkeeping es, como lo define Torrado, una carrera de fondo. Y lo m¨¢s frustrante es que al llegar a la meta, no siempre hay alguien para celebrarlo.
Las menciones a las kinkeepers empezaron a aumentar en la literatura sociol¨®gica en los a?os ochenta y noventa. ¡°Pero era habitual considerar estas actividades menos dignas de investigaci¨®n emp¨ªrica que otros temas con mayor impacto econ¨®mico, como los efectos del empleo materno en el desarrollo infantil¡±, explica Laura Brown, soci¨®loga de la Universidad de Nueva York y una de las mayores expertas mundiales en kinkeeping. Por eso apenas hay estudios longitudinales de calidad sobre el tema. Ella lleva m¨¢s de una d¨¦cada llenando este vac¨ªo de conocimiento. En un estudio de 2010, Brown analiz¨® los patrones de parentesco de 227 familias. El estudio confirm¨® que el kinkeeping era un fen¨®meno mayoritariamente femenino y se?al¨® sus consecuencias.
Los hijos de una pareja heterosexual suelen estar m¨¢s vinculados con sus abuelos maternos que con los paternos, hasta en 22 puntos sobre 100 seg¨²n el estudio. La preferencia materna se manten¨ªa incluso si los abuelos paternos viv¨ªan m¨¢s cerca. Esta idea ha sido refrendada en numerosos estudios que han bautizado el fen¨®meno como la ventaja matrilineal. Las mujeres dan mayor importancia a la familia y trabajan activamente para mantenerla unida, por eso, en una pareja con hijos, prevalece siempre la cercan¨ªa a la familia materna. No se sabe si esta diferencia tiene un origen biol¨®gico o cultural, pero es un fen¨®meno ampliamente estudiado.
Estos efectos son mucho m¨¢s evidentes cuando sucede un evento traum¨¢tico en el n¨²cleo familiar, como se?ala Brown: ¡±Mi colega de investigaci¨®n Sara DeRycke y yo descubrimos que cuando la generaci¨®n intermedia se divorciaba, se produc¨ªa un aumento de los comportamientos de kinkeeping por parte de los abuelos maternos, y una disminuci¨®n del mismo (y del contacto) por parte de los abuelos paternos¡±. Esto era especialmente patente en los a?os inmediatamente posteriores al divorcio y era m¨¢s pronunciado hace unos a?os, porque las mujeres sol¨ªan quedarse con la custodia y los padres con un r¨¦gimen de visitas. No hay literatura cient¨ªfica al respecto, pero cabe pensar que con la normalizaci¨®n de las custodias compartidas, estos efectos se han diluido.
El kinkeeping se empez¨® a estudiar hace m¨¢s de medio siglo. La situaci¨®n de las mujeres ha cambiado mucho en este tiempo, con su incorporaci¨®n al mercado de trabajo y una concienciaci¨®n social de las desigualdades de g¨¦nero. Pero a pesar de los cambios, este fen¨®meno se ha mantenido como algo eminentemente femenino. Brown se?ala posibles causas. ¡°Probablemente, haya un componente biol¨®gico, pero tambi¨¦n podr¨ªa remontarse a las primeras sociedades humanas de cazadores/recolectores, en las que los hombres cazaban, mientras que las mujeres permanec¨ªan en las aldeas y, literalmente, manten¨ªan encendidos los fuegos del hogar¡±. Adem¨¢s, explica, hay un factor ambiental que se empieza a manifestar desde la infancia. A las ni?as se las educa para cuidar desde peque?as, con mu?ecas y juegos de casitas desde muy peque?as. ¡°Ense?amos a nuestras hijas y nietas a cuidar de la familia, pero no formamos a nuestros hijos o nietos para ser padres o cuidadores¡±, lamenta la experta. ¡°En las sociedades en las que existe una fuerte demarcaci¨®n entre los roles de g¨¦nero, los efectos son a¨²n m¨¢s pronunciados, ya que se ridiculiza a los ni?os por ser sensibles o cari?osos, porque se concibe estas virtudes como poco varoniles¡±. Las diferencias se gestan en la ni?ez y los resultados son evidentes al llegar a la edad adulta.
En un estudio de 2017 de la Universidad de Nebraska se pidi¨® a voluntarios que se identificaran con el rol de kinkeeper. El 91% de los que se presentaron fueron mujeres. Las usuarias de la aplicaci¨®n Kinkeeper (que sirve para organizar la vida familiar) son mujeres en una proporci¨®n de tres a uno, seg¨²n los datos internos que facilita Jill Micha, fundadora de la empresa. ¡°Creo que las mujeres hemos llevado ese peso durante generaciones porque creemos que muchas cosas importan¡±, reflexiona Micha. ¡°A veces importan de verdad y otras no tanto, pero hemos hecho de la atenci¨®n a las necesidades de los dem¨¢s una prioridad, convirti¨¦ndola as¨ª en una norma cultural y multigeneracional. Eso hace que las mujeres se sientan tan valiosas como agotadas¡±. Los datos parecen darle la raz¨®n. El 68% de las madres aseguran sufrir agotamiento parental frente a un 48% de los hombres.
Ejercer el rol de kinkeeper supone un esfuerzo emocional y de tiempo que no todo el mundo est¨¢ dispuesto a hacer. Pero reporta un beneficio claro y colectivo. Las investigaciones sugieren que la calidad de los v¨ªnculos familiares tiene un enorme impacto en la salud, la felicidad e incluso la longevidad. ¡°La desigualdad en esto es que es un beneficio del que disfrutan muchos y se ocupan de producirlo solo ellas¡±, explica Bel¨¦n Alfonso, psic¨®loga especialista en estudios de g¨¦nero.
¡°No s¨¦ hasta qu¨¦ punto las familias son entidades s¨®lidas que se mantienen unidas a lo largo del tiempo o si esta uni¨®n depende de personas concretas que ejercen este rol de forma m¨¢s o menos elegida o impuesta¡±, reflexiona Alfonso. ¡°Pero est¨¢ claro que mantener sanas las relaciones vinculares requiere de un trabajo emocional¡±. Este trabajo, se?ala la psic¨®loga, ha sido invisibilizado durante a?os. Por eso es importante buscarle un nombre y estudiar su impacto. ¡°El concepto de kinkeeper viene a echar luz sobre la existencia de este trabajo y sobre el hecho de que lo realizan, mayoritariamente, las mujeres de la familia. Y aqu¨ª hay una gran expresi¨®n de desigualdad¡±.
El concepto de familia nuclear tradicional, entendida como pareja heterosexual con hijos biol¨®gicos compartidos, ha evolucionado, explica Alfonso. Ha perdido su hegemon¨ªa. ¡°Hace mucho tiempo que en las ciencias sociales cuando hablamos de familia nos referimos a las m¨²ltiples formas que puede adoptar un sistema familiar en el que circulan afectos, tradiciones y se cumplen roles de socializaci¨®n¡±. Pero en todas estas familias diversas hay un punto en com¨²n, la figura del kinkeeper es imprescindible para mantenerlas unidas.
En los ¨²ltimos a?os, se ha empezado a hablar mucho sobre la familia elegida. Pero en las sociedades modernas, mantener el v¨ªnculo con la familia biol¨®gica una vez se sobrepasan los 18 a?os es tambi¨¦n una elecci¨®n. Las familias extensas son elegidas en la medida en la que esos v¨ªnculos se pueden romper o fortalecer. Con la creciente diversidad en la estructura de edad, composici¨®n y formas dentro de las familias, es m¨¢s importante que nunca explorar el pegamento que une a un grupo de personas a trav¨¦s del tiempo, la distancia y el divorcio. Los soci¨®logos estadounidenses lo llaman kinkeeping, pero al final es algo tan simple y concreto como cuando te llama tu madre para preguntar qu¨¦ tal est¨¢s y te pide que vengas a comer a casa el domingo.
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