Diego San Jos¨¦: ¡°No hay mejor manera de desnudar a una persona que saber qu¨¦ le hace gracia¡±
El creador de ¡®Venga Juan¡¯, la serie de moda, habla de comedia, libertad de expresi¨®n y ¨¦xito: ¡°Cuando dejas de vivir la vida que preocupa al que ve tu obra, es muy complicado que le interese¡±
Diego San Jos¨¦ (Ir¨²n, 43 a?os) se sienta en una terraza del centro de Madrid, pide un caf¨¦ cortado y dice que no tiene vocaci¨®n de escribir cine (lo hace ocho horas al d¨ªa) ni es cin¨¦filo, ni ve tantas pel¨ªculas como la gente. Guionista de Vaya Semanita con 25 a?os, programa de Euskal Telebista que a principios de siglo desbord¨® fronteras haciendo humor sobre ETA con la banda terrorista en activo; coguionista junto a Borja Cobeaga de la pel¨ªcula m¨¢s taquillera de la historia del cine espa?ol, Ocho apellidos vascos, y en la actualidad creador de la serie espa?ola del momento, Venga Juan, tercera entrega de un personaje pat¨¦tico, Juan Carrasco (Javier C¨¢mara), que encarna todos los terrores del espectador medio: el miedo de ser realmente as¨ª, de que nos riamos para defendernos.
Pregunta. ?El cine no fue su vocaci¨®n?
Respuesta. Podr¨ªa dedicarme a otra cosa y no lo echar¨ªa de menos. Pero me gusta mucho ser guionista. Y me da mucha envidia el director o el guionista que se declara vocacional y dice utilizar la ficci¨®n para matar demonios. No tengo esos demonios; en cambio, me gusta contar historias ajenas. Yo, sin embargo, no he vivido tantas cosas como para escribir tantas p¨¢ginas.
P. La vida de fuera.
R. Lo dijo Azcona en su d¨ªa: le preocupaba que el cine espa?ol se empezase a fijar m¨¢s en las otras pel¨ªculas que en la propia vida. Y con tantas plataformas, y tanta oferta que ver, para un guionista que empieza eso puede ser un problema.
P. Azcona tambi¨¦n dec¨ªa que un guionista se empieza a echar a perder en el momento en que deja el transporte p¨²blico para empezar a moverse en taxi.
R. Porque deja de conectarse con la gente. Y de ver c¨®mo se comporta, y c¨®mo habla, y c¨®mo se viste. ?De qu¨¦ escribes entonces? Las primeras pel¨ªculas de los grandes directores suelen ser mucho mejores, excepto las de genios como Scorsese. Pero suele ser normal que las grandes pel¨ªculas de directores y guionistas de ¨¦xito sean de cuando compart¨ªan piso o pagaban dos a?os de su vida en funci¨®n de que la pel¨ªcula fuera buena o mala. Luego, de repente, cuentan cosas que no entendemos y les preocupan cosas que no nos preocupan al resto. Y la putada y la bendici¨®n de las pel¨ªculas es que son obras que no tiene sentido hacerlas para ti mismo; si las haces para colmarte no van a ning¨²n lado. Y cuando dejas de vivir la vida que preocupa al que ve tu obra, es muy complicado que le interese.
P. Vaya Semanita.
R. Nos cambi¨® la vida, nos llev¨® hacia la comedia y a tener siempre bastante trabajo. Ah¨ª estaba Borja Cobeaga, ah¨ª estaba Nacho Vigalondo y Gorka Otxoa, que luego fue protagonista de Pagafantas. De repente nos conocimos. Fue lo que m¨¢s cercano que he vivido a pertenecer a una generaci¨®n. Luego nos vinimos muchos a Madrid, nos reunimos aqu¨ª y eso funcion¨® como una especie de burbuja de protecci¨®n.
P. ?Fueron valientes en ese programa?
R. No. Valiente es el que es consciente del riesgo y a¨²n as¨ª lo hace. Nosotros no fuimos conscientes. Yo me juntaba con amigos m¨ªos de 25 a?os a ver qui¨¦n la soltaba m¨¢s gorda. Pero no ¨¦ramos conscientes del peligro, as¨ª que no fuimos valientes. Y hoy en d¨ªa me siento m¨¢s orgulloso de Vaya Semanita que de pel¨ªculas que he hecho despu¨¦s. Porque muchas veces lo importante no es tanto los temas de los que hablas, sino el momento en que hablas de ellos. Y esto ocurr¨ªa en 2003.
La manera de hacer que la corrupci¨®n espa?ola fuera graciosa era contarla absolutamente en serio
[Un whatsapp a Diego San Jos¨¦ le informa de que en la comparecencia del expresidente Mariano Rajoy en la comisi¨®n por el caso Kitchen, la diputada de Unidas Podemos Sof¨ªa Casta?¨®n ha citado varias escenas de Venga Juan]. ¡°Me cago en mi vida¡±, dice el creador de la serie.
P. Ha creado un monstruo.
R. A la hora de narrar la corrupci¨®n en Espa?a, la manera de hacer que eso fuera gracioso era contarlo absolutamente en serio. Si t¨² le quitas el volumen a Venga Juan podr¨ªa pensarse que lo que est¨¢n diciendo los personajes es doloroso, porque la comedia viene de que la realidad que hemos vivido en los ¨²ltimos quince a?os de la corrupci¨®n espa?ola es tan esperp¨¦ntica que si la hubi¨¦semos empujado hacia la comedia, nos hubi¨¦semos pasado de frenada. La mejor manera de hacer comedia es contarla muy en serio. El thriller es la ensaladera. Pero luego los ingredientes de la ensalada es la corrupci¨®n espa?ola, que es el esperpento. Y adem¨¢s que yo creo que est¨¢ muy bien eso, porque es la comedia netamente nuestra.
P. ?Nuestro sello?
R. No hay nada m¨¢s bonito para diferenciar sociedades que saber de qu¨¦ se r¨ªen. Lo que a nosotros nos hace diferentes a los franceses o a los anglosajones es el esperpento y el astrac¨¢n. Y no ha habido nada m¨¢s esperp¨¦ntico en la Espa?a reciente que la corrupci¨®n pol¨ªtica. No creo que un noruego robe de manera tan torpe. Yo me imagino acr¨®nimos m¨¢s elaborados que los nuestros o atajos fiscales mucho m¨¢s complejos que romper un ordenador a martillazos. A Espa?a la define nuestra corrupci¨®n.
P. Porque tambi¨¦n hay una manera muy sui generis de robar.
R. La manera de robar nuestra nos define muy bien como pa¨ªs y nos emparenta con el p¨ªcaro. ?C¨®mo roban los pol¨ªticos de hoy en d¨ªa. A m¨ª me lleva al Papus, me lleva a Mihura, a Jardiel Poncela y a autores de los que me siento orgulloso. A m¨ª me gustar¨ªa que Venga Juan quedase como un legado de c¨®mo robaban los pol¨ªticos espa?oles y que alguien dentro de 50 a?os no se pueda creer que Juan Carrasco intentase romper un ordenador con una llave inglesa, porque adem¨¢s eso ocurri¨® de verdad. La comedia que completa la narraci¨®n hist¨®rica es maravillosa. Yo he aprendido mucho de la Guerra Civil por La Vaquilla. No hay mejor manera de desnudar a una persona que saber qu¨¦ le hace gracia. De lo que nos re¨ªmos en una cena es lo que nos deja en evidencia ante los dem¨¢s.
P. Suele hablar David Trueba del poder, en las ficciones, de los personajes. Nuestro enganche a ¨¦l m¨¢s que a la historia. Un personaje bien escrito, alguien por quien abandonar¨ªas una historia coral si muere.
R. Los del equipo nos hemos enamorado de Juan Carrasco. Peor. Nos hemos visto defendiendo moralmente a un tipo que representa todo lo reprochable que hay en la vida. ?Por qu¨¦ quiero a alguien tan miserable? Porque uno no puede odiar del todo al que pierde. Para odiar y condenar a alguien tiene que haber ganado algo. Si se tropieza y se cae, aunque sus intenciones sean malas, no puedes condenarle. Detr¨¢s de la derrota est¨¢ el cari?o. Y te permite ser emp¨¢tico con aquel que tropieza constantemente, aunque sea un ser putrefacto. Juan Carrasco es hom¨®fobo, es machista, ha robado, no tiene talento, delata al amor de su vida. Pero f¨ªjate que esto ¨²ltimo lo hace por no estar solo. Lo que te permite cogerle la mano al personaje es que hace algo horrible por un fin muy peque?o, que es: ¡°No quiero estar solo¡±. Es un miserable, pero tiene buen fondo.
P. Berlanga.
R. Tanto ¨¦l como Fern¨¢n G¨®mez lo que m¨¢s representaban era Espa?a. Y cuando uno intenta explicar por qu¨¦ las comedias de Berlanga son inmortales y por qu¨¦ viajaron tan mal fuera, es precisamente porque son Espa?a. Y de hecho hasta los actores, los actores muy guapos de la ¨¦poca, como Fernando Rey, no curraban con Berlanga. Con Berlanga curraban los actores que representaban al espa?olito. Y yo creo que el espa?olito y la comedia del espa?olito es una cosa que desgraciadamente hemos empezado a perder recientemente, porque intentamos hacer la misma comedia que le hace gracia al de Par¨ªs y al de Mil¨¢n.
Una cosa que yo odio mucho en la comedia es hacer chistes sobre cosas que la gente ya tiene claras. Es decir, la ficci¨®n que t¨² haces para dar la raz¨®n al espectador en lugares donde se est¨¢ calentito. Y cuando los trenes est¨¢n ya est¨¢n arrancados te subes a ellos.
P. Lleva 18 a?os haciendo comedia. Tanto tiempo que por entonces no se debat¨ªa sobre los l¨ªmites del humor.
R. Mi primer trabajo es Vaya Semanita: es muy complicado que me bajes de ah¨ª. A m¨ª me da mucha pereza cuando las cosas se escriben para ser provocadoras; o sea, cuando el fin est¨¢ tan claro. En Vaya Semanita no nos re¨ªamos de las v¨ªctimas porque tambi¨¦n es bueno saber a qu¨¦ diana tiene que ir el dardo. Y me parece muy importante que cuando uno escriba un chiste, luego pueda sentarse en una cafeter¨ªa a defender lo que ha dicho en ese chiste. Es decir, que t¨² tengas un m¨ªnimo de bagaje moral para decir yo me r¨ªo aqu¨ª de esto. Por eso creo que s¨ª puede haber chistes de todos los temas, siempre y cuando sepas explicar de qu¨¦ te has re¨ªdo, porque muchas veces hay chistes que no se pueden explicar, y eso s¨ª que es un problema. Si es as¨ª no lo escribas, es una provocaci¨®n vac¨ªa. Pero es que adem¨¢s¡
P. ?Qu¨¦ iba a decir, que no dice?
R. No s¨¦, es que por un lado... Mira, a m¨ª me da un poco de pena que la comedia, que es un veh¨ªculo maravilloso para contar muchas cosas, la hayamos convertido s¨®lo en un lugar en el que discutir d¨®nde est¨¢n los l¨ªmites. Y adem¨¢s s¨®lo le pasa a la comedia. No le pasa ya no a ning¨²n otro g¨¦nero, sino a ninguna otra disciplina. Nadie habla de los l¨ªmites de nada que no sea la comedia. ?Llevamos tantos a?os delimit¨¢ndola! Cuando la comedia es un g¨¦nero que precisamente s¨®lo tiene sentido cuando bordea. Tiene sentido cuando con la punta del pie no sabes si hay suelo o ya te vas para abajo. Ah¨ª est¨¢ el chiste.
P. La autocensura.
R. Respecto a eso, conviene no meterse en jardines en los que uno no tiene un punto de vista personal m¨ªnimamente elaborado. Y m¨¢s: una cosa que yo odio mucho en la comedia es hacer chistes sobre cosas que la gente ya tiene claras. La ficci¨®n que t¨² haces para dar la raz¨®n al espectador en lugares donde se est¨¢ calentito, pues claro. Cuando los trenes est¨¢n ya est¨¢n arrancados te subes a ellos. Algo guay de escribir comedia es hacer un listado de qu¨¦ chistes est¨¢n en la calle para eliminarlos y ver que hay detr¨¢s, es decir: ?qu¨¦ nos queda?, ?queda algo?
P. Piden pena de prisi¨®n para el c¨®mico David Su¨¢rez por un chiste que escribi¨® en Twitter. Y hay mucha gente, y muchos pol¨ªticos, que defienden que a ese c¨®mico se le juzgue y se le condene.
R. Y algo m¨¢s: he escuchado a mucha gente diciendo que es una locura que juzguen a David Su¨¢rez pero dejando claro que a ellos el chiste no les ha gustado. Pero a m¨ª qu¨¦ me importa lo que te gusta y lo que no te gusta cuando se est¨¢ juzgando una cosa tan delicada. ?De repente eres sumiller de chistes? El tema que se discute ahora es si alguien debe pagar una condena por un chiste. Y entiendo que para los pol¨ªticos sea complicado defender un chiste. Un chiste es una v¨ªctima muy sencilla de abofetear. Es como pegar al m¨¢s d¨¦bil de clase. Es mucho m¨¢s sencillo tumbar un chiste que defender un chiste. Y nadie quiere defender un chiste teniendo un cargo pol¨ªtico, como es normal.
P. Nos re¨ªmos cada uno de una forma diferente. Pero lloramos pr¨¢cticamente por lo mismo.
R. Otra vez Azcona: ¨¦l dec¨ªa que hay una manera cient¨ªfica de comparar la comedia y el drama, que es que te coloquen delante a un ni?o de cuatro a?os. Es mucho m¨¢s dif¨ªcil hacerle re¨ªr que hacerlo llorar. El drama apela a una cosa m¨¢s f¨ªsica, m¨¢s visceral. Y la comedia requiere algo de ret¨®rica mental. Y adem¨¢s creo que nos re¨ªmos de lo que nos preocupa y de lo que tememos. Porque es un desahogo. Vaya Semanita, Ocho apellidos vascos o Fe de etarras viven mucho de eso. Del miedo. Y los chistes son m¨¢s graciosos porque dos d¨ªas antes esos mismos elementos te preocuparon y te atemorizaron en la prensa diaria. As¨ª que de repente llega un gag con unos ingredientes que tu cabeza vincula al dolor y provoca una explosi¨®n mucho mayor.
P. La comedia define claramente las sociedades y los pueblos.
R. La pel¨ªculas de Ozores, por ejemplo, m¨¢s all¨¢ de su nivel cinematogr¨¢fico. A m¨ª me sirven para entender con qu¨¦ andaba la gente en esos tiempos. Me sirven desde el t¨ªtulo, vamos. Cuando vi Los Bingueros de peque?o no la entend¨ªa, pero luego de mayor digo: claro, es que lleg¨® el bingo un d¨ªa a Espa?a. O Que vienen los socialistas. Y as¨ª decenas. Lo que estaba en la calle est¨¢ en el t¨ªtulo y eso a m¨ª me permite saber cosas que a m¨ª no me han contado en el colegio, como el divorcio a trav¨¦s de la pel¨ªcula de un cura atormentado con los divorcios.
He escuchado a gente diciendo que es una locura que juzguen a David Su¨¢rez pero dejando claro que a ellos el chiste no les ha gustado. Pero a m¨ª qu¨¦ me importa lo que te gusta y lo que no te gusta cuando lo que se est¨¢ juzgando es una cosa tan delicada. ?De repente eres sumiller de chistes?
P. El ¨²ltimo episodio de Venga Juan (HBO), emitido este domingo, no es f¨¢cil de encasillar. ?Tampoco lo ser¨¢ usted en un futuro?
R. A m¨ª me pone cachondo matarme en una curva que no he recorrido. Y creo que uno s¨®lo tiene sentido profesionalmente si se plantea hacer lo que no ha hecho. Yo no pod¨ªa seguir haciendo pel¨ªculas o series basadas en conseguir el mayor n¨²mero de chistes por minuto, porque ya lo hice y ya funcion¨® una vez. Entonces era o quedarme a vivir en ese lugar que est¨¢ guay, que es muy bonito, incluso econ¨®micamente es el m¨¢s ambicioso por el que he pasado, o probar en otros lugares. Ese cap¨ªtulo que dices, por ejemplo, no es comedia pero tampoco drama. Lo peor que hizo la ficci¨®n espa?ola siempre fue encajonar los g¨¦neros. El drama era para llorar y la comedia era para re¨ªrse, y no val¨ªa dar sorpresas. Si esto es de chiste, ?por qu¨¦ me metes a alguien llorando? Pues porque la vida es as¨ª. Y la ficci¨®n se desinfla cuando t¨² recuerdas constantemente que lo que est¨¢s viendo es de mentira.
P. ?Sus padres contaban chistes?
R. Yo vengo de una familia especialista en manejar cosas grandes que pesan mucho. Un padre ferroviario de la Renfe, por ejemplo. Pero una madre andaluza de Estepa que es buen¨ªsima contando historias. La t¨ªpica se?ora que t¨² la dejas en una cena y en diez minutos la gente s¨®lo est¨¢ pendiente de ella. Cuenta lo mismo que contar¨ªa mi padre, pero con m¨¢s gracia. Eso es la comedia: ella usa las mismas palabras que ¨¦l, pero hace re¨ªr.
P. Que usted est¨¦ en la comedia, y no en el drama, es culpa de ella.
R. El eco biol¨®gico de mi madre ha llegado hasta m¨ª. Adem¨¢s, yo f¨ªsicamente soy ella tal cual, su ADN gan¨® clar¨ªsimanente.
P. Es curioso eso. Mi hijo es clavado a su madre. Llevo a?os esperando la remontada, pero no llega.
R. Es que hay unas edades en las que el partido est¨¢ acabado, ya no puedes darle la vuelta
P. Tiene cosas¡
R. Pero no tiene la cara. La victoria es la cara. Es el gol que vale doble. Yo no quiero la espalda, que se ponga las manitas en la espalda como yo. Quiero su cara. Es tu legado: una cara tuya andando por ah¨ª.
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