?Tenemos energ¨ªa para tanto coche el¨¦ctrico?
El litio, cobalto y n¨ªquel necesario para las bater¨ªas son minerales estrat¨¦gicos cuyo precio tiene gran volatilidad
El Gobierno prohibir¨¢ matricular y vender coches con motores de combusti¨®n a partir de 2040. Se incluyen los de gasolina, di¨¦sel y tambi¨¦n los h¨ªbridos, que combinan uno de combusti¨®n con otro el¨¦ctrico. El anuncio implica que en esa fecha los veh¨ªculos que se pongan en circulaci¨®n tendr¨¢n que utilizar exclusivamente electricidad como energ¨ªa o ser capaces de generarla ellos mismos a partir de fuentes alternativas y limpias, como el hidr¨®geno.
?Cu¨¢ndo han llegado los coches el¨¦ctricos?
En realidad hace mucho tiempo y antes incluso que los de combusti¨®n. El primero data de 1834. El coche el¨¦ctrico tuvo su primer momento de gloria a inicios del siglo XX, superando incluso en muchos aspectos a los de explosi¨®n, todav¨ªa muy precarios. Pero mejoraron su tecnolog¨ªa y su fabricaci¨®n a gran escala a partir del Ford T de 1908, relegando al olvido poco despu¨¦s a los el¨¦ctricos. D¨¦cadas m¨¢s tarde, durante la crisis del petr¨®leo de los 70, la industria del autom¨®vil volvi¨® a contemplar la electricidad como una alternativa a los combustibles f¨®siles, pero no ha sido hasta hace apenas una d¨¦cada cuando los fabricantes han ofertado dentro de sus gamas modelos con motores que se alimentan con una bater¨ªa el¨¦ctrica, inicialmente enfocados a la movilidad urbana.
?Y cu¨¢ntos hay en el mundo?
Actualmente el parque de coches el¨¦ctricos en el mundo es todav¨ªa muy peque?o en relaci¨®n con los que usan un motor de explosi¨®n. En 2017 superaron la barrera de los dos millones, que supone tan solo el 0,2% del parque total de veh¨ªculos. Y aunque las ventas progresan, el ritmo actual no ser¨ªa suficiente para alcanzar los objetivos fijados necesarios para reducir las emisiones de CO2 y contener por debajo de dos grados cent¨ªgrados la subida de temperatura por el efecto invernadero. Para conseguirlo se necesitar¨ªa alcanzar la cifra de 600 millones de veh¨ªculos el¨¦ctricos en 2040, seg¨²n datos de la Agencia Internacional de la Energ¨ªa. Son casi la mitad del parque mundial actual, por encima de los 1.200 millones. Y por ahora, solamente 10 pa¨ªses (China, Estados Unidos, Jap¨®n, Canad¨¢, Noruega, Reino Unido, Francia, Alemania, Pa¨ªses Bajos y Suecia), concentran el 95% de las ventas de este tipo de veh¨ªculos.
?Cu¨¢l es la situaci¨®n en Espa?a?
En Espa?a el crecimiento del veh¨ªculo el¨¦ctrico es m¨¢s lento que en la mayor¨ªa de los pa¨ªses europeos. Los incentivos oficiales para su adquisici¨®n han sido intermitentes y escasos en presupuesto, sin haber conseguido hacer despegar de una forma definitiva este tipo de coches. En lo que va de 2018 se han vendido 9.980 unidades, que representan tan solo el 0,9% de las matriculaciones de turismos y suman hoy un total de 14.842 el¨¦ctricos puros, solamente 3,2 por cada 10.000 habitantes. Y, por el momento, su uso se restringe casi exclusivamente a grandes ciudades, donde los el¨¦ctricos tienen a su favor esquivar las crecientes restricciones al tr¨¢fico particular.
?Y por qu¨¦ no se venden m¨¢s coches el¨¦ctricos?
La primera raz¨®n es que por ahora son muy caros, debido sobre todo al precio de sus bater¨ªas. Por eso necesitan subvenciones p¨²blicas, no siempre disponibles, para poder competir en precio con los coches tradicionales.
La segunda raz¨®n es que tienen una autonom¨ªa menor que los tradicionales y su bater¨ªa, en la mayor¨ªa de los casos, no permite realizar m¨¢s de 250 kil¨®metros sin recargarse, operaci¨®n que requiere varias horas si se utiliza un enchufe dom¨¦stico. En este campo los fabricantes mejoran muy r¨¢pidamente sus tecnolog¨ªas, los el¨¦ctricos cada vez tienen m¨¢s capacidad, son capaces de recuperar parte de la energ¨ªa mientras frenan o bajan pendientes, y ya existen modelos que superan los 600 kil¨®metros de autonom¨ªa.
Y la tercera es que no existe todav¨ªa una red de cargadores en las ciudades ni en las carreteras que facilite poder repostar de forma r¨¢pida, en cargas puntuales que rondan la media hora para el 80% de la capacidad de las bater¨ªas y que permiten desplazarse o viajar sin miedo a quedarse sin energ¨ªa, como se hace con los coches de combusti¨®n. Adem¨¢s, muchos potenciales usuarios tampoco disponen de garajes con posibilidad de enchufar el coche por la noche, cuando la electricidad suministrada baja de precio y favorece la amortizaci¨®n de los coches el¨¦ctricos frente a los convencionales. Aprovechando la tarifa nocturna, ya existen en el mercado modelos que pueden recorrer m¨¢s de 400 kil¨®metros con un gasto en electricidad de apenas cuatro euros.
?Y c¨®mo afectar¨ªa el coche el¨¦ctrico a la industria del autom¨®vil?
M¨¢s f¨¢ciles de fabricar, con menor mantenimiento y por ahora dependientes de la tecnolog¨ªa de bater¨ªas suministrada por fabricantes asi¨¢ticos, la llegada masiva de el¨¦ctricos supondr¨¢ un importante impacto en la industria automovil¨ªstica. En Espa?a este sector genera 300.000 puestos de trabajo directos y otros dos millones indirectos, el 9% de la poblaci¨®n activa. En las 17 factor¨ªas espa?olas de diferentes marcas se fabrican 43 modelos, de los que se exporta el 81,4% (13,5% del total de exportaciones espa?olas). La industria automovil¨ªstica aporta el 8,6% del PIB.
La transici¨®n energ¨¦tica requerir¨¢ una profunda reconversi¨®n del sector de la producci¨®n industrial, en el que Espa?a es actor principal ostentando el octavo puesto mundial en el ¡°top ten¡± de pa¨ªses productores de autom¨®viles, por delante de Brasil y Francia.
?Por qu¨¦ la industria todav¨ªa no se ha preparado para los cambios?
No le ha dado tiempo, porque las circunstancias se han precipitado. Las directrices m¨¢s severas sobre emisiones derivadas de la ¨²ltima Cumbre de Par¨ªs sobre el clima, las nuevas leyes de homologaci¨®n de motores y la proliferaci¨®n de pol¨ªticas cada vez m¨¢s restrictivas en las grandes urbes han acelerado la necesidad de un cambio energ¨¦tico en el transporte. El caso del fraude en la homologaci¨®n de emisiones, conocido como ¡°dieselgate¡±, tambi¨¦n ha sentenciado los turismos con motores de gas¨®leo y ha adelantado el fin de la gasolina.
?Y c¨®mo se prepara?
El desarrollo de un nuevo modelo puede llevar unos seis a?os de trabajo y los planes industriales se dise?an a largo plazo. El motor de combusti¨®n tiene todav¨ªa recorrido, gracias a nuevas tecnolog¨ªas aplicadas a los motores y a soluciones h¨ªbridas que reducen consumos y emisiones. Los fabricantes quieren completar este ciclo de transici¨®n y amortizar sus inversiones antes de sustituirlos completamente con el¨¦ctricos. La idea es que, seg¨²n las necesidades (urbanas, transporte, distribuci¨®n, etc.) hasta completar la electrificaci¨®n completa del autom¨®vil convivan diversas tecnolog¨ªas de combusti¨®n, h¨ªbridas y el¨¦ctricas que se complementen.
?Y qu¨¦ repercusi¨®n tendr¨¢ el coche el¨¦ctrico en el empleo?
Tambi¨¦n necesitar¨¢ una adaptaci¨®n general. Las exigencias de mano de obra en las f¨¢bricas son? menores en la fabricaci¨®n de coches el¨¦ctricos, ya que tienen menos piezas. Y tambi¨¦n se reducir¨¢ en el mantenimiento de los talleres ya que, al tener menos desgastes y no necesitar tanta lubricaci¨®n como los motores de explosi¨®n, su mantenimiento resulta m¨¢s sencillo. Aunque, al llegar nuevas tecnolog¨ªas de conectividad y la progresiva implantaci¨®n del coche aut¨®nomo, reclamar¨¢n nuevos empleos que tendr¨¢n que ver m¨¢s con la programaci¨®n o la gesti¨®n de flotas que con la mec¨¢nica.
?C¨®mo repercutir¨¢n en la red el¨¦ctrica? ?Ser¨¢ capaz de soportar la demanda?
Seg¨²n estimaciones de Endesa, la red el¨¦ctrica no tendr¨ªa problema en suministrar electricidad a todos los coches que se mueven por Espa?a si fueran el¨¦ctricos (m¨¢s de 28 millones). Siempre que se hiciese de una forma eficaz, aprovechando las horas valle de la demanda y acudiendo puntualmente a la recarga r¨¢pida durante el d¨ªa.
?Y hay recursos suficientes para fabricar tantas bater¨ªas?
Es otra de las sombras que enturbian el futuro de los el¨¦ctricos. En su fabricaci¨®n se requiere aproximadamente el doble de energ¨ªa que en los convencionales, debido sobre todo a la extracci¨®n y transporte de las materias primas necesarias para la bater¨ªa. Litio, cobalto y n¨ªquel son minerales estrat¨¦gicos, cuyo precio est¨¢ expuesto a mucha volatilidad y que necesitan tambi¨¦n mucha energ¨ªa y agua para poder extraerlos de sus lejanos yacimientos. Las reservas son limitadas y en el caso del litio se cifran en 16 millones de toneladas repartidas sobre todo en Argentina, Bolivia y Chile. De cobalto, m¨¢s raro, existen ocho millones de toneladas principalmente en las minas de Congo, Australia y Cuba, mientras que el n¨ªquel, tambi¨¦n necesario en las bater¨ªas, los yacimientos existentes contienen 78 millones de toneladas, los m¨¢s importantes localizados en Australia, Brasil y Rusia.
La ¨²nica manera de aprovechar y amortizar la fabricaci¨®n de bater¨ªas es agotar completamente su ciclo de vida. Primero en el veh¨ªculo, durante unos 100.000 kil¨®metros, y despu¨¦s, durante 10 o 15 a?os, sirviendo como almac¨¦n de energ¨ªa e¨®lica o solar. Al cabo de su vida ¨²til, la reglamentaci¨®n obliga a su reciclado que, por ley, tendr¨¢ que ser del 50% al 75% de sus componentes.
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