47 de las 50 universidades incumplen la supervisi¨®n que exige el Tribunal de Cuentas

El Tribunal de Cuentas reclama desde 2002 que las comunidades aut¨®nomas aprueben un marco legal que permita actuar con m¨¢s autonom¨ªa a los Consejos Sociales, que son los que supervisan las auditor¨ªas de las universidades. De tal forma que Intervenci¨®n ¡ªel ¨®rgano de control y supervisi¨®n¡ª no dependa de gerencia sino de los propios consejos. Es decir, que el que audita no est¨¦ subordinado al auditado. Pero solo tres del medio centenar de universidades, la de Las Palmas, Tenerife y Oviedo, cuentan con este modelo, seg¨²n los consejos y el tribunal, porque as¨ª lo han dictaminado sus leyes auton¨®micas.

¡°Las intervenciones tienen siempre un papel muy antip¨¢tico que es el de poner reparos. Y esta actividad se puede desarrollar si t¨² est¨¢s fuera del sistema¡±, sostiene Ignacio Villaverde, secretario del consejo de Oviedo, una de las universidades con este ¨®rgano independiente del rectorado. ¡°Puedes controlar con la garant¨ªa de que nadie te va a tocar o enga?ar. Y te permite tener un control m¨¢s objetivo, imparcial y eficaz¡±. Pone un ejemplo: ¡°Puedes seguir ciertos movimientos que quiz¨¢ no ver¨ªas si no accedes a la informaci¨®n de primera mano¡±.

¡°Es como si el presidente de una empresa en bolsa se audita a s¨ª mismo. ?Eso qu¨¦ valor tiene? Relativo¡±, dice Raimundo Baroja, presidente del consejo de Tenerife. ¡°No entiendo c¨®mo se les ha permitido a las universidades. Nosotros por ley tenemos que velar por la eficiencia en la gesti¨®n, pero ese es un cap¨ªtulo que no se ha desarrollado porque es m¨¢s pol¨¦mico. Tendr¨ªamos que analizar resultados acad¨¦micos, indicadores... y por el momento no lo hacemos¡±. En la nueva ley de universidades que el Ministerio de Ciencia, Innovaci¨®n y Universidades trabaja con los rectores, los consejos reclaman desempe?ar ese papel en la gesti¨®n.

¡°Los sistemas de rendici¨®n de cuentas no est¨¢n funcionando¡±, asegura Antonio Abril, presidente de los consejos sociales. Cada consejo est¨¢ conformado por empresarios, sindicatos, figuras de la cultura, el rector, el gerente y alg¨²n alumno y profesor. Su presidente es elegido por el gobierno auton¨®mico. ¡°La sensaci¨®n que tengo ¡ªy que me transmiten¡ª es que nadie tiene verdadero inter¨¦s en que seamos realmente ¨®rganos de control y supervisi¨®n¡±, sostiene Abril, secretario general del gigante Inditex y presidente del consejo de A Coru?a. ¡°Porque si, cuando hacen una norma auton¨®mica, los consejos no aparecemos es que no nos apoyan¡­ Adem¨¢s, evidentemente, los rectores quieren que el control sea m¨ªnimo

En el otro extremo, los rectores reclaman m¨¢s flexibilidad en su quehacer y el ministerio est¨¢ dispuesto a concederla pero bajo un f¨¦rreo control del dinero p¨²blico. Jos¨¦ Mar¨ªa Sanz, exrector de la Aut¨®noma de Madrid y hoy vicepresidente adjunto de la conferencia de rectores (CRUE), dice: ¡°La universidad mejora con ¨®rganos como los que existen o ligeramente diferentes, pero ganando en confianza y transparencia. ?Si pones a las mismas personas en diferentes sitios y coordinadas de forma diferente las cosas van a mejorar? Probablemente no ocurra. O se elige a las personas de forma diferente y con condiciones y disposici¨®n diferentes, o la cosa no cambia¡±.

¡°Las funciones que se nos reconocen son m¨ªnimas¡±, prosigue Abril. El consejo tiene que aprobar los presupuestos de la universidad para que salgan adelante, las cuentas una vez estos sean ejecutados y la creaci¨®n de nuevos t¨ªtulos. Sin embargo, rara vez pone pegas a la gesti¨®n del rectorado. No hace ruido.

Frente a las quejas de Abril sobre la precariedad de los consejos, hay voces autocr¨ªticas como la de ?ngel Trist¨¢n, presidente del consejo de Las Palmas, uno de los campus con el modelo recomendado por el Tribunal de Cuentas. En su intervenci¨®n en un reciente congreso de consejos sociales en Gran Canaria ¡ªal que este diario acudi¨® invitado¡ª asegur¨®: ¡°Hay una inactividad forzada en distinto grado, al no poder o no querer los consejos sociales desarrollar en plenitud las funciones supervisoras y de asesoramiento que les encomienda la ley de Universidades¡±. Tristan sostiene que debido a esa inactividad no se ha alcanzado ¡°excelencia, competitividad y profesionalizaci¨®n en la gesti¨®n universitaria¡±. ?l ha puesto en manos de la justicia una posible irregularidad en un centro de su universidad.

Tras el esc¨¢ndalo del caso m¨¢ster en la Universidad Rey Juan Carlos,??su consejo se neg¨® en junio a aprobar? la memoria econ¨®mica del campus?por?alguna ¡°irregularidad¡± y tres de sus consejeros ¡ªentre ellos Adolfo Su¨¢rez Illana¡ª acaban de dimitir por motivos "profesionales y personales".

A ra¨ªz de lo ocurrido en la Rey Juan Carlos, los Consejos Sociales ¡ªcon responsabilidad penal y patrimonial sobre lo que firman¡ª han empezado a sentirse desprotegidos. ¡°Entiendo vuestra intranquilidad¡±, se solidariz¨® Javier Medina,?letrado del Tribunal de Cuentas. ¡°Conocemos la preocupaci¨®n creciente por los problemas surgidos en la organizaci¨®n de las universidades y tambi¨¦n por las insuficiencias de la normativa actual¡±, asegur¨® Medina.