¡°Gano 1.500 euros al mes con los videojuegos¡±: as¨ª funciona el negocio de la compraventa de cuentas
Javier Collado ha entrado en el negocio de la compra y venta de perfiles utilizando su reputaci¨®n como jugador e intermediario
En cualquier momento del d¨ªa hay cerca de tres millones de personas jugando de forma simult¨¢nea a Fortnite. Solo este videojuego ten¨ªa en 2020 un total de 350 millones de cuentas registradas, seg¨²n anunci¨® tambi¨¦n su empresa desarrolladora, Epic Games.
Abrir cofres, obtener skins (apariencias de un personaje), armas o poderes, conseguir coronas o eliminar jugadores son algunas de las formas de subir de nivel. Jugar mucho es otra manera de adquirir puntos de experiencia y apuntar triunfos. Comprar elementos que ofrece el propio juego es otra f¨®rmula, pero no siempre la m¨¢s satisfactoria, al menos, para el jugador.
El mundo del videojuego mueve al a?o unos 150.000 millones de euros, seg¨²n la consultora estadounidense Newzoo, cifra que supera a los negocios del cine y la m¨²sica juntos y que, de momento, no parece haber encontrado un tope. El negocio no solo reporta beneficios a los grandes desarrolladores. M¨¢s all¨¢ de los paneles oficiales de cada competici¨®n, existe un mercado exterior en el que se ofrecen disfraces, arcos, cuchillos, tornillos, poderes, virtudes, llaves y ba¨²les. Y tambi¨¦n cuentas.
Javier Collado (Castell¨®n, 26 a?os) ha entrado en ese negocio en el que pr¨¢cticamente todo es virtual, excepto el dinero. Y no siempre, porque hay operaciones que se realizan con criptomonedas. Lleva ¡°toda la vida¡± jugando a videojuegos. Habla de sus amigos, jugadores de otras partes del mundo, a los que no conoce. Fue uno de ellos quien le coment¨® que exist¨ªa la posibilidad de sacarle rentabilidad su diversi¨®n: crear cuentas, jugar, jugar y jugar y subir niveles para luego venderlas, y le atrajo el hecho de poderle sacar rentabilidad. Actualmente, ha vendido ya m¨¢s de un millar. En su caso, no lo entiende como un negocio, ya que dedica los beneficios a costear sus estudios de aviaci¨®n y completar las horas de vuelo que le faltan para ser piloto comercial. Pero gracias a su afici¨®n gana ya un sueldo que oscila ¡°entre los 1.200 y 1.500 euros al mes¡±, comenta.
Comenz¨® con una cuenta. Se pasaba todo el d¨ªa jugando ¡°de la ma?ana a la noche¡± y, a la semana, ya la ten¨ªa preparada para la venta. Hizo lo mismo unas 20 veces m¨¢s. La que m¨¢s dinero le report¨® alcanz¨® los 300 euros y, en el mejor de sus meses, despu¨¦s de Navidad, que es uno de los momentos en los que hay m¨¢s movimiento, ingres¨® 3.000 euros, y eso que las plataformas a trav¨¦s de las que se realiza la compraventa se quedan entre un 15% y un 20% por las gestiones. Collado tiene un asesor fiscal, hace su declaraci¨®n y paga sus impuestos, pese a que no puede deducirse ning¨²n gasto, ya que sus proveedores de cuentas no le hacen facturas.
Tras su primera incursi¨®n en este negocio vio que le quitaba mucho tiempo. Ya ten¨ªa una reputaci¨®n entre los jugadores y pas¨® a ser, en la mayor parte de los casos, un intermediario: compra cuentas al por mayor para despu¨¦s revenderlas utilizando su reputaci¨®n y la valoraci¨®n de sus anteriores compradores. Ese prestigio le vale para adquirir registros a un precio de entre 1 y 3 euros y a venderlas por unos 20 despu¨¦s de chequearlas y, en algunos casos, incluso jugar con ellas para subir el nivel. ¡°Intento que nada pueda causar problemas a la gente que compra, adquiero mi parte de responsabilidad y quiero que la experiencia sea fruct¨ªfera para todos¡±, dice, porque, tal como explica, hay hackers que se dedican a robar y vender.
La motivaci¨®n est¨¢ clara: ¡°Los juegos son sistemas competitivos, subes y bajas niveles, hay gente que quiere evitar el tiempo que ha de invertirse en los primeros niveles u otros que, con a?os de experiencia competitiva, se estancan en un nivel y quieren subir por otra v¨ªa¡±, explica. Sabe que entre los jugadores no est¨¢ bien visto progresar de esta manera, pero el hecho es que hay varias p¨¢ginas on line que sirven de plataforma para vendedores y compradores con sistemas de garant¨ªa. De hecho, algunas de ellas incluso bloquean el dinero del pago durante varias semanas hasta que el comprador verifica que est¨¢ todo en orden y lo adquirido corresponde a la oferta.
Collado est¨¢ convencido de que los propietarios de los juegos saben que existen est¨¢s p¨¢ginas que sortean las condiciones de uso que exigen. En el fondo, lo que producen esos movimientos son m¨¢s ganas de jugar, m¨¢s motivaci¨®n para el que accede con una cuenta nueva pensando que puede superarse, m¨¢s alicientes. En otros casos, los jugadores huyen de actitudes incorrectas o antideportivas que los expulsan del juego y se resisten a empezar de cero.
Cualquiera puede entrar en el negocio, Javier Collado lo sabe, pero no teme perder cuota de mercado porque los usuarios son muy competitivos y normalmente acceden a personas que les ofrezcan garant¨ªas o que, como en su caso, est¨¦n especializadas en determinados juegos.
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