Los curas pederastas de Brasil que escrib¨ªan diarios y los otros 106 sacerdotes investigados por abusos sexuales

EL PA?S puso en marcha en 2018 una investigaci¨®n de la pederastia en la Iglesia espa?ola y tiene una base de datos actualizada con todos los casos conocidos. Si conoce alg¨²n caso que no haya visto la luz, nos puede escribir a: abusos@elpais.es. Si es un caso en Am¨¦rica Latina, la direcci¨®n es: abusosamerica@elpais.es.

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Cada dos meses, un antiguo fraile brasile?o llamado Tarc¨ªsio Tadeu Spricigo debe presentarse ante el juez. Tambi¨¦n tiene que informarle si se muda de vivienda. Son requisitos de la libertad condicional de la que disfruta tras tres condenas por pederastia que suman 32 a?os de c¨¢rcel y le tuvieron preso unos a?os. Spricigo es el autor de lo que la polic¨ªa describi¨® como ¡°manuales de pederastia¡±, diarios descubiertos en 2002 en su casa parroquial y que causaron conmoci¨®n antes de caer en el olvido. Ahora, un libro, Pedofilia na Igreja, um Dossi¨º In¨¦dito Sobre Casos de Abusos Envolvendo Padres Cat¨®licos no Brasil, reconstruye de manera minuciosa los abusos, las idas y vueltas a tribunales y prisiones de este depredador sexual y los otros 107 sacerdotes investigados formalmente en Brasil por abusos en este siglo, incluidos 60 que fueron condenados. Los autores conf¨ªan en que otros periodistas brasile?os recojan el guante y emprendan nuevas investigaciones para arrojar luz sobre los abusos sexuales del clero.

Este libro, fruto de tres a?os de minuciosa investigaci¨®n en miles de documentos oficiales, pretende empezar a llenar un vac¨ªo enorme. Brasil, el pa¨ªs con m¨¢s cat¨®licos del mundo, con 25.000 curas y 11.000 parroquias, parec¨ªa totalmente al margen de las investigaciones y revelaciones sobre los abusos sexuales del clero que han sacudido los cimientos de la instituci¨®n en muchos pa¨ªses; el m¨¢s reciente, Bolivia, donde el diario del cura pederasta espa?ol Alfonso Pedrajas, publicado por EL PA?S en abril, deriv¨® inmediatamente en la apertura de investigaciones oficiales. Un camino transitado antes por Boston, Francia, Chile, Espa?a, Portugal, donde el papa Francisco acaba de pedir perd¨®n a 13 v¨ªctimas¡­

Cuenta el periodista F¨¢bio Gusm?o, coautor de Pedofilia na Igreja junto a su colega Giampaolo Morgado Braga, que recibieron el encargo de sumergirse en los casos de curas pederastas. Los editores estaban convencidos de que esa historia, contada a retazos en los medios, merec¨ªa m¨¢s atenci¨®n y por eso buscaron a estos dos veteranos periodistas de los diarios O Globo y Extra, de R¨ªo de Janeiro.

Algunos casos, como el del fraile Tarc¨ªsio Tadeu y su manual, hab¨ªan sido publicados por la prensa, pero casi siempre de manera superficial y con poco o ning¨²n seguimiento. Gracias a la investigaci¨®n de Gusm?o y Morgado Braga, Brasil sabe ahora que por lo menos 60 sacerdotes fueron condenados por abusos sexuales a 148 v¨ªctimas en los ¨²ltimos 20 a?os.

Las restricciones que impone la ley y la pandemia complicaron a¨²n m¨¢s la ardua tarea en un pa¨ªs con curas repartidos por un territorio que duplica el de la Uni¨®n Europea. ¡°La principal dificultad, junto al silencio de la Iglesia, es que, cuando [en los casos judiciales] proteges a la v¨ªctima, acabas beneficiando al abusador¡±, explicaba esta semana Gusm?o en una entrevista por videollamada desde R¨ªo. Muchos de los procesos judiciales que les interesaban eran secretos. ¡°Pero descubrimos un camino con las indemnizaciones¡±, dice. Fueron el enganche por el que empezaron a tirar del hilo para desentra?ar la madeja de casos penales bajo secreto de sumario.

Con muchas horas de investigaci¨®n, cruce de informaciones entre bases p¨²blicas de datos ¡ªde tribunales, de la fiscal¨ªa¡­¡ª y fuentes entre polic¨ªas o abogados fueron descubriendo piezas para montar el rompecabezas. Dato a dato reconstruyeron la trayectoria criminal de un depredador sexual como Tarc¨ªsio Tadeu Spricigo, que en su manual describi¨® en detalle c¨®mo abordar a sus v¨ªctimas o cu¨¢l era el perfil id¨®neo de cr¨ªo para evitar ser acusado:

- Edad: 7, 8, 9, 10

-Sexo: masculino

-Condiciones sociales: pobre

-Condiciones familiares: preferentemente hijo ¨²nico, sin padre, con una madre sola. En todo caso con una hermana.

-?D¨®nde buscar? En calles, escuelas, familias

Es decir, sal¨ªa a la caza de los m¨¢s indefensos entre los vulnerables. Ni la expulsi¨®n de la Iglesia cat¨®lica ni la sucesi¨®n de penas de c¨¢rcel lo detuvo. Tres veces fue condenado en otros tantos Estados, S?o Paulo, Goi¨¢s y Santa Catarina.

La reacci¨®n de la jerarqu¨ªa cat¨®lica en Brasil tambi¨¦n ha seguido un patr¨®n: ¡°Aislar al sacerdote para evitarse la responsabilidad jur¨ªdica y preservar as¨ª su patrimonio¡±, explica el autor. El padre Alfieri Eduardo Bolpani, que tambi¨¦n llevaba un diario, fue primero trasladado de ciudad por la jerarqu¨ªa, que luego le contrat¨® uno de los mejores abogados de Brasil para que le redujera una pena inicial de casi un siglo. Reducida la condena a 40 a?os, ya est¨¢ en libertad condicional y Gusm?o lo entrevist¨®. ¡°Dice que todo es fruto de un plan orquestado contra ¨¦l, la venganza de un chaval, pero percibes en su discurso toda una estructura mentirosa¡±.

Hombres con poder

Gusm?o, un cat¨®lico que se ha tomado esta investigaci¨®n como una misi¨®n, conf¨ªa en que su reci¨¦n publicado libro sirva de invitaci¨®n para que otros medios brasile?os, especialmente los regionales, tomen el relevo y desarrollen sus propias investigaciones porque, recalca, la mayor¨ªa de los casos descubiertos ocurrieron en ciudades de menos de 100.000 habitantes ¡°donde la figura del cura es m¨¢s relevante que el juez o el comisario de polic¨ªa porque es el representante de Dios en la tierra¡±.

La primera edici¨®n de Pedofilia na Igreja ya ha logrado algunos resultados. Los autores han sido contactados por v¨ªctimas, que en Brasil no est¨¢n organizadas. Un cura condenado por abusos sexuales en EEUU y que estaba predicando en el interior de S?o Paulo, Elias Francisco Guimar?es, ha sido apartado de sus funciones. Pero hay otro que fue condenado en Brasil por posesi¨®n de pornograf¨ªa que en noviembre segu¨ªa todav¨ªa en su puesto mientras su di¨®cesis mantiene silencio.