Un tetrapl¨¦jico con dolor cr¨®nico: ¡°Pido marihuana para tener una vida digna¡±
El gallego Juan Manuel Rodr¨ªguez Gantes solicita a Sanidad una licencia para cultivar c¨¢nnabis porque es lo ¨²nico que alivia su sufrimiento f¨ªsico
Juan Manuel Rodr¨ªguez Gantes consume entre 30 y 50 gramos de marihuana al mes ¡°para tener una vida digna¡±. Este gallego de 49 a?os, tetrapl¨¦jico desde hace 30, asegura que solo el c¨¢nnabis consigue erradicar de su cuerpo los fuertes y cr¨®nicos dolores que padece. No puede cultivarlo para su consumo porque la residencia p¨²blica de discapacitados en la que vive no se lo permite y est¨¢ condenado a acudir al mercado negro. ¡°Me puedo llegar a gastar hasta 400 euros al mes, m¨¢s de la mitad de mi pensi¨®n, y la mar¨ªa que me venden unas veces es buena y otras, mala¡±, explica. ¡°Con la pandemia, para colmo, hay menos cantidad y han subido los precios: este a?o me he tirado temporadas aguantando el dolor por no poder conseguirla¡±.
Cultivar c¨¢nnabis para consumo propio est¨¢ despenalizado en Espa?a, pero no es una salida para Rodr¨ªguez Gantes porque reside en el Centro de Atenci¨®n a Personas con Discapacidad F¨ªsica de Ferrol, dependiente del Imserso. En 2012 mont¨® en su cuarto una peque?a plantaci¨®n dentro de un armario de cultivo (un invernadero peque?o para cultivo en interiores), pero no lleg¨® ni a la segunda cosecha. La direcci¨®n del centro lo denunci¨® y, como en aquella ¨¦poca no pod¨ªa desplazarse, acab¨® declarando ante el juez postrado en la cama y acusado de un delito contra la salud p¨²blica.
Aquel procedimiento fue archivado por tratarse de un cultivo para autoconsumo y el juez dio un consejo extraoficial a Rodr¨ªguez Gantes para ahorrarse problemas en el futuro: ¡°Me dijo que no volviera a hacerlo en un centro p¨²blico, que me buscase una casa particular¡±. Hace tres a?os recibi¨® la visita en su residencia de varios agentes de la polic¨ªa secreta. Le quitaron toda la marihuana que guardaba y le cay¨® una multa. ¡°El acoso policial es tremendo. Por la calle tengo miedo de que me paren porque suelo llevar conmigo un canuto o dos. Y mientras, ni el Gobierno ni ninguna farmac¨¦utica me dan una soluci¨®n a mis dolores¡±.
Para intentar liberarse de esta tensi¨®n a?adida a su enfermedad, Rodr¨ªguez Gantes ha emprendido una lucha burocr¨¢tica. Ha solicitado formalmente a la Agencia Espa?ola de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) una autorizaci¨®n para autocultivo de c¨¢nnabis con fines m¨¦dicos. De este tipo de licencias disfrutan actualmente ocho empresas, aunque la ley de 1967 que regula el cultivo de c¨¢nnabis prev¨¦ que puedan ser solicitadas tambi¨¦n por particulares.
La petici¨®n de Rodr¨ªguez Gantes incluye varios informes m¨¦dicos sobre c¨®mo el consumo de c¨¢nnabis ha mejorado su estado de salud. El paciente, argumenta el documento, ha encontrado ¡°el nivel de consumo adecuado¡± para paliar no solo la rigidez, los calambres y los espasmos que le provoca la lesi¨®n en su m¨¦dula espinal, sino tambi¨¦n la ansiedad, el insomnio y el bajo estado de ¨¢nimo que arrastraba a consecuencia de los dolores. Antes de la marihuana, este tetrapl¨¦jico gallego tomaba hasta 40 pastillas para sobrellevar el sufrimiento y padec¨ªa multitud de efectos secundarios como v¨¦rtigos y somnolencia, relata. Con el c¨¢nnabis, la ingesta de comprimidos ha bajado a una docena y ha recuperado la lucidez que le permite disfrutar de un d¨ªa a d¨ªa ¡°m¨¢s o menos normal¡±.
La AEMPS, sin embargo, ve un encaje ¡°muy dif¨ªcil¡± a su solicitud. El organismo dependiente del Ministerio de Sanidad sostiene que como en Espa?a no est¨¢ permitido el uso de c¨¢nnabis medicinal, no es posible autorizar el autoconsumo con esta finalidad. Quienes obtienen una de sus licencias para cultivar la planta con fines m¨¦dicos, esgrime la agencia, est¨¢n obligados a exportar la cosecha ¡°a pa¨ªses donde se hayan establecido programas de uso m¨¦dico¡±.
Cuesti¨®n de derechos humanos
H¨¦ctor Brotons, abogado de Rodr¨ªguez Gantes, critica que la regulaci¨®n del c¨¢nnabis medicinal en Espa?a es ¡°incompleta, ambigua y restrictiva¡± y sus carencias obligan a ¡°innumerables¡± enfermos a utilizar v¨ªas ¡°oficiosas¡± para acceder a la planta. La ley se basa en una norma aprobada en plena dictadura franquista, la Ley 17/1967, que incorpor¨® a la legislaci¨®n espa?ola un convenio de 1961 de la ONU sobre estupefacientes que ya ha sido modificado. ¡°Deber¨ªa actualizarse¡±, reclama este abogado especializado en derecho penal, salud p¨²blica y pol¨ªticas sobre c¨¢nnabis, que apela a los derechos humanos: ¡°No es solo una cuesti¨®n de salud, sino tambi¨¦n del derecho de cada persona a proteger su salud como considere. La dignidad forma parte de la salud y los convenios de derechos humanos est¨¢n por encima de los convenios contra la droga¡±. Hace poco m¨¢s de un a?o la industria del c¨¢nnabis medicinal se reuni¨® en Madrid y tambi¨¦n reclam¨® al Gobierno su legalizaci¨®n.
La AEMPS defiende que en casos como el de Rodr¨ªguez Gantes lo ideal ser¨ªa usar medicamentos elaborados con c¨¢nnabis. ¡°Permitir que los particulares cultiven c¨¢nnabis para consumo personal con fines m¨¦dicos puede presentar riesgos para la salud¡±, sostiene. La agencia aduce que el proceso de aprobaci¨®n de un medicamento es el que garantiza que existen ¡°evidencias cient¨ªficas de la relaci¨®n beneficio-riesgo¡±, proporciona ¡°una calidad constante y contrastada por un fabricante autorizado¡± e incorpora ¡°mecanismos de supervisi¨®n¡± a trav¨¦s de la farmacovigilancia. Su prescripci¨®n, agrega, conlleva adem¨¢s un seguimiento por parte de un facultativo.
El abogado de Rodr¨ªguez Gantes responde que en Espa?a solo existe un f¨¢rmaco aprobado que se elabora con c¨¢nnabis, el Sativex, y lograr su prescripci¨®n no es f¨¢cil. Seg¨²n la ficha t¨¦cnica de la propia AEMPS, est¨¢ indicado para mitigar los espasmos y la rigidez muscular que provoca la esclerosis m¨²ltiple. ¡°La situaci¨®n legal y administrativa en la que se encuentra el c¨¢nnabis en el Estado espa?ol impide que los especialistas de la salud puedan referenciar tratamientos a pacientes y usuarios como Juan Manuel y, consecuentemente, impide poder tenerla como una alternativa a la medicina y opi¨¢ceos tradicionales¡±, se?ala la solicitud de licencia de Rodr¨ªguez Gantes.
En su lucha, Rodr¨ªguez Gantes cuenta con la ayuda del Observatorio Europeo del Cultivo y Consumo de Cannabis que este martes ha presentado en un acto telem¨¢tico el documental Marihuana para vivir que est¨¢ rodando sobre su caso. Ten¨ªa solo 19 a?os cuando sufri¨® la lesi¨®n medular que le cambi¨® la vida. Se lanz¨® al mar desde una roca en la playa de Lazareto de A Coru?a y el tr¨¢gico golpe contra el fondo le hizo perder la movilidad de buena parte de su cuerpo. Son muchas las similitudes entre su historia y la del tambi¨¦n gallego Ram¨®n Sampedro, el c¨¦lebre activista de la eutanasia, pero ¨¦l subraya una diferencia: ¡°Sampedro quer¨ªa morir y yo pido marihuana para tener una vida digna y seguir adelante¡±. Seg¨²n la ¨²ltima encuesta del CIS, el 90% de los espa?oles aprueba el uso terap¨¦utico de la marihuana.
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