¡°Cigarrillos electr¨®nicos y vapeadores no sirven para dejar de fumar¡±

Esteve Fern¨¢ndez tiene 53 a?os y es director de Epidemiolog¨ªa y Prevenci¨®n del C¨¢ncer del Institut Catal¨¤ d¡¯Oncologia, adem¨¢s de profesor por la Universidad de Barcelona. La lucha contra el tabaco ha ocupado un lugar central en su carrera cient¨ªfica.

Pregunta. El Ministerio de Sanidad ha anunciado una nueva campa?a contra los cigarrillos electr¨®nicos y vapeadores. Se resume con una frase: ¡°El tabaco ata y te mata¡±. ?Qu¨¦ le parece?

Respuesta. Es agua de mayo. Lo ven¨ªamos pidiendo desde hace tiempo. La falta de campa?as ha sido una de nuestras quejas recurrentes. Son eficaces y est¨¢ comprobado que los pa¨ªses que las abandonan dan pasos atr¨¢s en la lucha contra el tabaquismo.

P. ?Tan importantes son?

R. Son parte de una estrategia global que tambi¨¦n incluye prohibir fumar en determinados espacios, aumentos de precio... Pero las campa?as deben hacerse siempre, tienen que ser un ruido de fondo que no dejen de recordar que el tabaco es perjudicial y que dejarlo es beneficioso.

P. ?Y c¨®mo deben ser?

R. Est¨¢ bien que se dirijan a p¨²blicos concretos, como embarazadas, j¨®venes¡­ En esta el mensaje "no te ates" est¨¢ bien elegido para el p¨²blico al que interpela.

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P. La campa?a va contra unos productos, como los vapeadores y los cigarrillos electr¨®nicos, que son defendidos por algunos m¨¦dicos. Dicen que es ¨²til para dejar de fumar o para paliar los da?os del tabaco.

R. No est¨¢ claro ni lo uno ni lo otro. Son esas grandes afirmaciones que no est¨¢n demostradas y que planteadas as¨ª, de forma interesada, son muy perjudiciales.

P. ?Por qu¨¦? ?No es cierto que es mejor vapear que fumar?

R. Dos de cada tres personas que consumen estos productos hacen un uso dual. Fuman en la calle o en casa y vapean cuando van a espacios donde no pueden fumar, como un bar. Algunos reducen as¨ª el consumo de cigarrillos, pero otros no y acaban con concentraciones en sangre y saliva de sustancias cancer¨ªgenas m¨¢s elevadas que antes. Esto es un riesgo para ellos, pero tambi¨¦n para los dem¨¢s porque reintroduce y normaliza la nicotina en espacios de los que hab¨ªa sido expulsada.

P. Pero el vapor es menos perjudicial que el humo del tabaco¡­

R. No le llames vapor, que parece algo inocuo, cuando en realidad es un aerosol formado por glicerinas y nicotina, a veces aromatizado, que es calentado por unas resistencias que liberan metales¡­ No tenemos ni idea de los efectos que puede tener a medio y largo plazo introducir repetidamente este aerosol en los pulmones.

P. ?Pero entonces no sirve como estrategia para reducir los da?os del tabaco?

R. Las pol¨ªticas de reducci¨®n de da?os no son nuevas, hace mucho que las conocemos y sabemos c¨®mo funcionan. La metadona en la lucha contra la hero¨ªna es un ejemplo. Son casos con poblaciones diana peque?as, con una problem¨¢tica bien definida y un control de la sustancia. Esto no es aplicable cuando el 25% de la poblaci¨®n es fumadora y estos productos son casi de gran consumo.

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P. ?Tampoco sirven para dejar de fumar?

R. Pueden servir a algunas personas, aunque los estudios existentes no revelan resultados mucho mejores que los parches de nicotina, por ejemplo. El peligro es que los j¨®venes los perciben como menos perjudiciales que el tabaco y pueden acabar siendo la puerta de entrada a la adicci¨®n. Hay estudios en Italia que alertan de que el 30% de los que vapean no fumaban cigarrillos.

P. ?Qu¨¦ puede hacerse entonces para ese grupo de poblaci¨®n que no logra dejar de fumar con las pol¨ªticas actuales?

R. Es que este es un relato falso e interesado. Seg¨²n la evidencia, no existe ese grupo de fumadores mayores incapaces de dejar el tabaco frente a los que es necesario adoptar pol¨ªticas de reducci¨®n de da?os. Nuestros estudios demuestran que las pol¨ªticas de control de tabaco s¨ª funcionan con este grupo.

P. ?Y entonces por qu¨¦ no baja o lo hace tan poco la cifra de fumadores?

R. El problema est¨¢ en el otro extremo del espectro, en lo que llamamos la ¡®suavizaci¨®n¡¯ del consumo. Es gente m¨¢s joven, ahora sana, que incluso hace deporte, que fuma menos y a menudo lo hace con tabaco de liar por la falsa percepci¨®n de que tambi¨¦n es menos malo. Son personas que entre semana pueden fumar cuatro o cinco cigarrillos, quiz¨¢ algo m¨¢s el fin de semana, y que no perciben el riesgo porque piensan que es poco y lo puede controlar.