Johnson establece tres niveles de alerta para intentar evitar un nuevo confinamiento

Boris Johnson se enfrenta a una segunda ola del virus que amenaza con ser tan arrolladora como la de la pasada primavera. El n¨²mero de personas hospitalizadas en la actualidad por la covid-19 en el Reino Unido supera ya al de finales de marzo. El primer ministro se esfuerza a la desesperada por evitar un segundo confinamiento y ha apostado por un sistema de tres niveles regionales de alerta con restricciones diferentes para la poblaci¨®n. De momento, la ciudad de Liverpool, con m¨¢s de 500.000 habitantes, y toda su regi¨®n colindante, ser¨¢n las m¨¢s afectadas a partir de este mi¨¦rcoles.

El segundo golpe de la pandemia se ha dejado notar sobre todo en las zonas del norte de Inglaterra. Dos terceras partes de los ingresos hospitalarios est¨¢n ocurriendo all¨ª, y Johnson ha tenido que hacer frente a una rebeli¨®n de alcaldes y autoridades locales que denuncian un agravio comparativo y la ruina econ¨®mica de sus localidades. Downing Street deber¨¢ lograr que la C¨¢mara de los Comunes apruebe este martes un nuevo sistema de restricciones sociales contemplado por muchos cr¨ªticos como el en¨¦simo giro de un Gobierno que est¨¢ perdiendo su credibilidad a pasos agigantados. ¡°No es as¨ª como queremos vivir nuestras vidas¡±, ha justificado Johnson las medidas en la C¨¢mara de los Comunes. ¡°Pero esta es la estrecha senda que debemos tomar entre el trauma econ¨®mico y social que supondr¨ªa un nuevo confinamiento total y el descomunal coste econ¨®mico y humano de una epidemia fuera de control¡±.

A partir del mi¨¦rcoles, si el Parlamento brit¨¢nico da su visto bueno al nuevo sistema, habr¨¢ tres niveles en todo el pa¨ªs: medio, alto y muy alto. En el primer caso, se mantendr¨¢n las normas ya anunciadas para todo el Reino Unido. Siguen prohibidas las reuniones de m¨¢s de seis personas en interiores o exteriores, y los pubs y restaurantes deben cerrar sus puertas a partir de las diez de la noche. Para el nivel alto (a partir de una incidencia acumulada de m¨¢s de 100 casos por cada 100.000 habitantes) se impedir¨¢n las reuniones en interior de personas de distintos n¨²cleos habitacionales. Queda el consuelo de poder mezclarse en el exterior, siempre que la cifra de personas no sea superior a seis. Es el caso de la ciudad de Manchester, cuyas autoridades han protagonizado en los ¨²ltimos d¨ªas la rebeli¨®n contra Johnson. En las zonas catalogadas de riesgo muy alto, como ya lo ha sido Liverpool y su regi¨®n colindante (con una incidencia acumulada de 600 casos por cada 100.000 habitantes), se proh¨ªben absolutamente las reuniones de personas de distintas viviendas, y se ordena el cierre de bares y pubs. Solo aquellos locales que puedan funcionar como restaurantes y servir en mesa podr¨¢n permanecer abiertos hasta las diez de la noche. Queda en manos de los responsables pol¨ªticos locales decidir si extienden la prohibici¨®n a gimnasios, peluquer¨ªas o las tradicionales casas de apuestas. De momento, el Gobierno se reduce a ¡°recomendar¡± que se eviten los viajes fuera de las zonas afectadas, salvo para una serie de excepciones como acudir al lugar de trabajo. Y sin que los posibles visitantes puedan pernoctar.

¡°Estudiaremos estas propuestas¡±, ha dicho el l¨ªder de la oposici¨®n laborista, Keir Starmer, ¡°pero sigo siendo bastante esc¨¦ptico ante la idea de que el Gobierno tenga realmente un plan para combatir el virus¡±. Johnson necesita desesperadamente tener de su lado a la oposici¨®n, a medida que crece la revuelta dentro de sus propias filas. Downing Street se ha comprometido a revisar cada cuatro semanas el estado de alerta de cada regi¨®n.

El norte de Inglaterra es la zona que dio a Johnson su arrolladora victoria en las pasadas elecciones de diciembre, la llamada ¡°muralla roja¡± que tradicionalmente hab¨ªa votado laborismo. El nivel econ¨®mico de esas regiones es inferior al de Londres o el acaudalado sur, pero otros factores han incidido en que se dispare all¨ª el virus. Por ejemplo, el n¨²mero de universitarios que se concentran cada curso en centros de Liverpool o Manchester (hasta 60.000). Johnson ha prometido m¨¢s de 1.000 millones de euros en ayuda para las autoridades locales, y su ministro de Econom¨ªa, Rishi Sunak, se ha comprometido a mantener una aportaci¨®n del Estado del 66% en los ERTE (expedientes de regulaci¨®n temporal de empleo) que deber¨¢ extender el sector de la hosteler¨ªa. ¡°Colaboren con nosotros¡±, ha dicho el primer ministro, ¡°en aplicar estas medidas dif¨ªciles pero necesarias, y a cambio les ofreceremos todas estas ayudas (...) No pasar a la acci¨®n en estos momentos resultar¨ªa imperdonable, y conf¨ªo en que podamos ver un r¨¢pido progreso en los pr¨®ximos d¨ªas¡±, ha prometido. El temor de los alcaldes que se han liberado de entrar ahora en el nivel de riesgo muy alto es que, m¨¢s pronto que tarde, acaben entrando en ¨¦l. La aceleraci¨®n del virus, combinada con un sistema de alerta que se aplicar¨¢ de modo autom¨¢tico, convierten ese desenlace en algo pr¨¢cticamente inevitable.

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