La Universidad en silla de ruedas
Un 1,5% de los estudiantes sufre alguna discapacidad, una cifra que mengua a medida que avanza la complejidad
El gallego Anxo Fern¨¢ndez, de 24 a?os, curs¨® Psicolog¨ªa en la Universidad de Santiago y pretende pasar consulta. Por eso estudia en la Complutense un m¨¢ster de Psicolog¨ªa Cl¨ªnica. Su andadura no ha sido f¨¢cil, padece una enfermedad digestiva cr¨®nica que le obliga a hospitalizarse a menudo. Pese a los justificantes, ¡°en alguna ocasi¨®n me han bajado la nota¡±, cuenta.
Anxo representa a ese 1,2% de estudiantes de m¨¢ster que padece una discapacidad. La proporci¨®n de estos estudiantes mengua a medida que avanzan las etapas educativas, lo que evidencia la dificultad de desempe?arse en las aulas con discapacidad: son un 1,8% en grado, 1,2% en posgrado y 0,7% en doctorado. Los datos se recogen en el estudio Universidad y discapacidad, elaborado por la Fundaci¨®n Universia en colaboraci¨®n con la Fundaci¨®n ONCE, el comit¨¦ de las personas con discapacidad (CERMI), el Ministerio de Sanidad y la conferencia de rectores (CRUE). Es una radiograf¨ªa muy completa en la que han participado 72 de las 80 universidades con encuestas a 1.720 alumnos.?
¡°Hay que romper la din¨¢mica de que sigan estudiando logrando su inclusi¨®n en el mercado laboral. Y para eso se necesita un mejor servicio de orientaci¨®n laboral y pr¨¢cticas¡±, apunt¨® Nuria Gran¨¦ del ¨¢rea de Empleo de la CRUE.
Anxo cree que hay ¡°cierto estigma¡± en el cupo del 5% de plazas para discapacidad: ¡°Parece que se la est¨¢s quitando a una persona normal¡±. Con ese cupo entr¨® Paloma de Andr¨¦s, de 22 a?os, que termina Lenguas Modernas, Cultura y Comunicaci¨®n en la Aut¨®noma de Madrid mientras hace pr¨¢cticas. A Paloma le faltan todos los dedos de una mano y con constancia ha sido capaz hasta de aprender a tocar el piano. ¡°Y la ayuda de mis padres¡±, remacha.
El informe recoge tambi¨¦n datos de la Administraci¨®n de las universidades, donde se ha duplicado en siete a?os el personal con discapacidad ¡ªdel 1,4% en 2011 al 2,8 en 2018%¡ª y en investigaci¨®n del 0,4% al 0,9%. En este caso se cumple la Ley General de Discapacidad (2013) que obliga a las empresas de m¨¢s de 50 empleados a reservar al menos un 2% de sus plazas. En 2017, el 5,7% de la poblaci¨®n activa (1,7 millones) presentaba alguna discapacidad.
Hoy hay 22.000 alumnos (1,5%) de este colectivo y la cifra no crece. Entre 2007 y 2014 hubo un salto cuantitativo ¡ªde 7.000 a 20.000 estudiantes¡ª. El embudo aparece en secundaria, donde abandona el 43%, frente al 17,9% en el estudiantado total. ¡°Llegan agotados a la universidad porque han tenido que luchar mucho para estudiar que es un derecho esencial¡±, insisti¨® ayer Mar¨ªa Teresa Fern¨¢ndez Campillo, del Real Patronato sobre Discapacidad.
La mitad de los encuestados denuncia impedimentos en su d¨ªa a d¨ªa. En torno al 15% de los centros reserva asientos o adapta el mobiliario y un 12% graba las clases o aporta int¨¦rpretes de lengua de signos. Apenas uno de cada 10 tiene acceso a las pizarras o transcribe al braille. Sin embargo, ya el 88% de los campus adapta los curr¨ªculos aunque solo uno de cada tres les ofrece ocio o deporte.
Hay casos extremos como el de Edgar Su¨¢rez, con un 80% de discapacidad, que estudia Matem¨¢ticas en la Complutense. Una beca cubre su alojamiento y una persona le asiste en las tareas cotidianas, le ayuda con los apuntes o le pasa las p¨¢ginas de los libros. Saca muy buenas notas y ya est¨¢ en 2?. ¡°Lo dif¨ªcil para las personas con discapacidad severa es llegar a la Universidad¡±, razona.
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