¡°Un kil¨®metro de pedaleo ahorra 0,25 euros a la ciudad¡±
Mikael Colville-Andersen, referente mundial de la bicicleta, destaca el auge del ciclismo urbano en Barcelona y Sevilla frente al retraso de Madrid
Mikel Colville-Andersen asesora desde hace a?os a ciudades de todo el mundo sobre las bondades de desplazarse en bicicleta, quitar coches de las calles ¡°y salvar vidas¡± al reducirse la contaminaci¨®n y los accidentes. Este urbanista, referente internacional en movilidad sostenible y fundador de la consultora Copenhagenize, analiza 150 ciudades de todo el mundo y publica cada dos a?os un ranking con las 20 primeras en red ciclista. En Espa?a, solo Sevilla y Barcelona se han abierto hueco en el selecto grupo, aunque ciudades como Valencia, San Sebasti¨¢n, Vitoria o Zaragoza ¡°vienen empujando fuerte¡±, advierte Colville-Andersen, que visit¨® esta semana Valencia, invitado por el Ayuntamiento, para hacer pegadog¨ªa sobre la movilidad sostenible.
¡°Hay un ansia por la bici en todo el mundo. Creo que es un potente instrumento para mejorar la vida en las ciudades¡±, asegura este experto de origen canadiense-dan¨¦s. ¡°Las ciudades con m¨¢s tradici¨®n ciclista tienen una infraestructura propia, segregada del resto y bien conectada; es el primer paso para conseguir una movilidad sostenible. ¡°El uso del coche tiene que ser m¨¢s dif¨ªcil, m¨¢s caro, al rev¨¦s de lo que sucede ahora. Y hay que dar prioridad al peat¨®n, al transporte p¨²blico y a la bici¡±, apunta.
¡°La llegada del coche fue un invento fant¨¢stico pero el error fue llenar la ciudad de ellos¡±, reflexiona. ¡°Hay que cambiar la pregunta que se hac¨ªan ingenieros y urbanistas en el siglo XX sobre cu¨¢ntos veh¨ªculos motorizados se pueden meter en una calle. Cuantos m¨¢s mejor. En el urbanismo del siglo XXI, la pregunta es cu¨¢nta gente podemos transportar. Y el resultado es un dise?o urbano donde las aceras son m¨¢s anchas, aparece el tranv¨ªa, los carriles bici son m¨¢s amplios y queda un vial para el veh¨ªculo motorizado¡±, describe. Seg¨²n Colville-Andersen, en las ciudades de nuestro tiempo, m¨¢s densas y complejas, el coche puede ser un invitado, porque evidentemente no va a desaparecer, pero no ser¨¢ el protagonista.
El urbanista apuesta por medios de transporte m¨¢s respetuosos con el medio ambiente y m¨¢s saludables para la poblaci¨®n. En Dinamarca existe la cultura de medirlo todo. En Copenhague, por ejemplo, un 42% de los desplazamientos de las afueras al centro se realiza en bici, porcentaje que crece hasta el 63% si los movimientos son dentro de la ciudad. ¡°Cada vez que una persona pedalea un kil¨®metro la ciudad se ahorra 25 c¨¦ntimos de euro, mientras este mismo desplazamiento en coche representa un gasto para la sociedad de 87 c¨¦ntimos¡±, dice. ¡°Estas cifras vienen, sobre todo, de cuatro par¨¢metros: tres son de salud y uno es de tiempo. Las personas cuando van en bicicleta van m¨¢s r¨¢pido, no se quedan atascadas en embotellamientos. Los de salud tienen que ver con que pedalear es saludable y reduce el absentismo laboral y los costes sanitarios¡±, a?ade.
Y en Espa?a, ?avanza el ciclismo urbano? Colville-Andersen destaca el caso de Sevilla, que hace una d¨¦cada desarroll¨® una red ciclista importante y en poco m¨¢s de cuatro a?os pas¨® del 0,2% de desplazamientos en bicicleta al 7%. Barcelona y Sevilla son las dos capitales espa?olas presentes en los 20 primeros puestos del ¨ªndice que elabora su consultora. Madrid, por el contrario, es "un agujero negro" porque no parece que haya una voluntad firme de que sea una ciudad ciclista: ¡°No tiene las ideas claras ni una red separada y completa. Es sorprendente porque la distancia entre Madrid y otras capitales del mundo es bastante importante¡±, declara. Los pa¨ªses m¨¢s avanzados en el uso de los dos pedales son Holanda, Dinamarca, Jap¨®n, Alemania, Suecia y despu¨¦s Francia. Espa?a se est¨¢ esforzando y en EE UU el ¨ªndice crece muy lentamente.
El coche puede ser un invitado en las ciudad, porque evidentemente no va a desaparecer, pero no ser¨¢ el protagonista
Colville-Andersen, que se ha visto las caras con pol¨ªticos de m¨¢s de un centenar de ciudades del mundo, a los que ha asesorado en el dise?o de sus redes ciclistas, sostiene que cada vez hay m¨¢s gestores que apuestan por la bicicleta y se interesan por lo que viene despu¨¦s. El presidente franc¨¦s Emmanuel Macron ha anunciado un plan nacional para impulsar la bicicleta y que los desplazamientos por este medio representen el 9% del total en 2024. Colville-Andersen opina que se podr¨ªa hacer m¨¢s y matiza que son las ciudades las que est¨¢n haciendo el trabajo de transformaci¨®n, m¨¢s que los pa¨ªses. Y cita los ejemplos de Burdeos, Nantes o Par¨ªs. ¡°Si adem¨¢s Macron pone dinero, pues estupendo¡±, comenta.
El consultor no elude la mala fama que dan a la bici los ciclistas urbanos que incumplen las normas y enturbian la convivencia con los peatones. Pero advierte que [seg¨²n un estudio hecho en Copenhague], solo un 1% se comporta de este modo mientras m¨¢s del 90% cumple, se detiene en los sem¨¢foros, respeta las aceras ... ¡°Todo est¨¢ inventado. Si das a cada uno su propio espacio, no hay conflicto. Adem¨¢s tambi¨¦n se puede mejorar la conducta de los ciclistas a trav¨¦s del dise?o de la infraestructura", advierte. Colville-Andersen insiste en que la bici no puede colocarse en el mismo caj¨®n que el coche, no pueden compararse. Y subraya que el 56% de los ciudadanos [seg¨²n datos de Copenhague] elige la bicicleta para desplazarse porque es la forma m¨¢s r¨¢pida de ir de un punto a otro. Otros motivos son por salud (19%), porque es m¨¢s barato (6%) o por cuestiones medioambientales (1%).
El urbanista reconoce que el coche [o veh¨ªculo motorizado], no va a desaparecer. No importa si queremos usarlo para ir de Madrid a Barcelona en lugar del tren, "pero tenemos que sacarlos de nuestras ciudades que es donde vivimos nosotros y nuestros hijos y salvar vidas",? concluye rotundo.
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