La rana Gustavo, la miniserie ¡®Eric¡¯ y otras historias del sucio Nueva York de los ochenta
Un documental de Ron Howard sobre Jim Henson y la ficci¨®n protagonizada por Benedict Cumberbatch en Netflix coinciden en su retrato de una era tan decadente como creativa
En la d¨¦cada de los ochenta, Nueva York era peligrosa y decadente, pero tambi¨¦n una ciudad rebosante de energ¨ªa e ideas: de las m¨¢s imaginativas a las m¨¢s perversas. En las mismas malas calles en las que un genio del entretenimiento y la pedagog¨ªa como Jim Henson desplegaba sus ¨²ltimas aventuras, cab¨ªan la criminalidad de las mafias, el lumpen de las drogas y las nuevas (y opacas) oportunidades inmobiliarias, las que permitieron al hijo acomplejado de un empresario severo y racista, Donald Trump, construir su megal¨®mano imperio y todo lo que vendr¨ªa despu¨¦s. La rana Gustavo, la m¨²sica novedosa¡ªel disco, el hip-hop, el punk o el house¨C o la vanguardia art¨ªstica del East Village convivieron en aquella d¨¦cada con el desastre en una ciudad que fue epicentro en Estados Unidos de la epidemia del sida.
El documental Jim Henson: la audacia de las ideas (Jim Henson: Idea Man, Disney+), dirigido por el estadounidense Ron Howard (Cocoon, Apolo 13), y la miniserie Eric (Netflix), de la brit¨¢nica Abi Morgan, coinciden en revivir aquella ¨¦poca en un contexto muy particular: el protagonista de Eric, interpretado por un espectacular Benedict Cumberbatch, es un marionetista admirador de Henson que vive en Manhattan al final de una turbulenta relaci¨®n conyugal. La calle es igual de inh¨®spita que su matrimonio, pero la vida de este creador de tele?ecos se rompe del todo el d¨ªa en que su hijo desaparece engullido por el submundo de la ciudad.
Eric es el nombre del mu?eco con el que so?aba el ni?o y que ahora es el bronco amigo imaginario de su padre. Entre mendigos y yonquis, Cumberbatch, el alcoh¨®lico hijo de un magnate inmobiliario ¡ªy la versi¨®n antip¨¢tica de James Stewart en El invisible Harvey (1950)¡ª, peinar¨¢ las calles junto a un monstruo de peluche azul que bien podr¨ªa haber escapado de Fraggle Rock (1983-87), ¨²ltimo programa de marionetas televisivas que imagin¨® Henson.
En el cuarto episodio de esta interesante y algo desequilibrada serie sale a relucir el nombre del padre de Barrio S¨¦samo cuando Vincent (Cumberbatch) le reprocha a su socio en el programa infantil Good Day Sunshine que el d¨ªa que le present¨® al ¡°dios Henson¡± qued¨® en evidencia su ignorancia, porque no sab¨ªa qui¨¦n era Burr Tillstrom.
El agresivo y desnortado Vincent se refiere al creador de la serie de televisi¨®n Kukla, Fran y Ollie, que conoci¨® a Henson y su esposa, Jane, en 1960 en una convenci¨®n de titiriteros en Detroit. Fue un encuentro providencial para Henson, ya que Tillstrom le present¨® a su agente y al artesano de marionetas Don Sahlin. En el cortometraje experimental The Idea Man, de 1966, Henson incluy¨® al mu?eco Kukla en su limbo de objetos y personas. El personaje creado por Tillstrom flotaba junto a la cara de Kennedy, una c¨¢mara de Super 8, un Volkswagen Escarabajo, una pistola, una chapa de Coca-Cola o el original de Kermit (la rana Gustavo), alter ego de su creador cuyo cuerpo naci¨® de un abrigo viejo de su madre y los ojos, de una bola de pimp¨®n partida en dos. La cara de Kermit ten¨ªa la forma de una mano, y eso permit¨ªa a Henson recrear todo tipo de emociones.
El documental de Howard, que de forma inevitable roza la hagiograf¨ªa, incluye un fondo importante de material de archivo y un abanico de voces autorizadas que introducen aspectos poco conocidos de un creador fundamental. En su arranque, Orson Welles y Henson est¨¢n en un programa de televisi¨®n en el que Welles declara su admiraci¨®n por una figura que siempre result¨® enigm¨¢tica. El neoyorquino Museum of the Moving Image, en los hist¨®ricos estudios Astoria (Queens), dedica una parte importante de su espacio a este visionario y a los anuncios que ide¨® antes de la revolucionaria Barrio S¨¦samo. Contemplar esas peque?as piezas comerciales confirma hasta qu¨¦ punto Henson transgred¨ªa cualquier formato. Su anuncio de las pastillas para el dolor de cabeza Buffering, narrado por ¨¦l y titulado Memories, deja ver dos de sus intereses: el cine experimental y el LSD.
En la d¨¦cada de los ochenta, Henson ¡ªque falleci¨® en 1990 a los 53 a?os por una neumon¨ªa¡ª era un titiritero con aura de estrella del rock que no se permit¨ªa el acomodo. En esa d¨¦cada sigui¨® traspasando fronteras en su medio a trav¨¦s de pel¨ªculas inspiradas en sus personajes y otras fantas¨ªas m¨¢s sombr¨ªas, como Cristal oscuro (1982) o Dentro del laberinto (1986). Su funeral neoyorquino fue en la catedral de San Juan el Divino, y, tal y como ¨¦l hab¨ªa deseado, nadie vest¨ªa de negro, los m¨²sicos eran de jazz y los muppets fueron los encargados de despedirlo.
Esa romer¨ªa de mu?ecos peludos y de colores encaja con el caos de la d¨¦cada que terminaba, tel¨®n de fondo de Eric pero tambi¨¦n de al menos dos pel¨ªculas de la pr¨®xima temporada. Limonov: The Ballad, dirigida por Kirill Serebrennikov, se centra en el exilio neoyorquino del escritor ruso, justo a finales de los setenta, y comparte un paisaje y una textura similar a la de The Apprentice, la pel¨ªcula de Ali Abbasi sobre los inicios en los negocios de Donald Trump.
Esta habla de la relaci¨®n del joven Trump con el abogado ultraderechista Roy Cohn y de c¨®mo este le ayud¨® a sacar adelante la Torre Trump, construida entre 1980 y 1984. Muy cerca de all¨ª y solo un a?o despu¨¦s, en las Navidades de 1985, Paul Castellano, padrino de la poderosa familia Gambino, era abatido a tiros a las puertas de un restaurante de carne. John Gotti, un g¨¢nster que se pavoneaba por la ciudad ostentando dinero y poder, hab¨ªa asestado este golpe para renovar la c¨²pula de su familia criminal, un culebr¨®n sangriento que desgrana la serie documental de Netflix A por Gotti, en la que se recrea el s¨®rdido panorama de violencia y extorsi¨®n en la que viv¨ªa sumida Nueva York en los ochenta. La construcci¨®n de la ciudad estaba en manos de la mafia y Gotti fue el primer padrino que entendi¨® el nuevo poder de la fama.
En The Apprentice, el personaje de Roy Cohn lo interpreta Jeremy Strong y una de sus fiestas resume toda la locura de la ¨¦poca: artistas bohemios del Village y j¨®venes yuppies en org¨ªas organizadas por un tipo sin escr¨²pulos que tumbaba con sucias artima?as la carrera pol¨ªtica de otros homosexuales mientras ¨¦l viv¨ªa una hip¨®crita doble vida. Cohn muri¨® en 1986 de sida, sin dejar de insistir en que ten¨ªa c¨¢ncer de h¨ªgado.
El siniestro abogado tambi¨¦n es uno de los personajes principales de la miniserie ?ngeles en Am¨¦rica (Max). Estrenada en 2003, es la adaptaci¨®n de Mike Nichols de la c¨¦lebre obra para Broadway de Tony Kushner (que no guarda relaci¨®n alguna con Jared, yerno de Trump). En ella, es Al Pacino quien da vida a Cohn y, en uno de los ¨²ltimos cap¨ªtulos, entre los delirios de su agon¨ªa, escucha en boca del enfermero gay, que interpreta un maravilloso Jeffrey Wright, una oscura oda a la vida y la muerte de las grandes ciudades: esos extra?os organismos, como aquel sucio Nueva York, que lucen ¡°cubiertos de malas hierbas y algunas flores, mientras en cada esquina aguarda un equipo de demolici¨®n¡±.
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