Un tribunal en EE UU acusa a una joven de 18 a?os de abortar fuera de plazo, tras revisar sus conversaciones de Facebook
La compa?¨ªa de Zuckerberg dio datos privados por orden judicial a las fuerzas de seguridad, que han servido como base para acusar a la chica y a su madre
Jessica Burgess tiene 41 a?os y su hija Celeste, 18. Ambas han sido imputadas por el tribunal del condado de Madison (Nebraska, EE UU) por un aborto ilegal. El de Celeste, realizado cuando ten¨ªa 17 a?os y alrededor de 23 semanas de embarazo, cuando en ese Estado est¨¢ prohibido hacerlo m¨¢s all¨¢ de la semana 20. Seg¨²n la Fiscal¨ªa, la madre compr¨® y dio las p¨ªldoras abortivas a la adolescente y despu¨¦s la ayud¨® a enterrar el feto. La investigaci¨®n incluye dos p¨¢ginas de una conversaci¨®n de ambas el pasado 20 de abril en Facebook Messenger sobre la compra y el uso de esas pastillas. El caso, complicado por las circunstancias, ha vuelto a agudizar el debate levantado hace meses ¡ªantes incluso de que el Tribunal Supremo tumbara la protecci¨®n federal del aborto¡ª sobre c¨®mo la informaci¨®n personal de las mujeres en la Red puede suponer un peligro para ellas cuando se trata de derechos reproductivos.
En este caso, la investigaci¨®n comenz¨® en abril, despu¨¦s de que otra mujer, una presunta amiga de Celeste, contara a la polic¨ªa que la hab¨ªa visto tomar la primera p¨ªldora en abril, seg¨²n la declaraci¨®n jurada del detective Ben McBride, de la polic¨ªa de Norfolk, que recoge Efe. A partir de ah¨ª, empezaron las pesquisas.
A principios de junio, ambas fueron acusadas de un delito grave, el de sustracci¨®n, ocultaci¨®n o abandono de un cuerpo; y de dos menores, ocultar la muerte de otra persona y denuncia falsa. Fue entonces cuando los investigadores solicitaron la informaci¨®n personal de la madre desde el 15 de abril: fotograf¨ªas, audios y v¨ªdeos, mensajes privados y otra informaci¨®n de la cuenta. Quer¨ªan saber si hab¨ªa cometido otros delitos.
As¨ª, se envi¨® una orden de registro y la empresa matriz de Facebook, Meta, busc¨®, recopil¨® y entreg¨® los mensajes de Facebook Messenger ¡ªeste, propiedad de Meta, e iMessage, de Apple, son los servicios de mensajer¨ªa instant¨¢nea m¨¢s usados en EE UU, uno de los pocos pa¨ªses occidentales donde no reina WhatsApp (tambi¨¦n de Meta)¡ª. ¡°Una p¨ªldora frena las hormonas y luego tienes que esperar 24 horas para tomar la segunda¡±, le dice Burgess a su hija, que le cuenta que hab¨ªa recibido el pedido que hab¨ªan hecho hac¨ªa un mes. ¡°Acu¨¦rdate de que quemamos las pruebas cuando todo est¨¦ fuera¡±, le contesta Celeste.
Fueron esas conversaciones privadas las que sirvieron de base para a?adir acusaciones por un delito grave de aborto ilegal contra Burgess, y montar el caso. Las dos fueron imputadas en julio y se declararon ¡°no culpables¡±; Celeste, que ya ha cumplido los 18 a?os, est¨¢ siendo procesada ya como adulta, por petici¨®n de los fiscales.
El comunicado de Facebook
Este martes, Facebook emiti¨® un comunicado en el que arg¨¹¨ªa que ¡°gran parte de los informes sobre el papel de Meta en un caso penal contra una madre y una hija en Nebraska son totalmente err¨®neos¡± y que quer¨ªan ¡°aprovechar la oportunidad para dejar las cosas claras¡±.
¡°Recibimos ¨®rdenes legales v¨¢lidas de la polic¨ªa local el 7 de junio, antes de la decisi¨®n del Tribunal Supremo. Las ¨®rdenes no mencionaron el aborto en absoluto. Los documentos judiciales indican que la polic¨ªa estaba investigando en ese momento la supuesta quema y entierro ilegales de un beb¨¦ que naci¨® muerto. Las ¨®rdenes iban acompa?adas de ¨®rdenes de confidencialidad, lo que nos imped¨ªa compartir informaci¨®n sobre ellas. Las ¨®rdenes ahora han sido levantadas¡±, explican en ese comunicado, que tambi¨¦n comparti¨® en unos cuantos tuits el portavoz de Meta, Andy Stone.
Una vez que se conoci¨® el caso, el debate y las protestas llegaron y se extendieron por las redes sociales. Desde hace unas horas, la etiqueta DeleteFacebook (Borra Facebook) se ha hecho viral. Una de esas publicaciones es la de Olivia Julianna, una activista y miembro de Gen-Z for Change, una ONG dirigida por j¨®venes para impulsar cambios en temas que afectan a los m¨¢s j¨®venes.
¡°Mucha gente est¨¢ perdiendo la perspectiva aqu¨ª. Independientemente de lo que haya en esos mensajes, pensaron que ella hab¨ªa abortado. Citaron a Facebook, que cooper¨® sin oposici¨®n, para obtener m¨¢s informaci¨®n. Este precedente es peligroso. Esto pondr¨¢ a las personas en riesgo¡±, tuite¨® en un hilo Julianna la noche de este martes, que encabez¨® con un mensaje que dec¨ªa ¡°todas las mujeres deber¨ªan eliminar Facebook ahora mismo. #DeleteFacebook [borrar Facebook]¡±.
Esta cuesti¨®n, la de la privacidad de los datos de las mujeres en la Red relacionados con los derechos reproductivos, viene meses siendo objeto de debate en Estados Unidos. Hace casi un a?o, en septiembre de 2021, Texas Right to Life, la organizaci¨®n ultraconservadora m¨¢s grande del Estado del sur, abri¨® una web que permit¨ªa denunciar de forma an¨®nima a quien se creyese que hab¨ªa estado vinculado a un aborto.
Y no es solo el momento en el que se produce la interrupci¨®n voluntaria del embarazo, sino mucho antes. Cuando el Supremo derog¨® Roe contra Wade [el precedente que garantizaba el aborto en todo el pa¨ªs], las mujeres estadounidenses empezaron a tener miedo por los datos que dejaban en las aplicaciones para monitorizar la menstruaci¨®n.
La HIPAA, la Ley estadounidense de Portabilidad y Responsabilidad del Seguro M¨¦dico, obliga al secreto profesional en las consultas sobre el aborto. Una obligaci¨®n que rige tambi¨¦n para los seguros m¨¦dicos. Sin embargo, ni las empresas que guardan datos ni las aplicaciones est¨¢n sujetas a ello. Pero las aplicaciones y los titanes de los datos no tienen la misma obligaci¨®n. Por lo que toda esa informaci¨®n que las mujeres meten ah¨ª puede llegar a convertirse en pruebas de un delito, el aborto, seg¨²n como sea la legislaci¨®n de cada Estado.
En EE UU, la ley obliga a las empresas tecnol¨®gicas a aportar datos privados de los usuarios en caso de que se las soliciten las autoridades v¨ªa orden judicial. En la Uni¨®n Europea, en cambio, el Reglamento General de Protecci¨®n de Datos (RGPD) ofrece un marco legal mucho m¨¢s robusto que hace el acceso a ese tipo de datos mucho m¨¢s complicado.
Ese es, de hecho, uno de los motivos por los que la UE lleva a?os negociando con EE UU un tratamiento especial para los datos de ciudadanos europeos que se alojan en servidores ubicados en suelo estadounidense. Bruselas quiere asegurarse de que la CIA o el FBI no puedan acceder a informaci¨®n que guarden Google o Facebook sobre alemanes o espa?oles, por ejemplo.
No todas las tecnol¨®gicas han exhibido un nivel de colaboraci¨®n similar con Washington. El consejero delegado de Apple, Tim Cook, se enfrent¨® en 2016 al Gobierno de EE UU al negarse ¡°a construir una puerta trasera para el iPhone¡± a petici¨®n del FBI, como declar¨® ese a?o. La historia se repiti¨® en 2020, cuando la tecnol¨®gica se neg¨® a abrir el iPhone de un sospechoso de terrorismo con los mismos t¨¦rminos.
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