La homosexualidad como clave en las crisis vaticanas

De los seminarios a la c¨²pula del Vaticano, la homosexualidad est¨¢ omnipresente en la Iglesia cat¨®lica y ayuda a entender las crisis que la han golpeado en las ¨²ltimas d¨¦cadas, desde la ca¨ªda de vocaciones sacerdotales hasta el encubrimiento de abusos a menores, pasando por las campa?as contra el papa Francisco.

As¨ª lo sostiene el soci¨®logo y periodista franc¨¦s Fr¨¦d¨¦ric Martel, que en cuatro a?os ha entrevistado a 41 cardenales, 52 obispos, nuncios apost¨®licos, embajadores extranjeros y m¨¢s de 200 sacerdotes y seminaristas en busca del ¡°secreto mejor guardado¡± de la Iglesia. El resultado es Sodoma. Poder y esc¨¢ndalo en el Vaticano, m¨¢s de 600 p¨¢ginas en las que Martel (Ch?teaurenard, Francia, 1967) expone la doble vida y moral en el catolicismo romano. El libro "que har¨¢ temblar el Vaticano", como lo resume en portada el diario Le Monde, se publica en ocho lenguas y en 20 pa¨ªses, coincidiendo con la cumbre sobre la pederastia convocada por el Papa. En castellano lo edita Roca Editorial, el 21 de febrero en e-book y el 14 de marzo en papel.

El autor entrevist¨® a 41 cardenales, 52 obispos,? nuncios apost¨®licos , embajadores extranjeros y a m¨¢s 200 sacerdotes y seminaristas

Los homosexuales, seg¨²n Martel, ¡°representan a la gran mayor¨ªa¡± en el Vaticano. No cifra la cantidad, aunque una de sus fuentes le asegura que es ¡°del orden del 80%¡±. El autor a?ade que, entre los 12 cardenales que rodearon a Juan Pablo II en los ochenta y noventa ¡ªen plena devastaci¨®n por el sida y que definieron su pol¨ªtica contra el preservativo¡ª, la mayor¨ªa eran homosexuales. Se basa, para afirmarlo, en las entrevistas realizadas, algunas con los propios cardenales.

¡°La vida privada de los individuos les concierne a ellos y casi dir¨ªa que no nos concierne¡±, dice en una entrevista con EL PA?S. ¡°Pero los efectos de este secreto y de esta mentira en la ideolog¨ªa del Vaticano, y sus consecuencias en el mundo, son considerables¡±.

El autor rechaza hablar de ¡°lobby gay¡±: ¡°No es un lobby, es una comunidad. No es una minor¨ªa que act¨²e, sino una mayor¨ªa silenciosa. Un lobby ser¨ªa gente unida por una causa. Aqu¨ª cada obispo o cardenal se esconde ante los otros y ataca la homosexualidad de los otros para esconder su secreto."

Las conclusiones del libro y algunas escenas pueden parecer osadas y en algunos momentos, morbosas. ¡°Mi tema no son las fiestas chemsex¡±, precisa Martel en alusi¨®n a las org¨ªas con drogas que saltaron a la prensa italiana el pasado verano. "Mi tema no son los abusos. Mi tema es la vida banal y tr¨¢gica de los sacerdotes condenados a una castidad contranatura. Y esta gente est¨¢ atrapada en la trampa de un armario en el que se han encerrado ellos mismos, del que no saben salir, mientras en el exterior todo el mundo se divierte¡±.

La originalidad de su investigaci¨®n es que establece la homosexualidad ¡ªuna homosexualidad callada y mezclada de homofobia¡ª como n¨²cleo del sistema eclesi¨¢stico. "Cuanto m¨¢s hom¨®fobo es un obispo, m¨¢s posibilidades hay de que sea homosexual. Es el c¨®digo", dice en la entrevista.

Es la llave que permite entender muchos de sus problemas. La reducida capacidad de atraer a futuros sacerdotes, por ejemplo. ¡°Antes, cuando eras un chico de 17 a?os en un pueblo italiano o espa?ol y descubr¨ªas que las mujeres no te atra¨ªan, la Iglesia era un refugio. Pasabas de ser un paria del que la gente se burlaba en el patio de la escuela a ser considerado Dios¡±, argumenta. Pero los tiempos cambian. ¡°Incluso en el pueblecito italiano hay otras opciones que hacerse sacerdote¡±.

Martel incide en la aparente paradoja de un discurso antihomosexual en un Vaticano mayoritariamente homosexual. Aborda la trayectoria de varios jerarcas de la l¨ªnea m¨¢s rigurosa, como el colombiano Alfonso L¨®pez Trujillo, ya fallecido, ante el uso del preservativo, o el espa?ol Antonio Rouco Varela ante el matrimonio gay.

El autor se desmarca de las denuncias del arzobispo ultraconservador y adversario de Francisco, Carlo Maria Vigan¨°, y niega que exista un v¨ªnculo entre la homosexualidad y los abusos sexuales en la Iglesia. Pero cree que la cultura del secreto derivada de la necesidad de mantener oculta la homosexualidad protege a los abusadores.

¡°Si eres un obispo y proteges a un sacerdote, ?por qu¨¦ lo haces?¡±, se pregunta. ¡°Pienso que, en una gran mayor¨ªa de casos, los obispos que protegen a los abusadores se protegen a s¨ª mismos. Tienen miedo. Pienso que la gran mayor¨ªa de obispos y cardenales que protegen a sacerdotes ped¨®filos son homosexuales¡±.

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¡°Es el momento de la verdad. Aunque nos humille y d¨¦ miedo¡±

Angelo Sodano, que fue nuncio en Chile durante los a?os de Pinochet y secretario de Estado con Juan Pablo II, aparece como uno de los villanos del libro. Por las componendas que le atribuye con el r¨¦gimen pinochetista. Y por el caso del sacerdote chileno Fernando Karadima, a quien Francisco expuls¨® del sacerdocio en septiembre.

¡°Me parece claro que Sodano, seg¨²n todos los testimonios, las v¨ªctimas y los abogados de las v¨ªctimas, no habr¨ªa participado en los abusos sexuales de Karadima. En cambio, parece imposible que no haya estado al corriente de [sus] abusos¡±.

Y, si Sodano es el villano de Sodoma, el h¨¦roe es Francisco. ¡°Detr¨¢s de la rigidez, siempre hay algo escondido; en numerosos casos, una doble vida¡±, dijo el Papa en octubre de 2016. ¡°El Papa¡±, coincide el libro, ¡°pone en guardia a ciertos cardenales conservadores o tradicionales que rechazan sus reformas haci¨¦ndoles saber que conoce su vida escondida¡±.

El ¡°?qui¨¦n soy yo para juzgar?¡± que Francisco pronunci¨® en julio de 2013 resuena en todo el libro. Martel le ha hecho llegar un ejemplar.