Irak cierra sus fronteras para limitar la expansi¨®n del virus
El pa¨ªs ¨¢rabe m¨¢s golpeado por la covid-19 busca limitar la peregrinaci¨®n de Arba¨ªn que otros a?os convocaba a varios millones de chi¨ªes
Irak ha cerrado sus fronteras terrestres, limitado vuelos desde el vecino Ir¨¢n y restringido la emisi¨®n de visados para intentar frenar la expansi¨®n del coronavirus durante la peregrinaci¨®n chi¨ª de Arba¨ªn, que culmina entre el mi¨¦rcoles y el jueves de esta semana. Con 9.464 muertos registrados y cerca de 400.000 casos diagnosticados, es el pa¨ªs ¨¢rabe m¨¢s golpeado por la pandemia y se sospecha que el da?o es mayor dados sus escasos recursos. Las autoridades quieren evitar que la cita religiosa que otros a?os re¨²ne a varios millones de creyentes se convierta en un multiplicador del virus como sucedi¨® en Ir¨¢n con la Ashura, de la que ahora se marcan los 40 d¨ªas.
Si las restricciones de acceso han limitado la llegada de peregrinos extranjeros, decenas de miles de iraqu¨ªes llevan d¨ªas caminando hacia Kerbala para rememorar el fin de esos 40 d¨ªas de luto por la muerte de Husein, el nieto de Mahoma. Lo hacen desde todos los puntos del pa¨ªs, pero sobre todo desde las provincias del sur, donde se concentra la comunidad ¨¢rabe chi¨ª, que supone dos tercios de sus 40 millones de habitantes. En el camino, comen y duermen en grupos, bajo tiendas de lona, y una vez llegados al santuario se apelotonan para acceder a la tumba de Husein. Muchos de esos fieles creen que tocarla les protege del coronavirus.
Tanto el fervor religioso como la ausencia de una atenci¨®n m¨¦dica decente alientan esa creencia popular. Los cl¨¦rigos tampoco ayudan. El populista Muqtada al Sadr, que lidera uno de los principales bloques parlamentarios, se neg¨® a que se cerraran los santuarios y desaf¨ªo la prohibici¨®n inicial de que se celebrara el rezo colectivo del viernes a mediod¨ªa.
Acuciados por el desempleo, la falta de servicios sociales b¨¢sicos y una desconfianza casi enfermiza en el poder, los iraqu¨ªes ignoraron las medidas de confinamiento iniciales y muchos rechazan tambi¨¦n otras restricciones como mantener una distancia de seguridad o usar mascarillas. A pesar del ejemplo del primer ministro, Mustafa al Kadhimi, que siempre aparece en p¨²blico con la boca y la nariz cubiertas, muchos hombres parecen ver las mascarillas como una afrenta a su masculinidad.
¡°Lo estamos haciendo peor que la mayor¨ªa de la regi¨®n¡±, admite el analista iraqu¨ª Hamzeh Hadad. ¡°La incapacidad del Gobierno para facilitar est¨ªmulos econ¨®micos debido a la recesi¨®n es un factor, pero la responsabilidad individual de adoptar medidas preventivas es otro que lamentablemente muchos ignoran¡±.
La aparente despreocupaci¨®n por el virus se agrava ante la falta de infraestructuras sanitarias. Tras a?os de guerra y corrupci¨®n, Irak tiene hoy menos camas hospitalarias que antes de la invasi¨®n estadounidense de 2003, mientras que su poblaci¨®n se ha duplicado. La inseguridad tras la ocupaci¨®n, primero, y la falta de inversi¨®n despu¨¦s han motivado la emigraci¨®n de muchos m¨¦dicos. Apenas cuenta con 6,1 facultativos por cada 10.000 habitantes (frente a los 9 de Ir¨¢n o los 49,5 de Espa?a).
Empeora la situaci¨®n en Ir¨¢n
Mientras tanto, las alarmas han vuelto a sonar en Ir¨¢n, el pa¨ªs m¨¢s afectado de Oriente Pr¨®ximo, donde tras frenar el ritmo de expansi¨®n del virus durante el verano, ha vuelto a dispararse el n¨²mero de contagios a partir del 1 de septiembre, justo dos semanas despu¨¦s de que se celebrara la Ashura. Hace ya varios d¨ªas que las muertes diarias vuelven a superar los dos centenares (27.419 hasta el martes desde el inicio de la pandemia), lo que ha puesto a 26 de las 31 provincias del pa¨ªs en alerta roja y el resto en naranja, seg¨²n el Ministerio de Sanidad.
M¨¢s all¨¢ de que el pa¨ªs de 82 millones de habitantes se acerque al medio mill¨®n de casos diagnosticados, a los expertos les preocupa la saturaci¨®n de los hospitales. ¡°Si los responsables siguen ignorando la gravedad de la situaci¨®n, los pacientes de coronavirus en ciudades como Teher¨¢n pronto tendr¨¢n que ser tratados en los pasillos de los hospitales porque simplemente no hay camas libres¡±, advert¨ªa Masud Mardani, un epidemi¨®logo que forma parte del comit¨¦ de crisis para la covid-19, la semana pasada.
¡°Mardani no exagera. La situaci¨®n ha empeorado, tras la apertura de las escuelas y, por supuesto, la ceremonia de Ashura tambi¨¦n ha influido¡±, conf¨ªa un m¨¦dico desde Teher¨¢n. En su opini¨®n, ¡°el Gobierno deber¨ªa considerar el confinamiento¡±. Sin embargo, desde el inicio de la pandemia el presidente Hasan Rohan¨ª ha rechazado esa medida por temor a agravar la ya dif¨ªcil situaci¨®n econ¨®mica del pa¨ªs, sometido a unas dur¨ªsimas sanciones de EE UU.
Las autoridades se quejan de que en las ciudades apenas la mitad de la poblaci¨®n usa la mascarilla obligatoria, lo que convierte el abarrotado transporte p¨²blico y los centros comerciales en importantes polos de contagio. Rohan¨ª ha planteado multar a quienes no lleven el tapabocas. De momento, en Teher¨¢n y algunas capitales de provincia se han cerrado desde el s¨¢bado centros educativos, mezquitas, bibliotecas, cines, caf¨¦s y peluquer¨ªas para intentar contener el virus. La medida es por una semana prorrogable.
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