Francia se interroga sobre el modelo abolicionista de la prostituci¨®n

La pregunta que deben analizar hasta entonces los miembros del Consejo Constitucional es relativamente directa: la ley que prev¨¦ multas de 1.500 a 3.750 euros (para reincidentes) por contratar los servicios de una prostituta, ?atenta contra derechos constitucionales como la autonom¨ªa personal y la libertad sexual, el respeto a la vida privada, la libertad contractual, la libertad comercial o el principio de proporcionalidad de las penas?

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Pero las cuestiones que manejan las nueve asociaciones y la treintena de trabajadores sexuales que cuestionan la ley son m¨¢s complejas.

Prohibir la prostituci¨®n o atacarla criminalizando a los clientes, ?es una actitud moralista, como afirman los detractores de la ley? ?Es hip¨®crita y paternalista? ?Atenta contra el derecho a la emancipaci¨®n de la mujer y a la libertad de disponer de su cuerpo libremente? Y, sobre todo, ?empeora la situaci¨®n de precariedad y vulnerabilidad de las prostitutas? ?Las pone a¨²n m¨¢s en peligro?

?O es la prostituci¨®n por el contrario, como afirman los defensores de la ley de 2016, una forma m¨¢s de abuso, de promoci¨®n de la explotaci¨®n y de la trata humana, as¨ª como de violencia contra las mujeres? ?Constituye su prohibici¨®n una defensa de los derechos fundamentales y de la dignidad humana? Voil¨¤, como dicen los franceses, un resumen de los argumentos esgrimidos durante las m¨¢s de dos horas de audiencia p¨²blica este martes ante el Consejo Constitucional.

Precarizaci¨®n de la prostituci¨®n

Los demandantes de la derogaci¨®n de la ley, entre los que figuran organizaciones de ayuda a las prostitutas, una treintena de trabajadoras sexuales o la secci¨®n francesa de M¨¦dicos del Mundo, se basan en un estudio del a?o pasado sobre los efectos de la normativa que afirma ha empeorado sensiblemente la situaci¨®n de las trabajadoras sexuales: el 63% declar¨® que sus condiciones de vida se deterioraron, el 78% que sus ingresos cayeron, el 42% se siente m¨¢s expuesta a la violencia y al 38% le cuesta m¨¢s imponer el uso del preservativo, entre otros.

¡°Esto no va de ideolog¨ªa¡±, asegur¨® a EL PA?S Ir¨¨ne Aboudaram, de M¨¦dicos del Mundo Francia. ¡°No es cuesti¨®n de estar a favor o en contra de la prostituci¨®n, la cuesti¨®n es saber cu¨¢les son los dispositivos que las protegen y cu¨¢les las fragilizan. Y estamos constatando que esta ley est¨¢ fragilizando a las m¨¢s explotadas, a las que m¨¢s ayuda necesitan. No es una ley que protege aunque se anuncie como protectora¡±.

¡°Esta ley no puede hacer m¨¢s precaria la situaci¨®n porque ha suprimido la represi¨®n de las prostitutas, que antes pod¨ªan ser detenidas y multadas por su actividad. Eso ya no existe¡±, replica Gr¨¦goire Th¨¦ry, secretario general de Mouvement du Nid, una organizaci¨®n que lucha por la abolici¨®n de la prostituci¨®n y que junto a organizaciones feministas defiende la ley de 2016. Una normativa, agrega, que no solo multa a los clientes, tambi¨¦n prev¨¦ todo un dispositivo de acompa?amiento para quienes quieran salir del mundo de la prostituci¨®n, aunque subraya que todav¨ªa no est¨¢ todo en marcha. ¡°Por primera vez en la historia de Francia, todos los prefectos tienen la obligaci¨®n de crear un dispositivo departamental. En mayo de 2018 solo hab¨ªa 32, hoy tenemos 64. Hasta el a?o pasado, solo hab¨ªan dejado la prostituci¨®n 62 personas, hoy son m¨¢s de 130. Solo ahora empieza esta ley a mostrar sus efectos sociales¡±, sostiene.

Un desaf¨ªo clave

Seg¨²n Th¨¦ry, el desaf¨ªo planteado ante el Consejo Constitucional es enorme. ¡°Si se deroga la prohibici¨®n de comprar un acto sexual, consagraremos el derecho de los hombres a imponer un acto sexual por dinero (¡­) que es una forma de violencia. Los legisladores lo han reconocido, los franceses hoy lo reconocen, la prostituci¨®n es una forma de violencia sexual y no podemos dar impunidad total a los que compran sexo¡±, sostiene.

Para el abogado principal de los demandantes, Patrice Spinosi, todo eso no es m¨¢s que una ¡°hipocres¨ªa moral peligrosa¡±. ¡°Lo que decimos es que la opci¨®n abolicionista solo ser¨¢ posible en Francia a partir del momento en que se proh¨ªba toda actividad de prostituci¨®n. Pero eso no es lo que decidieron los legisladores¡±, recuerda. ¡°El Consejo debe decidir si esta ley fue hecha para las prostitutas y por su seguridad. Y entonces debe ser derogada¡±.