Mujeres programadoras: el dif¨ªcil reto de ¡®hackear¡¯ los estereotipos
Solo uno de cada 10 desarrolladores en Espa?a es una mujer. Los expertos achacan la falta de vocaci¨®n a los sesgos de g¨¦nero y la falta de orientaci¨®n
Grace Murray Hopper cre¨® el primer lenguaje complejo de ordenador. Margaret Hamilton codific¨® el software?que hizo posible que el hombre llegara a la Luna. Radia Perlman est¨¢ detr¨¢s de uno de los descubrimientos esenciales para el funcionamiento de Internet. Son solo tres de las mujeres programadoras que han marcado la historia de la tecnolog¨ªa. Al igual que ellas, miles de mujeres en todo el mundo que escriben c¨®digo se han desenvuelto, y se desenvuelven a diario, en un sector totalmente dominado por hombres.
¡°Si bien el porcentaje de las mujeres nunca ha sido muy alto en los sectores relativos a la inform¨¢tica y programaci¨®n, a partir de los a?os 90 empeor¨® a¨²n m¨¢s¡±, afirma Marta Jim¨¦nez Castells, doctora en Arquitectura de Computadores y profesora desde hace 25 a?os en la Universidad Polit¨¦cnica de Catalu?a. En esa d¨¦cada, ¡°el n¨²mero de mujeres dedicadas a la inform¨¢tica descendi¨® un 50%, coincidiendo con el cambio de nombre que realiz¨® esta carrera de Licenciatura a Ingenier¨ªa¡±: ¡°Esa bajada a¨²n no la hemos recuperado¡±, a?ade.
En la actualidad, las mujeres solo representan el 11% del total de desarrolladores a nivel mundial, seg¨²n el informe Java, web, mobile and PHP salary survey de la consultora Pearson para el ejercicio 2017/2018. En Espa?a, la media de mujeres que escriben c¨®digo se sit¨²a en el 9,3%, ligeramente por debajo de la media mundial y muy alejada de la cifra, por ejemplo, de Reino Unido, donde las mujeres representan el 54,6% del total.
Sara Ylipoti conoce bien la situaci¨®n. Es COO de Ride On, una tecnol¨®gica del sector de la movilidad, y coordina un equipo de 20 programadores ¡ªtodos chicos salvo una chica¡ª. Para ella, la ausencia de mujeres en el sector se debe a ¡°la brecha de g¨¦nero y a los estereotipos¡± y hay que combatirla desde la infancia: ¡°Si no incentivamos a las chicas a dedicarse a la ciencia o a las matem¨¢ticas siempre vamos a arrastrar una brecha en el trabajo. Tenemos que empezar por la educaci¨®n, tanto la que imparten las escuelas como la que transmiten los padres y madres y eso iniciar¨¢ una reacci¨®n en cadena que acabar¨¢ abarcando a toda la sociedad¡±.
Las ni?as se creen menos capaces que los ni?os a la hora de alcanzar objetivos que requieran habilidades cient¨ªficas, seg¨²n los datos del informe PISA de 2015. Castells es madre de cuatro hijos, tres ni?as y un ni?o: ¡°He podido ver que cuando las mujeres somos ni?as nos sentimos atra¨ªdas por la inform¨¢tica y la tecnolog¨ªa, pero f¨¢cilmente nos alejamos de ese mundo. Por ejemplo, en el colegio los ni?os r¨¢pidamente dominan toda la tecnolog¨ªa, les atrae, saben c¨®mo usarla y presumen de ello. Las ni?as, frente a este mayor inter¨¦s o dominio de la tecnolog¨ªa de los ni?os, se empiezan a sentir m¨¢s lejanas a ello, creyendo que es algo que no dominan tanto y se distancian¡±.
Esta falta de confianza junto a la falta de mujeres referentes afecta, seg¨²n los expertos, a su orientaci¨®n profesional y su elecci¨®n de cursos. Solo una de cada 100 adolescentes en Espa?a quiere dedicarse a las tecnolog¨ªas de la informaci¨®n y la comunicaci¨®n, seg¨²n datos del mismo informe.
Formaci¨®n en inform¨¢tica
Para la profesora, la soluci¨®n pasa por ¡°impartir la asignatura de inform¨¢tica desde los 10 a?os y no dejarlo para bachillerato o incluso la universidad¡±. El objetivo final deber¨ªa ser ¡°mostrar que la ingenier¨ªa inform¨¢tica no es una carrera inalcanzable. Mientras que en la universidad las mujeres forman el colectivo mayoritario, su representaci¨®n en ingenier¨ªas no super¨® el 25% en 2018, seg¨²n el estudio El desaf¨ªo de las vocaciones STEM. ¡°Hasta que no pisamos la universidad, ni los chicos ni las chicas sabemos c¨®mo programar ni c¨®mo crear la tecnolog¨ªa. Hasta ese momento solo la hemos utilizado. En la universidad ya se puede hacer poco dado que las mujeres que han llegado hasta esta etapa de su educaci¨®n ya han tomado una decisi¨®n¡±, afirma.
Maider Agirrezabal tiene 23 a?os y estudia ingenier¨ªa de telecomunicaciones en la Universidad Polit¨¦cnica de Catalu?a. Pese a que la tecnolog¨ªa le llama la atenci¨®n desde que era peque?a, hasta que lleg¨® a la universidad no sab¨ªa en qu¨¦ consist¨ªa programar. ¡°Al principio lo odiaba, pero poco a poco me fue gustando y vi que, en ingenier¨ªa, de un lado o de otro, acabas usando la programaci¨®n. Es algo necesario y ¨²til, adem¨¢s ayuda a encarar los problemas y a buscar soluciones¡±, afirma la joven.
¡°Si no incentivamos a las chicas a dedicarse a la ciencia o a las matem¨¢ticas siempre vamos a arrastrar una brecha en el trabajo"
Su caso es el claro ejemplo de la falta de informaci¨®n antes de entrar en la universidad acerca de qu¨¦ salidas tienen determinadas carreras. Pese a la demanda laboral, el n¨²mero de matriculados en Espa?a en carreras t¨¦cnicas como Ingenier¨ªa y Arquitectura ha ca¨ªdo un 28% entre 2010 y 2017, seg¨²n El desaf¨ªo de las vocaciones STEM. Los alumnos achacan la falta de vocaci¨®n a la dificultad acad¨¦mica y la falta de orientaci¨®n. ¡°Antes de iniciarme en la universidad pensaba que solo estaba relacionada con antenas, telecomunicaciones... pero ahora he visto que la programaci¨®n est¨¢ en todo y la aplicaci¨®n de la tecnolog¨ªa puede resultar muy interesante para las mujeres¡±.
Agirrezabal participa en un programa de mentoring en el que trabajadores del sector les orientan y les explican ¡°de una forma muy pr¨¢ctica¡± qu¨¦ van a encontrar en el ¨¢mbito laboral. ¡°Ah¨ª he podido conocer el hermetismo y la masculinizaci¨®n que existe en este negocio¡±, explica la joven, que asegura que nunca se ha sentido discriminada durante sus estudios por raz¨®n de sexo.
El mundo laboral
Tampoco lo hizo en esa etapa Laura Ribes, desarrolladora (Frontend Developer) en Signaturit, una fintech de Barcelona con 100 empleados. Pero s¨ª despu¨¦s. ¡°Las barreras empiezan cuando entras en el mercado laboral. En las empresas m¨¢s tradicionales, las reuniones est¨¢n enfocadas m¨¢s en el producto y a los desarrolladores en general se nos deja participar poco, pero si eres mujer tu voz tiene todav¨ªa menos peso y eso es algo que he sufrido en primera persona¡±, afirma.
En sus 17 a?os de experiencia en el sector recuerda alguna situaci¨®n desagradable: ¡°Hace unos a?os estaba en un evento en el que todos ¨¦ramos desarrolladores y, al terminar la ponencia, la persona que ten¨ªa al lado se gir¨® y me pregunt¨® en todo despectivo: ¡®?Y t¨² programas?¡® Este tipo de comentarios cada vez son menos habituales pero hieren la sensibilidad y hacen que en ocasiones sea complicado e incluso desmotivador¡±.
A los obst¨¢culos para que su trabajo sea reconocido se suman los problemas de conciliaci¨®n familiar y laboral y la dificultad a la hora de conseguir financiaci¨®n para sus proyectos. Existe un techo de cristal que impide a las mujeres llegar a los puestos m¨¢s altos. ¡°Puede existir un factor tambi¨¦n determinante que tiene que ver con la equiparaci¨®n del sueldo entre hombres y mujeres¡±, afirma Consuelo Castilla. Es presidenta y socia de AdQualis, una compa?¨ªa dedicada a la b¨²squeda de talento, y explica que aunque las mujeres que trabajan en el sector tecnol¨®gico est¨¢n sobradamente preparadas, ¡°a la hora de negociar sus salarios siempre est¨¢n por debajo de los hombres incluso en un sector como el suyo, con sueldos medios elevados¡±. Para ella, este aspecto influye en su acceso a roles de mayor responsabilidad.
Pese a ser ser partidaria de apostar siempre por el talento con independencia del g¨¦nero, Castilla considera que en el caso del sector tecnol¨®gico la brecha es lo bastante considerable ¡°como para que quiz¨¢s s¨ª tenga sentido aplicar alguna pol¨ªtica de cuotas¡±: ¡°Ser¨ªa en todo caso una medida de corto plazo. En el medio y largo plazo debe trabajarse en la base del problema para solucionarlo de forma permanente y estructural¡±.
Las empresas son m¨¢s eficientes si cuentan con talento diverso. De hecho, tres de cada cuatro empresas que han promovido la presencia de mujeres en cargos directivos han registrado un aumento de sus beneficios del 5% al 20%, seg¨²n un an¨¢lisis realizado por la Organizaci¨®n Internacional del Trabajo (OIT). Las mujeres, seg¨²n Castilla, son especialmente buenas a la hora de trabajar en equipo, planificar comunicar y empatizar: ¡°Tanto en el sector tecnol¨®gico en general como en el ¨¢mbito de la programaci¨®n en particular, en que suele trabajarse de forma muy individual, estas aptitudes son especialmente bien valoradas por las compa?¨ªas¡±.
¡°Las personas tendemos a estudiar y trabajar en lugares a los que sentimos que pertenecemos. El hecho de que en las empresas tecnol¨®gicas no trabajen en ocasiones muchas mujeres hace que muchas no las percibamos como espacios en los que queramos trabajar¡±, afirma Ylipoti. Pero a la hora de desarrollar un producto, seg¨²n sostiene, la presencia de mujeres en el equipo es primordial para tener en cuenta la opini¨®n de las mujeres, que son la mitad de la poblaci¨®n: ¡°Cualquier producto tecnol¨®gico va a tener clientas femeninas y, por lo tanto, en su fase de desarrollo va a enriquecerse con las aportaciones de una mujer programadora o de una mujer directiva¡±.
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