Los efectos de aprender junto a un robot

?Hasta qu¨¦ punto la inteligencia artificial cambiar¨¢ nuestros modelos sociales???Llegar¨¢ un d¨ªa en el que los profesores ser¨¢n sustituidos por robots? El siglo XXI nos pone frente a muchas preguntas fascinantes como estas. Un estudio publicado recientemente en Science ofrece una revisi¨®n de m¨¢s de cien art¨ªculos cient¨ªficos escritos en los ¨²ltimos 25 a?os sobre experimentos con robots como herramienta aplicada a la ense?anza. La conclusi¨®n es que pueden tener efectos muy positivos si utilizados en ¨¢mbitos concretos, como aprender vocabulario o practicar c¨¢lculos matem¨¢ticos, aunque las tecnolog¨ªas actuales no permiten plantearlos como una opci¨®n sustitutiva de un educador humano. El debate en la comunidad cient¨ªfica est¨¢ abierto. No hay dudas sobre lo ¨²til que pueden resultar las nuevas tecnolog¨ªas para mejorar la experiencia de aprendizaje de los m¨¢s peque?os, pero muchos interrogativos sobre c¨®mo aplicarlas a¨²n est¨¢n sin respuesta clara.?

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Los autores de esta revisi¨®n analizaron ¨²nicamente art¨ªculos en los que se utilizaron robots existentes f¨ªsicamente, con una intencionalidad claramente educativa y con propuestas experimentales o de an¨¢lisis novedosos.¡°Los robots se han usado para ense?ar las matem¨¢ticas, una segunda lengua, la geograf¨ªa, la f¨ªsica, el razonamiento l¨®gico, las escritura¡­ Pr¨¢cticamente de todo¡±, afirma Tony Belpaeme, investigador de las universidades de Genk (B¨¦lgica) y Plymouth (Reino Unido) y autor principal del estudio. Los experimentos recogidos por ¨¦l y su equipo se realizaron en pa¨ªses asi¨¢ticos, como Jap¨®n, China o Taiw¨¢n, en Europa y en EE UU. Los efectos sobre el aprendizaje de los ni?os que resultaron de las pruebas se dividieron en dos categor¨ªas: los de tipo afectivo y los de tipo cognitivo.

Belpaeme y sus colaboradores hablan de distintas modalidades de aplicaci¨®n de los robots en las aulas. Algunos ejercen un papel de profesor o tutor, con tareas de asesoramiento y supervisi¨®n, sobre todo en una relaci¨®n individual con el alumno, por ejemplo a la hora de ayudarlo a mejorar su vocabulario. Otros act¨²an como compa?eros, que acompa?an a los ni?os en el aprendizaje y van aumentando sus propias competencias junto a ellos. Tambi¨¦n existen los que juegan el rol de estudiante "novato", al que el ni?o va ense?ando cosas y as¨ª mejora a su vez algunas capacidades ya adquiridas (por ejemplo, escribir). ¡°Todos estos robots ahora mismo son prototipos. Pero podr¨ªan llegar a las clases si alguna compa?¨ªa estuviera interesada en invertir en ellos¡±, explica Belpaeme.

La aplicaci¨®n de los robots en contextos educativos dio resultados positivos pr¨¢cticamente en todos los casos examinados, seg¨²n este investigador. Aunque hay que matizar. En su opini¨®n, las posibilidades tecnol¨®gicas actuales no hacen pensar que un robot pueda desempe?arse en todas las funciones que ejerce un educador humano. ¡°La conclusi¨®n principal es que los robots pueden ser eficaces como apoyo a la ense?anza. No van a sustituir a los profesores, pero pueden ejercer de tutores personales en contextos muy concretos¡±, afirma. Uno de los aspectos m¨¢s interesantes, seg¨²n explica, es que estos productos de la inteligencia artificial se prestan bien a un uso personalizado, "algo para lo que los profesores carecen de tiempo". Belpaeme especifica tambi¨¦n que considera como los mejores los que act¨²an de compa?eros, porque "no saben todo" y "aprenden junto al ni?o".

Cecilio Angulo, de la Universidad Polit¨¦cnica de Catalu?a, est¨¢ de acuerdo en que los robots pueden ser una herramienta de apoyo ¨²til, por ejemplo para hacer o corregir un dictado. "Donde tienen m¨¢s potencial es sobre todo a la hora de dar a los ni?os libertad de pensar cosas nuevas", sostiene. Angulo afirma que ha podido observar los resultados de experimentos con robots en dos colegios de Barcelona. El investigador coincide con Belpaeme en que la dimensi¨®n f¨ªsica en la que los ni?os interact¨²an con los robots les permite conocer una forma de aprendizaje "m¨¢s cercana" e interactiva de la que ofrecen otras tecnolog¨ªas, como las tabletas o la realidad virtual. Lo importante, en su opini¨®n, es que no se pierda de vista la funci¨®n de tutor que ejerce el profesor, esencial tambi¨¦n para que la inteligencia artificial se utilice de la forma correcta. "El robot como tal no es nada, es como tener un iPhone sin saber lo que es", afirma.

Plantearse un cambio de sistema

"Los robots tienen un gran impacto cuando los ni?os tienen entre los 8 y los 10 o 12 a?os, pero este impacto cambia seg¨²n la edad", afirma Anna Mura, investigadora de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona. "Son ¨²tiles en los contextos donde quien aprende necesita un agente con el que relacionarse", agrega su compa?ero Paul Verschure. "Sin embargo, no son suficientes para proporcionar todo lo que conlleva el proceso aprendizaje", afirma este cient¨ªfico. Para ambos, hay pocos estudios sobre el tema y esta escasez no permite sacar conclusiones tan claras como las que muestra el art¨ªculo de Belpaeme y sus compa?eros."En las motivaciones de este estudio no se menciona el porqu¨¦ hay que usar los robots", asegura Verschure.

Lo m¨¢s positivo de esta revisi¨®n, seg¨²n afirman los dos, es que permite plantear un debate m¨¢s amplio sobre la necesidad de modificar profundamente y mejorar el modelo educativo actual. Seg¨²n Verschure, el n¨²mero de alumnos que tiene que atender un profesor es demasiado alto como para optimizar su proceso de aprendizaje. "Tenemos que individualizar la educaci¨®n", asegura. El sistema educativo tiene que ser modernizado para responder a los cambios de la sociedad contempor¨¢nea, seg¨²n sostiene. "Todav¨ªa estamos preparando a los ni?os para el futuro de los a?os setenta, pero el mundo ha cambiado radicalmente". La tecnolog¨ªa es una herramienta ¨²til para acercarse a estos objetivos y es necesario integrarla en las aulas y combinar sus potencialidades seg¨²n el contexto, afirma el cient¨ªfico.

Estos desaf¨ªos son cuestiones que los representantes pol¨ªticos "deben tener la valent¨ªa de afrontar", seg¨²n consideran Verschure y Mura. "Tenemos que convencerlos de la necesidad de estos cambios, porque ahora mismo estamos preparando a las nuevas generaciones para no tener futuro, y eso es terrible", asegura el investigador. Cecilio Angulo considera que a veces los profesionales del sector temen que los robots puedan comportar m¨¢s trabajo para aprender a manejarlos y por eso pueden rechazarlos. "Tambi¨¦n les preocupa que quiten importancia a alguna de sus tareas", agrega Mura. Belpaeme prev¨¦ que las caracter¨ªsticas de los robots facilitar¨¢n su presencia estable en las clases como asistentes de los educadores, aunque es dif¨ªcil saber cu¨¢ndo. "La tecnolog¨ªa est¨¢ lista. Solo necesitamos conquistar los corazones y las mentes de los profesores", afirma.