Ideas de maternidad perfecta, expectativas sociales e incomprensi¨®n: atrapadas en el tab¨² de la depresi¨®n posparto
Alrededor de una cuarta parte de madres sufre s¨ªntomas de este trastorno despu¨¦s de dar a luz. Los sentimientos de tristeza, culpa y desesperaci¨®n suelen quedar en secreto, y la detecci¨®n es dif¨ªcil: ¡°En las revisiones nadie les pregunta a ellas c¨®mo est¨¢n¡±
Ana pensaba en tirar a sus hijos por la ventana a los pocos meses de haber dado a luz. Marina se arrepent¨ªa de haber tenido al suyo. Laura ya no ten¨ªa ganas de vivir, no soportaba el cansancio y la soledad despu¨¦s de parir. Y Celia, como Laura, pensaba en quitarse la vida. Todas se hab¨ªan convertido en madres hac¨ªa, al menos, seis meses y todas transitaban por lo mismo sin saberlo: una depresi¨®n posparto. Creyeron que hab¨ªan enloquecido, sus beb¨¦s les tra¨ªan angustia, tristeza o desesperaci¨®n. Pero como ellas, hay muchas m¨¢s, aunque es dif¨ªcil saber cu¨¢ntas. La mayor¨ªa se traga estos pensamientos y trata de seguir adelante. Es un tema tab¨². Varios estudios internacionales sit¨²an la prevalencia alrededor del 15% de las madres, y un informe del Consejo General de Psicolog¨ªa de Espa?a eleva a una cuarta parte las que tienen s¨ªntomas de depresi¨®n posparto al a?o de dar a luz.
¡°Estaba en un granero, en casa de mis padres, y no hac¨ªa m¨¢s que pensar en buscar una cuerda y ahorcarme¡±, cuenta Ana (nombre ficticio) de 42 a?os, quien prefiri¨® mantenerse en el anonimato para compartir su historia. Hab¨ªa dado a luz a sus mellizos hac¨ªa menos de un a?o cuando vivi¨® ese episodio, el que recuerda como ¡°lo m¨¢s brutal¡± y el pico de la depresi¨®n posparto. Sin embargo, los s¨ªntomas hab¨ªan comenzado meses antes con ganas de huir, tristeza y cansancio. Sab¨ªa que pensaba de manera irracional, pero no pod¨ªa evitarlo. ¡°Piensas: no se merecen una madre como yo¡±, dice.
Ana cuidaba de los dos beb¨¦s y estaba extremadamente cansada. Quer¨ªa hacerlo todo a la perfecci¨®n y esa fue una de las cosas que m¨¢s le afect¨®. A pesar del agotamiento, ella quer¨ªa darles el pecho y hacer colecho con ellos. ¡°Hab¨ªa d¨ªas que me quedaba con los ni?os por la ma?ana y lloraba uno, luego el otro y no puedes con todo¡±, cuenta. ¡°Hacerlo todo bien cuando tienes hijos es imposible. Yo sab¨ªa que no estaba bien¡±, agrega.
La depresi¨®n posparto es un cuadro cl¨ªnico que debe ser tratado por los especialistas en salud mental y puede ocurrir desde que la madre da a luz hasta un a?o despu¨¦s, explica Esther Ram¨ªrez, psic¨®loga perinatal y docente del Instituto Europeo de Salud Mental Perinatal. En Espa?a, los estudios que se han hecho, recogidos en el informe Depresi¨®n perinatal en el contexto espa?ol, del Consejo General de Psicolog¨ªa del 2023, sit¨²an la cifra de afectadas por este tipo de s¨ªntomas entre el 26,7% y 30,3% de las madres. Adem¨¢s, la depresi¨®n antenatal, es decir, durante el embarazo, tiene una prevalencia de entre 14,8% y 15,2%.
Se trata de algo mucho m¨¢s profundo que el baby blues, una especie de tristeza que se da ¨²nicamente en los primeros 15 d¨ªas tras el parto y afecta a un alto porcentaje de madres. ¡°Es tristeza, angustia, sensaci¨®n de no ser capaz, pero ocurre ¨²nicamente durante las primeras dos semanas. Si se intensifica y alarga, se habla ya de una depresi¨®n posparto¡±, explica Ram¨ªrez. Otro trastorno que se puede dar durante este periodo es la psicosis perinatal, una afectaci¨®n m¨¢s grave y menos habitual: ¡°Es una urgencia m¨¦dica grave donde se debe llevar a la paciente al hospital para estabilizarla. Es una sintomatolog¨ªa muy bizarra donde no est¨¢n en la realidad¡±.
Laura Serrano, de 41 a?os, cuenta que cuando se hizo madre comenz¨® a sentir un profundo malestar que le quitaba las ganas de vivir. ¡°No ten¨ªa fuerzas para nada¡±, recuerda. Nunca quiso realmente morir, pero el cansancio y la tristeza no la dejaban pensar de otra manera: ¡°No es que yo quisiera dejar hu¨¦rfana a mi hija, es que era un malestar tan profundo que lo ¨²nico que quer¨ªa era dejar de sufrir¡±. Al inicio, Laura estaba en su cama, sin poder hacer nada, y su pareja le pon¨ªa en el pecho a la beb¨¦ para que intentaran estar juntas. A?os antes de estar embarazada, Laura hab¨ªa tenido depresi¨®n y aunque este es un antecedente para la depresi¨®n posparto, ella no pens¨® que le pasar¨ªa.
En realidad, casi ninguna madre piensa que le va a pasar y, una vez que sucede, se sienten completamente solas. Laura hace un resumen: ¡°Era sentirse sola rodeada de gente¡±. Si durante los primeros s¨ªntomas de la depresi¨®n alguien les hubiera preguntado qu¨¦ necesitaban ¡ªadem¨¢s de la atenci¨®n psiqui¨¢trica¡ª todas coinciden en la misma respuesta: saber que no eran las ¨²nicas que pasaban por esto. ¡°Parte del problema es la soledad en la que se vive¡±, dice Marina (nombre ficticio) quien intent¨® quedarse embarazada tres veces y en enero del 2023 dio a luz a su primer hijo. Tiene 45 a?os y vive en Almer¨ªa.
A ella los primeros s¨ªntomas le llegaron apenas dio a luz, pero cuando se lo dec¨ªa a la matrona, esta no le daba importancia. Marina recuerda: ¡°Yo me hab¨ªa montado mi pel¨ªcula preciosa y fant¨¢stica de que la lactancia materna iba a salir genial, pero comenz¨® a complicarse. Ah¨ª fue mi cuesta abajo y sin freno¡±. En ese momento lo que le hizo falta fue una ¡°tribu¡±, y le consolaba escuchar a otras madres que le contaban experiencias parecidas. Lo que sucede es que existe una idea rom¨¢ntica de la maternidad y la realidad no es necesariamente as¨ª, dice.
¡°Yo hubiese necesitado al club las madres imperfectas, que alguien me dijera que la maternidad no es perfecci¨®n. Que me hayan dicho: tu hijo lo que necesita es una madre sana mentalmente, no necesita tu teta tanto¡±, cuenta Marina.
Presi¨®n social para estar felices
Muchas de las depresiones posparto comienzan en el embarazo, pero no son detectadas a tiempo, indica el informe Depresi¨®n perinatal en el contexto espa?ol. Esther Ram¨ªrez explica que muchas madres ocultan sus s¨ªntomas porque existe un estigma y una presi¨®n social que les dice que tienen que estar felices por tener un hijo. Alba Roca, psiquiatra y Jefe de la Unidad de Salud Mental Perinatal del Hospital Cl¨ªnic de Barcelona, el centro de referencia en el tema, agrega que al ser un tema poco conversado muchas madres primerizas no tienen la informaci¨®n necesaria para darse cuenta de la ayuda que necesitan.
¡°No entend¨ªa por qu¨¦ si era una ni?a deseada, ten¨ªa una familia, me estaba recuperando, la ni?a estaba sana, ten¨ªa una situaci¨®n laboral estable, por qu¨¦ me sent¨ªa tan mal. Nada justificaba¡±, recuerda Laura.
Roca asegura que es necesario que las madres entiendan que 1 de cada 5 va a sufrir un problema de salud mental en la etapa perinatal. ¡°Si esto se hablase, se har¨ªa m¨¢s familiar y la detecci¨®n ser¨ªa m¨¢s f¨¢cil¡±, a?ade. Para la depresi¨®n posparto, lo m¨¢s importante es pedir ayuda a profesionales de la salud mental, aunque este paso no sea f¨¢cil para todas las madres.
Celia Ortiz (Madrid) tiene 48 a?os, tuvo a su hijo en mayo del 2020 y comenz¨® con la depresi¨®n a los pocos meses. Para ella no fue f¨¢cil pedir ayuda, es una persona muy perfeccionista y sent¨ªa la presi¨®n social de hacer las cosas bien. ¡°Al fin ves que es un tema tab¨² y que est¨¢ feo decir que no puedes. Te sientes ego¨ªsta, piensas de qu¨¦ me quejo si lo tengo todo. No cambio a mi hijo por nada en el mundo, pero durante ese momento no fui capaz de levantar cabeza¡±, dice.
La demanda de ayuda tambi¨¦n se complica cuando la seguridad social no responde ante la urgencia y es necesario acudir, y pagar, a un psic¨®logo privado. Marina le coment¨® a su m¨¦dico de cabecera como se sent¨ªa, pero le dieron cita en salud mental para tres meses. Ella no ten¨ªa ese tiempo: ¡°No pod¨ªa esperar, me estaba muriendo. Era una sensaci¨®n de estar en el infierno m¨¢s grande, de solo querer morirme¡±. Ella, como el resto, fue tratada con antidepresivos y ansiol¨ªticos, adem¨¢s de acompa?amiento psicol¨®gico.
Falta de formaci¨®n en los profesionales
En Espa?a, la depresi¨®n posparto est¨¢ infradiagnosticada, concluye el informe sobre este trastorno en el contexto espa?ol. Ram¨ªrez explica que no todos los profesionales de la salud que visita una madre en el primer nivel de atenci¨®n ¡ªcomo matronas, pediatras o m¨¦dicos de cabecera¡ª est¨¢n formados adecuadamente en salud mental perinatal. Argumenta que esto puede derivar en este subregistro. ¡°Cuando las madres van a revisiones del ni?o sano nadie les pregunta a ellas c¨®mo est¨¢n¡±, dice. Torres agrega que, en general, hay poca formaci¨®n en salud mental, pero es a¨²n peor ¡°la formaci¨®n en salud mental con perspectiva de g¨¦nero, c¨®mo afecta a la mujer y, sobre todo, en esta etapa¡±.
Mar¨ªa F. Rodr¨ªguez Mu?oz, coautora del informe y profesora titular del Departamento de Personalidad, Evaluaci¨®n y Tratamiento Psicol¨®gico de la UNED, explica que existen barreras estructurales en el sistema de salud que impiden incluir la salud mental de las madres como prioridad. Sostiene que es necesario un protocolo nacional para atender la depresi¨®n perinatal, desde el diagn¨®stico hasta el tratamiento. Actualmente cada comunidad tiene sus propias l¨ªneas de acci¨®n y, en realidad, depende de la buena voluntad de algunos profesionales de la salud, a?ade.
Torres agrega que para evitar el infradiagn¨®stico y, por ende, la falta de tratamiento son necesarias herramientas de cribado; es decir, que se encueste a todas las madres para ver posibles s¨ªntomas y derivarlos a salud mental. Coincide con Rodr¨ªguez con la necesidad de un protocolo sistematizado. Explica que en Catalu?a, en 2018, se incluy¨® esta gu¨ªa con consultas de salud mental en el protocolo de atenci¨®n al embarazo y ha sido una medida eficiente para la detecci¨®n de posibles casos.
Tras sesiones con los psic¨®logos y psiquiatras Ana, Marina, Celia y Laura se encuentran mejor. Cada una lo transit¨® de manera distinta y en tiempos diferentes. Marina, por ejemplo, comenz¨® con los antidepresivos y ansiol¨ªticos y al mes y medio se sinti¨® mejor. ¡°Sent¨ª que la tristeza no era tan grande, que empezaba a ver algo de luz, que las 24 horas del d¨ªa no se intercalaban entre pena y tristeza¡±, dice.
Ahora vive con su pareja y su hijo en una casa rodeada de naturaleza, cerca a sus familiares y disfrutando el campo. Su sue?o era que su hijo creciera as¨ª, libre. Lo est¨¢ haciendo. ¡°Lo veo y me siento feliz porque hubo un momento en el que pens¨¦ que lo iba a hacer un desgraciado, pero la historia ha cambiado y doy gracias de haber podido encontrar la ayuda¡±, dice.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.