¡°Pens¨¦: mucha gente tiene c¨¢ncer, a pelearlo¡±
La supervivencia frente al c¨¢ncer es cada vez mayor. Dos mujeres y dos hombres que lo tuvieron y llevan cinco o m¨¢s a?os libres de la enfermedad cuentan su experiencia
La supervivencia de los pacientes de c¨¢ncer en Espa?a se ha duplicado en las ¨²ltimas cuatro d¨¦cadas y la previsi¨®n es que siga aumentando, seg¨²n el informe anual sobre la evoluci¨®n de la enfermedad reci¨¦n publicado por la Sociedad Espa?ola de Oncolog¨ªa M¨¦dica. La supervivencia a cinco a?os de los diagnosticados entre 2008 y 2013 fue, en promedio, del 55,% en hombres y del 61,7% en mujeres, tres puntos m¨¢s que en el periodo anterior. Pero hay grandes diferencias entre tumores. La supervivencia del de pr¨®stata roza el 90% en hombres y el de tiroides supera el 93% en mujeres. En el otro extremo se sit¨²a el de p¨¢ncreas (7% en hombres y 10% en mujeres). Entre ellos se sit¨²an el de mama (86% en mujeres), el de colon (63%) y el de ovario (41% en mujeres). Cuatro personas que tuvieron c¨¢ncer y llevan cinco o m¨¢s a?os libres de la enfermedad han contado a EL PA?S su experiencia, en el D¨ªa Mundial contra el C¨¢ncer.
Ana Mu?oz, 61 a?os: ¡°Lo m¨¢s duro fue saber que mi hija tiene la mutaci¨®n¡±
Ana Mu?oz se diagnostic¨® sola el primero de los cuatro c¨¢nceres que ha superado. ¡°En las vacaciones de Semana Santa del a?o 2002, sent¨ª un dolor. Yo ten¨ªa 44 a?os y pens¨¦ que ten¨ªa dolores de la menstruaci¨®n. Pero como soy m¨¦dico, otorrino, empec¨¦ a tocarme y not¨¦ un bultito claramente palpable¡±, cuenta en su casa de La Ca?ada, una zona residencial a 15 kil¨®metros de Valencia. ¡°Los d¨ªas previos a la operaci¨®n present¨ªa lo que era y me hund¨ª un poco. Pero desde que sal¨ª de la intervenci¨®n, est¨¢ mal que yo lo diga, lo afront¨¦ muy bien. Pens¨¦: ¡®Soy una m¨¢s, hay mucha gente que tiene c¨¢ncer, a pelearlo".
Lo que Ana no sab¨ªa entonces es que su lucha iba a ser tan larga. En 14 a?os sufri¨® tres c¨¢nceres de mama y uno de ovarios, y descubri¨® que padece un s¨ªndrome hereditario, causado por la mutaci¨®n del gen BRCA1, que multiplica las probabilidades de desarrollar ambos tipos de tumor. Del ¨²ltimo hace cinco a?os. ¡°Acabo de pasar la revisi¨®n y ha salido bien¡±, dice. Ana se ha sometido a dos mastectom¨ªas, le quitaron los ovarios de forma profil¨¢ctica (fue al examinarlos cuando detectaron en el izquierdo un tumor en fase inicial), se ha sometido a cuatro tratamientos de quimioterapia y a tres de radioterapia.
¡°Lo m¨¢s duro, y he pasado por muchas cosas, fue cuando en el estudio gen¨¦tico sali¨® que mi hija tiene la mutaci¨®n¡±, afirma. La madre de Ana tambi¨¦n tuvo el s¨ªndrome: con casi 70 a?os le diagnosticaron un c¨¢ncer de ovario, pero lo super¨® y vivi¨® hasta los 89 (muri¨® hace tres meses, y no fue de c¨¢ncer). Sus otras tres t¨ªas maternas, en cambio, s¨ª murieron de este tipo de tumor con 48, 58 y 72 a?os.
M¨¦dico vocacional, para Ana fue dif¨ªcil jubilarse cuando hace tres a?os la inspectora de trabajo le inst¨® a jubilarse y ella, cansada, acept¨®, a pesar de que sabe que le hubiera gustado seguir trabajando. ¡°Pero ahora estoy contenta. Una cosa que me sirve mucho es decir: hoy me he levantado. Y el sol, el verde de las plantas, una sonrisa... Todo eso ya lo valoraba, pero ahora lo hago m¨¢s. No entiendo por qu¨¦ la gente busca el placer en cosas muy sofisticadas, cuando la felicidad est¨¢ en cosas muy simples¡±.
El¨ªas Mart¨ªnez, 29 a?os:?¡°Hoy soy capaz de celebrar el d¨ªa del diagn¨®stico¡±
El¨ªas Mart¨ªnez tiene tatuado en cada tobillo un par¨¦ntesis. Para ¨¦l, eso es lo que signific¨® el c¨¢ncer. Nacido en Madrid, con 19 a?os le detectaron leucemia linfobl¨¢stica aguda, una enfermedad en la m¨¦dula ¨®sea que provoca cansancios, moratones e inflamaciones de los ganglios. Llevaba varias semanas sin encontrarse bien y el doctor le dijo que probablemente ser¨ªa mononucleosis. Su madre intu¨ªa que el diagn¨®stico era otro y le llev¨® a urgencias. ¡°Entr¨¦ el 10 de julio de 2010 y no sal¨ª de la habitaci¨®n de aislamiento hasta el 2 de agosto, mi cumplea?os¡±. A eso le siguieron dos a?os de quimioterapia, meses de malestar y varios efectos secundarios. Pero para Mart¨ªnez tambi¨¦n fue una ¨¦poca de mucho aprendizaje.
Actualmente celebra ambas fechas. ¡°Hoy soy capaz de celebrar el d¨ªa de mi diagn¨®stico¡±. Con cervezas y con amigos hace nueve a?os que Mart¨ªnez festeja dos veces al a?o su vida. ¡°Aunque me remueva mucho emocionalmente, los 10 de julio ya no me levanto en la cama de un hospital. Y eso lo tengo que celebrar¡±, cuenta a¨²n emocionado.
Durante la enfermedad, Mart¨ªnez se agarr¨® al testimonio de otros. ¡°Empec¨¦ buscando en Internet qu¨¦ era la leucemia y encontr¨¦ blogs de enfermos. Eso fue mi gran apoyo: hablar con gente que entendiera por d¨®nde estaba pasando¡±, comenta. Ley¨® las experiencias de decenas de personas y a los pocos meses decidi¨® contar las suyas. Cre¨® el blog Tu leucemia tambi¨¦n es mi lucha. Hoy nos toca re¨ªr, y m¨¢s adelante cont¨® su testimonio en Diario de vida, de la Fundaci¨®n Sandra Ibarra, en el que se recogen las historias de varios supervivientes de c¨¢ncer.
Josep Asunci¨®n, 62 a?os:?¡°Result¨® que yo era m¨¢s fuerte de lo que parec¨ªa¡±
A Josep Asunci¨®n le detectaron un c¨¢ncer de colon hace 10 a?os. Le operaron, todo fue aparentemente bien y en poco tiempo volvi¨® a su puesto de orientador en un instituto p¨²blico de Valencia. Pero un a?o despu¨¦s los m¨¦dicos descubrieron que el tumor se hab¨ªa reproducido. ¡°La primera vez fue muy duro, claro, pero entonces yo intu¨ªa que algo me pasaba, porque ten¨ªa problemas digestivos. Y tuve recursos; una persona aparentemente d¨¦bil como yo result¨® ser m¨¢s fuerte de lo que parec¨ªa. Pero la segunda vez me dej¨® m¨¢s tocado, porque me encontraba bien y fue un golpe inesperado. Como en la canci¨®n aquella de Raimon: "Cuando crees que ya se ha acabado, todo vuelve a comenzar¡±. La letra hablaba del franquismo, y en mi caso fue la pesadilla de que el c¨¢ncer volviera a aparecer. As¨ª como la primera vez me recuerdo positivo, la segunda empec¨¦ a ver fantasmas", afirma Asunci¨®n en el comedor de su casa, en Valencia. Despu¨¦s de aquello, sin embargo, los controles a los que se somet¨ªa fueron pasando sin sorpresas cada tres meses, despu¨¦s cada seis, luego una vez al a?o, y el miedo de aquellos d¨ªas le resulta ahora lejano. ¡°Ya no me generan ninguna tensi¨®n, porque estoy convencido de que van a ir bien¡±.
Asunci¨®n hizo su vida todav¨ªa m¨¢s saludable ¡ªaunque ya com¨ªa bastante sano, beb¨ªa poco alcohol, y solo fum¨® los dos primeros a?os de carrera¡ª. ¡°Mi mujer ya era vegetariana, tambi¨¦n por motivos de salud, y aprovechando que mi hijo se iba de Erasmus, abandonamos la carne, que ahora solo como de forma muy espor¨¢dica, por ejemplo hace unos d¨ªas en una paella, los alimentos procesados y dem¨¢s¡±.
La enfermedad tambi¨¦n le hizo cambiar la forma de afrontar su empleo, del que se jubil¨® hace un a?o. ¡°El trabajo me ayud¨®. Pero ser orientador en un instituto no es f¨¢cil. Antes yo interiorizaba mucho los problemas, me los tra¨ªa a casa", dice. Recuerda, por ejemplo, que en su ¨¦poca en el instituto de Benim¨¤met (Valencia), donde estaba destinado cuando le detectaron el c¨¢ncer, el caso de una familia con graves problemas econ¨®micos y de adicci¨®n a las drogas, cuyos hijos eran alumnos del centro, y que le quitaba el sue?o. ¡°Decid¨ª que ten¨ªa que separar las cosas, lo cual no significa que no siguiera implic¨¢ndome como he hecho siempre. Aprend¨ª a relativizar y al a?o siguiente ped¨ª el traslado a un instituto m¨¢s tranquilo¡±.
El c¨¢ncer, cree Asunci¨®n, va camino de convertirse, al menos en una parte de ellos, en una enfermedad cr¨®nica. Lo cual no impide, a?ade, que en muchos casos siga siendo terrible: el hombre piensa con frecuencia en dos amigas a las que diagnosticaron tumores casi a la vez que a ¨¦l, que tambi¨¦n recayeron un a?o m¨¢s tarde, y que murieron en los a?os 2016 y 2018.
Carmen P¨¦rez, 55 a?os:?¡°Sent¨ª que sal¨ªa de una gran guerra¡±
Carmen P¨¦rez S¨¢nchez a¨²n se emociona al recordar el d¨ªa en el que le detectaron c¨¢ncer en su mama derecha. Llam¨® a su pareja y a una amiga muy nerviosa. ¡°Cuando me dieron los resultados y escuch¨¦ c¨¢ncer, sent¨ª como si de repente el suelo se me abriera. Me preguntaba una y otra vez: ?Qu¨¦ hago ahora?¡±. P¨¦rez hab¨ªa perdido recientemente a otra amiga por el mismo diagn¨®stico y vivi¨® la enfermedad de su t¨ªa a?os atr¨¢s. Asumir que perder¨ªa sus pechos [decidi¨® extirparse ambos] tambi¨¦n fue muy dif¨ªcil. ¡°Me trastornaba pensar qu¨¦ iba a pasar¡±.
P¨¦rez, nacida en La Palma (Santa Cruz de Tenerife) es franca: ¡°Esta enfermedad es una mierda, pero hasta que no pasas por ese proceso no te das cuenta de los recursos personales que tienes¡±. La mujer se someti¨® a la ¨²ltima sesi¨®n de quimioterapia hace ocho a?os. ¡°Entonces sent¨ª que sal¨ªa de una gran guerra, pero esa plenitud es dif¨ªcil de conservar¡±.
A P¨¦rez le detectaron la enfermedad a trav¨¦s de una prueba diagn¨®stica que hizo por el sistema sanitario privado con 46 a?os. En Canarias, hasta los 50 a?os las pruebas no las cubre la Seguridad Social. ¡°No s¨¦ si, de haber esperado cuatro a?os m¨¢s, hubiera estado viva. Esto tiene que cambiar. El c¨¢ncer de mama afecta cada vez a las mujeres m¨¢s j¨®venes¡±, critica.
El testimonio de otras mujeres con c¨¢ncer fue crucial. Ley¨® blogs y busc¨® las historias de otras varias pacientes para sentirse entendida. ¡°La primera vez que vi las cicatrices que acabar¨ªa teniendo? fue en el cuerpo de una amiga m¨ªa. Y eso me ayud¨® much¨ªsimo¡±, reconoce, ¡°esta enfermedad es muy dura para pasarla en soledad¡±. Hoy sigue echando de menos sus pechos, pero eso no le impide continuar sinti¨¦ndose sexi y fuerte. Tampoco le gusta que se hable de superhero¨ªnas en relaci¨®n con la enfermedad, ni de que son los que m¨¢s luchan quienes vencen al c¨¢ncer. ¡°Yo no fui m¨¢s valiente que mi amiga o que mi t¨ªa. Simplemente tuve otro diagn¨®stico, y soy una afortunada¡±.
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