La justicia obliga a leer los trabajos para acreditar los m¨¦ritos de investigaci¨®n en la Universidad
El Supremo da la raz¨®n a una profesora y dice que no basta con tener en cuenta la revista en la que se publican los estudios
Amparo S¨¢nchez, profesora de Econom¨ªa Financiera y Contabilidad de la Universidad de Extremadura, recibi¨® una nota muy baja en dos de los trabajos que present¨® en 2014 al proceso de valoraci¨®n de sus m¨¦ritos investigadores ¡ªlos famosos sexenios que dan acceso a mejoras salariales y a ciertas actividades dentro de los campus¡ª porque se hab¨ªa publicado en ¡°un medio [revista] inadecuado¡±; el tribunal evaluador ni siquiera se lo hab¨ªa le¨ªdo. Se trata del sistema habitual para agilizar unos procesos masivos ¡ªlos trabajos se califican simplemente por el prestigio internacional de la revista en la que fueron publicados¡ª, pero S¨¢nchez recurri¨® la decisi¨®n porque le parec¨ªa injusta, ya que defend¨ªa la calidad de esas dos investigaciones. Y, ahora, el Tribunal Supremo le ha dado la raz¨®n y obliga a los evaluadores a leer los trabajos para poder valorarlos, por lo menos, los que no est¨¢n en los listados de revistas prestigiosas, que hasta ahora quedaban excluidos inmediatamente de alcanzar la m¨¢xima puntuaci¨®n. S¨¢nchez espera conseguir ahora el sexenio que le negaron entonces, cuenta.??
¡°Las investigaciones, las aportaciones presentadas por los interesados, no pueden dejar de examinarse solo por el hecho de que no se publicaran en las revistas o medios incluidos en los ¨ªndices o listados identificados [¡]. Ni tampoco est¨¢n excluidos por esa sola raz¨®n de la m¨¢xima valoraci¨®n permitida [¡]. Depender¨¢ de su contenido la evaluaci¨®n que merezcan¡±, dice la sentencia de la Secci¨®n Cuarta de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo firmada el pasado 12 de junio.?
¡°Recibimos anualmente 10.000 solicitudes de sexenios para resolver en cuatro meses. Existe en cada disciplina unos criterios est¨¢ndar para valorar la calidad de un trabajo, sustentados en 21 elementos: donde p¨²blicas, la revista, evaluadores de esas revistas, y el n¨²mero de citas que ese art¨ªculo ha generado", explica?Jos¨¦ Arn¨¢ez Vadillo,?director de la?Agencia Nacional de Evaluaci¨®n de la Calidad y Acreditaci¨®n (Aneca), organismo encargado de centralizar cada a?o, a trav¨¦s?la Comisi¨®n Nacional Evaluadora de la Actividad Investigadora, el proceso de acreditaci¨®n de los sexenios de los profesores universitarios espa?oles.?Arn¨¢ez Vadillo a?ade que s¨ª se va a analizar el contenido, pero solo el de aquellos estudios que no est¨¦n en publicados en las revistas de m¨¢s prestigio.?¡°Puede ocurrir que se detecte que un trabajo tiene calidad, pero no est¨¢ en esos repositorios [el listado de revistas], entonces s¨ª se analizar¨¢. Los otros, ?para qu¨¦ vas a leer un art¨ªculo publicado en una revista con 3.000 citas? No tiene sentido. La sentencia dice que, a la hora de responder a los recursos no favorables, hay que utilizar otros criterios de valoraci¨®n, as¨ª que vamos a explicar por qu¨¦ un trabajo no ha sido valorado positivamente¡±.
S¨¢nchez estaba convencida de la calidad de las publicaciones que hab¨ªa presentado en su d¨ªa y por esa raz¨®n, representada por el abogado Jos¨¦ Antonio Garc¨ªa Rueda, se embarc¨® en un periplo que comenz¨® por un recurso a la decisi¨®n de la Aneca (rechazado), un juicio contencioso administrativo que tambi¨¦n perdi¨® en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid y, finalmente, en el recurso de casaci¨®n en el Supremo que s¨ª ha acabado d¨¢ndole la raz¨®n. Pero, m¨¢s all¨¢ de su caso, insiste, espera que el resultado sirva a todos los profesores que han sufrido un sistema injusto.
"Desde su propio origen, el sistema es inviable por ser imposible que una comisi¨®n pueda leer y revisar tama?a cantidad de publicaciones. Y esta inviabilidad es la que ha dado lugar a que, de facto, el sistema haya degenerado hacia una evaluaci¨®n por el continente y no por el contenido. Lo que es absolutamente contrario a la propia esencia de la instituci¨®n universitaria y, a¨²n m¨¢s, repugna al sentido com¨²n", se?ala S¨¢nchez. Ahora, la Aneca revisar¨¢ aquel proceso que le dej¨® sin sexenio hace unos a?os, pero esta vez, el resultado s¨ª depender¨¢ del contenido de todos sus trabajos.? ??
Los sexenios son la manera de medir los m¨¦ritos investigadores de los profesores universitarios, medidos en periodos, l¨®gicamente, de seis a?os; una vez al a?o, distintos tribunales de cada ¨¢rea valoran los m¨¦ritos que les presentan los candidatos. Estas distinciones dan acceso a complementos de productividad en el salario que establecen las universidades; en la de Extremadura, por ejemplo, el primer sexenio significa 650 euros m¨¢s al a?o; el sexto (que es el nivel m¨¢ximo), 2.700 euros.
Pero, adem¨¢s, los sexenios son necesarios para participar en ciertas tareas, por ejemplo, para poder dirigir tesis doctorales o participar en doctorados de calidad. Y, desde 2012, es necesario tener un ¡°sexenio vivo¡±, es decir, conseguido en los ¨²ltimos seis a?os, para evitar que la universidad aumente la carga docente de un profesor alegando que est¨¢ investigando poco. Por ¨²ltimo, los sexenios tambi¨¦n se tienen en cuenta, por ejemplo, en el proceso al que tienen que someterse los profesores titulares de la universidad p¨²blica que quieren convertirse en catedr¨¢ticos.?
Un giro kafkiano al final del trayecto
El proceso de Amparo S¨¢nchez ha discurrido paralelo al de un compa?ero de su equipo de investigaci¨®n que prefiere no dar a conocer su nombre. ?l tiene las mismas publicaciones que la docente, las mismas que fueron valoradas sin leer por el tribunal de valoraci¨®n, que le neg¨® un nuevo sexenio. Tambi¨¦n recurri¨® esa decisi¨®n y tambi¨¦n perdi¨® en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid con unos argumentos similares, cuenta el investigador.
Sin embargo, su recurso de casaci¨®n cay¨® en la Secci¨®n Primera de la Sala de lo Contencioso-administrativo del Tribunal Supremo ¡ªla de S¨¢nchez se vio en la Cuarta¡ª y no fue admitido a tr¨¢mite.
¡°El hecho de que el Supremo haya acogido uno y no el otro, aun trat¨¢ndose de casos id¨¦nticos, no empa?a nuestro respeto por las resoluciones judiciales¡±, se?alan tanto S¨¢nchez como el otro profesor afectado. Su intenci¨®n es pedir la reapertura de su expediente despu¨¦s de que la agencia de evaluaci¨®n revise el de su compa?era.
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