Bruselas limitar¨¢ las grasas ¡®trans¡¯ a partir de 2021
La medida puede alterar la composici¨®n de algunas pizzas congeladas, productos horneados, margarina, palomitas para microondas o bollos industriales
El exceso de grasas trans artificiales tiene fecha de caducidad en la Uni¨®n Europea. Bruselas anunci¨® este mi¨¦rcoles la adopci¨®n de un reglamento que incluye nuevas restricciones para proteger la salud de los ciudadanos ante la presencia de dicha sustancias, que aumentan el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, la principal causa de muerte en la UE con m¨¢s de 600.000 fallecidos al a?o. A partir de 2021, los alimentos a la venta solo podr¨¢n contener un m¨¢ximo de dos gramos de grasas trans por cada 100 gramos de grasa. La medida puede alterar la composici¨®n de algunas pizzas congeladas, productos horneados, margarina, palomitas para microondas o bollos industriales entre otros comestibles.
"Existe consenso cient¨ªfico sobre que la ingesta de grasas trans provoca efectos negativos en la salud humana", se?ala el documento de trabajo de la Comisi¨®n Europea. Bruselas reconoce que la norma obligar¨¢ a las empresas a reformular el modo en que se elaboran determinados productos, y eso supondr¨¢ un cierto coste econ¨®mico, pero contrapone la molestia con el ahorro multimillonario que puede suponer para los sistemas de salud de los Veintiocho, que cuantifica en una amplia horquilla de entre 58 y 304.000 millones de euros, y con las vidas que puede salvar.
La Comisi¨®n Europea es consciente de que en los ¨²ltimos a?os algunos Estados miembros han dado pasos para atacar el problema, pero quiere armonizar las leyes para asegurarse de su efectividad en todo el continente. Utiliza como ejemplo el caso dan¨¦s, pa¨ªs pionero en restringir el uso de grasas trans, donde tras introducirse l¨ªmites m¨¢s estrictos se evit¨® la muerte de 700 personas anuales, seg¨²n un estudio realizado durante tres a?os.
Tambi¨¦n cita a la ciudad de Nueva York como caso de ¨¦xito. Pese a las protestas iniciales de la industria cuando se adopt¨® la prohibici¨®n, sus habitantes acudieron un 7,8% menos al hospital entre 2007 y 2013 por ataques cardiacos."Prohibir las grasas trans ayud¨® a reducir el n¨²mero de ataques card¨ªacos sin cambiar el sabor o el costo de los alimentos, y eliminar su uso en todo el mundo puede salvar millones de vidas", explica en un documento de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud Michael Bloomberg, el alcalde de la Gran Manzana que les puso freno. Espa?a no ha impuesto l¨ªmites de momento, aunque un estudio de la Agencia Espa?ola de Seguridad Alimentaria desvel¨® que la gran mayor¨ªa de productos est¨¢n bajo el umbral del 2% que fijar¨¢ la UE, y estima que los niveles seguir¨¢n bajando hasta su pr¨¢ctica desaparici¨®n: "no representa ning¨²n problema serio", concluye.
El movimiento de Bruselas cuenta con el benepl¨¢cito de la OMS, que en 2018 reclam¨® su eliminaci¨®n de la cadena alimentaria. Como casi siempre sucede en las instituciones comunitarias, el reglamento ha recorrido un largo trayecto hasta su aprobaci¨®n. En 2009, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria concluy¨® que la presencia de estas sustancias deber¨ªa ser lo m¨¢s baja posible en una dieta nutricionalmente adecuada. Seis a?os despu¨¦s, Bruselas recogi¨® el guante e hizo p¨²blico un informe aconsejando su limitaci¨®n, y ahora concreta ese rechazo con una regulaci¨®n comunitaria.???
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