Y al final, las plataformas volvieron a inventar la televisi¨®n de toda la vida

¡°El final de la televisi¨®n lineal llegar¨¢ en los pr¨®ximos cinco o 10 a?os¡±. Aunque esta frase la pronunci¨® el consejero delegado de Netflix, Reed Hastings, el pasado julio, el tambi¨¦n fundador de la plataforma lleva a?os pronosticando la muerte, o al menos, la ca¨ªda en picado de los canales tradicionales. De cumplirse tal profec¨ªa, todo apunta a que los supuestos sustitutos de la televisi¨®n lineal, las plataformas de v¨ªdeo bajo demanda, se parecer¨ªan mucho m¨¢s de lo que cab¨ªa imaginar a aquella televisi¨®n de la que se alejaron en un principio. De esa televisi¨®n de la que pronostican su inminente final es de la que ahora est¨¢n tomando muchos de sus rasgos caracter¨ªsticos para asegurar su supervivencia. Es decir, lo m¨¢s probable es que la televisi¨®n del futuro se parezca mucho a la del pasado, pero pagando.

Una de las caracter¨ªsticas principales de las plataformas, y de la que presum¨ªan, era no depender de los anunciantes para su mantenimiento. Servicios como Netflix, Disney+ o Prime Video se sustentaban en el pago de las suscripciones de sus usuarios. Sin embargo, la realidad es que, inmersos en una bola de nieve que les lleva a asumir cada vez mayor deuda para mantener la cantidad de producci¨®n que necesitan ¡ªuna necesidad, a su vez, generada por ellos mismos¡ª, y con Wall Street cada vez m¨¢s pendiente de sus movimientos, plataformas como Netflix, que hasta hace escasos meses renegaban de la publicidad, han tenido que dar marcha atr¨¢s y reconocer que su futuro pasa por incluir anuncios.

La compa?¨ªa con sede en Los Gatos (California) esperar¨¢ hasta principios de 2023 para poner en marcha una opci¨®n con publicidad a un precio m¨¢s asequible que las suscripciones sin anuncios. Disney+ no esperar¨¢ tanto, y este oto?o activar¨¢ en Estados Unidos una alternativa con publicidad que en 2023 trasladar¨¢ al resto del mundo. A¨²n quedan dudas por resolver, como la inserci¨®n de esos anuncios, pero s¨ª han comunicado su precio: los usuarios tendr¨¢n la versi¨®n con publicidad por el mismo dinero que est¨¢n pagando ahora por la versi¨®n sin anuncios; para no ver publicidad habr¨¢ que pagar un 37% m¨¢s al a?o.

Los deportes eran otro de los campos en los que reinaba la televisi¨®n lineal y que ahora tambi¨¦n exploran las plataformas. En Espa?a, Amazon Prime Video es uno de los lugares en los que se puede seguir LaLiga Smartbank, la segunda divisi¨®n de la liga espa?ola, adem¨¢s de Movistar, Orange y Telecable. No es la ¨²nica liga de la que esta plataforma ofrece partidos en Europa, tambi¨¦n tiene derechos de liga o Champions en Francia, Italia, Alemania y Reino Unido. En Estados Unidos, Prime Video es tambi¨¦n la casa de los partidos de f¨²tbol americano los jueves por la noche, que la temporada pasada fue el programa m¨¢s visto de toda la televisi¨®n estadounidense en abierto, solo por detr¨¢s de los partidos de los domingos.

Apple TV+ tambi¨¦n ha apostado en Estados Unidos por el f¨²tbol europeo, adem¨¢s de por la liga de b¨¦isbol. Hasta ahora, Disney+ ten¨ªa la exclusiva de la liga india de cr¨ªquet, una de las m¨¢s seguidas del mundo y uno de los motivos por los que casi un tercio de los suscriptores de la plataforma proced¨ªan de la India. A partir de la pr¨®xima temporada, Disney solo retendr¨¢ los derechos de emisi¨®n lineales, con lo que los expertos ya pronostican una importante p¨¦rdida de usuarios para la plataforma del rat¨®n Mickey.

Una de las fortalezas de la televisi¨®n tradicional es su capacidad para generar eventos y congregar a millones de espectadores ante la pantalla para asistir desde el sill¨®n de sus casas a acontecimientos en los que su visionado en directo es parte de la experiencia. Aunque los deportes son un seguro de audiencia en este sentido, otros formatos tambi¨¦n han demostrado tener gran capacidad de atracci¨®n para millones de espectadores a la vez. La telerrealidad y el entretenimiento son campos en los que las plataformas ya han hecho incursiones, en algunos casos, como Love Is Blind, Jugando con fuego o The Circle en Netflix, con bastante ¨¦xito. Este a?o, Disney+ da un paso m¨¢s: el concurso Dancing with the Stars (en Espa?a su adaptaci¨®n fue ?Mira qui¨¦n baila!) emitir¨¢ su siguiente temporada en la plataforma tras 17 a?os en el canal en abierto ABC. Lo har¨¢ con galas en directo durante las que los espectadores deber¨¢n votar a su favorito, una din¨¢mica que incentiva su visionado en el d¨ªa y la hora de emisi¨®n.

Las plataformas encontraron desde el principio en la ficci¨®n a un gran aliado, pero les faltaba por conquistar las series diarias, otro de los bastiones de los canales en abierto. De nuevo, esta temporada en Estados Unidos tendr¨¢ lugar otro hito en este sentido: el culebr¨®n Days of Our Lives, todo un cl¨¢sico estadounidense que lleva en antena desde 1965 en NBC, abandonar¨¢ la televisi¨®n en abierto para pasar a emitirse a partir de este septiembre en la plataforma Peacock, propiedad de NBCUniversal.

Aunque estos son movimientos recientes, en realidad las plataformas ya llevaban tiempo experimentando con caracter¨ªsticas propias de la televisi¨®n de siempre. Netflix populariz¨® el modelo de lanzamiento de temporadas completas, lo que da al espectador libertad total a la hora de organizar su visionado. Sin embargo, otras plataformas han optado por modelos de distribuci¨®n diferentes que van desde la emisi¨®n semanal hasta facilitar tres episodios el d¨ªa del estreno para seguir con uno cada semana. De esta forma, aprovechan las corrientes que se crean de boca en boca entre los espectadores, capaces de sumar seguidores por el camino, y alargan la vida de sus series. Muchos de los t¨ªtulos que lograron m¨¢s resonancia en la temporada pasada, como Yellowjackets, The Dropout, Separaci¨®n o Solo asesinatos en el edificio, se emitieron semana a semana tanto en plataformas como en canales tradicionales.

Ese es tambi¨¦n el modelo que seguir¨¢ Amazon Prime Video con la superproducci¨®n El se?or de los anillos, con dos episodios en su estreno (2 de septiembre) para seguir despu¨¦s con un cap¨ªtulo semanal. Un punto intermedio fue el elegido por Netflix para la cuarta temporada de Stranger Things este verano, que lleg¨® dividida en dos partes: la primera estaba compuesta por siete episodios y la segunda ten¨ªa los dos ¨²ltimos episodios, de duraci¨®n extralarga. De esta forma, la serie se mantuvo en la conversaci¨®n medi¨¢tica y en los puestos m¨¢s altos de los t¨ªtulos m¨¢s vistos de la plataforma durante m¨¢s semanas.

El parecido con la televisi¨®n tradicional va incluso m¨¢s all¨¢. Netflix introdujo el a?o pasado una opci¨®n de ¡°reproducci¨®n aleatoria¡± para quien prefiere saltarse el paso de tener que decidir qu¨¦ ver y quiere dejar esa decisi¨®n en manos del algoritmo. Esa es una tarea que en los canales lineales recae en los programadores. Las semejanzas llegan incluso a la forma de medir el ¨¦xito. Aunque Netflix tiene en cuenta muchos factores a la hora de determinar el buen funcionamiento de sus producciones, varios creadores ¡ªel ¨²ltimo de ellos Neil Gaiman, autor de Sandman, uno de los ¨²ltimos grandes lanzamientos de Netflix¡ª han explicado que la plataforma da mucha importancia al n¨²mero de usuarios que ven completa una serie en el primer mes desde su estreno. Es decir, no solo valoran que un t¨ªtulo se vea mucho; sobre todo valoran que se vea r¨¢pido. De forma parecida, la televisi¨®n tradicional mide sus audiencias con datos que se refieren al momento de su emisi¨®n y suman a posteriori la audiencia en diferido, que comprende los siete d¨ªas posteriores. Los visionados fuera de ese periodo de tiempo no aparecen en los datos oficiales. Al final, plataformas y televisi¨®n tradicional no son tan diferentes entre s¨ª como podr¨ªa parecer.

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