Trump, Lim¨®nov y el desamparo de la nueva adolescencia rivalizan en Cannes
Entre las pel¨ªculas a concurso hay dos ¡®biopics¡¯ con resultados dispares y tres historias de cr¨ªos marginales perdidos en la nueva realidad
Poco antes de la era Reagan, cuando Nueva York era una ciudad que bordeaba la ruina, un joven ruso que hab¨ªa malvivido vendiendo sus poemas en los c¨ªrculos del underground sovi¨¦tico aterrizaba en Manhattan para forjar su dudosa leyenda. Es dif¨ªcil superar el extraordinario libro de Emmanuel Carr¨¨re sobre aquel personaje y Lim¨®nov-The Ballad, dirigida por el director disidente ruso Kirill Serebrennikov (La mujer de Tchaikovsky, La fiebre de Petrov), no lo consigue. Serebrennikov le dedica buena parte de su pel¨ªcula a los a?os neoyorquinos de Lim¨®nov y, aunque el estupendo actor brit¨¢nico Ben Whishaw sostiene el personaje, el resultado ¡ªcon cameo de Carr¨¨re incluido¡ª se deja en el tintero demasiadas cuestiones de peso y acaba aportando solo pinceladas imprecisas de una vida que no funciona en pantalla.
La imagen que tenemos de aquel Nueva York suele tener el grano de una pel¨ªcula experimental, quiz¨¢ porque lo asociamos con un rugido contracultural que empez¨® a desvanecerse en la d¨¦cada siguiente. En aquellas mismas calles tambi¨¦n empez¨® a forjarse otra clase de leyenda, la de un joven Donald Trump que encontr¨® cobijo bajo la tutela de un personaje siniestro, el abogado ultraderechista Roy Cohn. The Apprentice, de Ali Abbasi (Holy Spider, Border), recoge los primeros a?os en la vida p¨²blica de Trump. A este lo interpreta Sebastian Stan y a Roy Cohn, Jeremy Strong. Ambos est¨¢n de premio, sobre todo Strong, pero la pel¨ªcula, con un trabajo muy notable de ambientaci¨®n, con una textura en la imagen que transporta a esa ¨¦poca, no cuenta nada muy nuevo y al final es imposible no quedarse con el peligroso regusto de la hagiograf¨ªa bien hecha.
Trump le debe todo a un personaje que representa la hipocres¨ªa absoluta de su pa¨ªs. Cohn, el hombre que envi¨® a la silla el¨¦ctrica a los Rosenberg por supuesto espionaje, mano derecha de la caza de brujas del senador McCarthy, un conservador radical, peligroso y corrupto, cercano a Rupert Murdoch y Ronald Reagan, falleci¨® de sida en 1986, despu¨¦s de llevar una doble vida durante a?os. El joven Trump aprendi¨® a su lado a negar siempre la verdad, una estrategia que le ha dado los mejores resultados.
Lim¨®nov-The Ballad y The Apprentice son dos biopics dentro de una secci¨®n oficial a concurso en la que han destacado tres pel¨ªculas sobre el desamparo y la rabia adolescente. Se trata de retratos interesantes alrededor de dos chicas y un chico, que en Francia, Inglaterra y Rumania respectivamente solo encuentran soledad y frustraci¨®n.
La primera, Diamant Brut, se proyect¨® en la primera jornada y es la ¨²nica ¨®pera prima del concurso. Est¨¢ dirigida por Agathe Riedinger y es una pel¨ªcula de personaje, el acercamiento con lupa a una adolescente hipersexualizada absorbida por ese culto patol¨®gico a la fama y la adicci¨®n a las redes sociales. El filme de Riedinger es la pesadilla de una aspirante a Kim Kardashian, una cutre influencer con u?as a lo Rosal¨ªa que sue?a con vivir en un reality para famosos y cuyo mundo est¨¢ atrapado en la pantalla del m¨®vil. La actriz debutante, Malou Khebizi, hace un trabajo admirable, lo mejor de la pel¨ªcula, al interpretar a una chica que expresa con mucha autenticidad una hipersexualizaci¨®n que desemboca en terribles problemas sexuales y afectivos en la vida real.
La segunda del lote, Bird, de la brit¨¢nica Andrea Arnold, se encuentra entre las favoritas del certamen. Tiene tambi¨¦n a una adolescente de protagonista, pero esta se despliega en el terreno de un realismo m¨¢gico que Arnold, una cineasta con fuertes convicciones animalistas, lleva a una relaci¨®n at¨ªpica con un hombre (el actor alem¨¢n Franz Rogowski) con nombre de p¨¢jaro, el Bird del t¨ªtulo. Ella tiene 12 a?os y vive en una especie de casa okupa con su padre, un desfasado al que da vida un gran Barry Keoghan. El entorno disfuncional que describe Bird no est¨¢ muy alejado del de Diamant Brut, pero Arnold entra en otro plano y le reserva a Keoghan algunas secuencias preciosas, sobre todo la ¨²ltima de la pel¨ªcula. La directora de Cow (2021) posee un talento innato para mezclar actores naturales y profesionales, algo que en esta pel¨ªcula brinda resultados muy emocionantes.
La tercera historia sobre adolescentes es la rumana Three Kilometres to the End of the World, de Emanuel Parvu, que desgrana un incidente hom¨®fobo en un pueblo del delta del Danubio. All¨ª regresa por unos d¨ªas un chico de 17 a?os que una madrugada llega a su casa molido a palos. No ser¨¢ su peor experiencia en una comunidad arcaica y corrupta. Parvu describe una homofobia pavorosa, ejercida tambi¨¦n dentro la familia con rituales de fanatismo religioso. La pel¨ªcula es sobria y est¨¢ bien narrada, con una tensi¨®n que no decae.
Como parte de la secci¨®n oficial tambi¨¦n se proyect¨® The Girl with the Needle, del sueco Magnus von Horn, cuyo crescendo de sordidez se hace insoportable. No le falta de nada: yonquis de ¨¦ter, rostros desfigurados de la Gran Guerra, abortos en ba?os p¨²blicos y una serial killer de beb¨¦s de fondo. La pulida fotograf¨ªa en blanco y negro solo enmascara una pel¨ªcula demasiado abonada a lo desagradable.
Entre los grandes nombres del concurso la sensaci¨®n general est¨¢ siendo de estrepitoso descalabro. Adem¨¢s de Megal¨®polis, que ha polarizado a la cr¨ªtica y sigue generando debate, se ha sumado el ¨²ltimo de David Cronenberg, The Shrouds, que roza lo inenarrable pero sin la ambici¨®n y la ¨¦pica de Coppola. Luce m¨¢s bien con una desgana demencial y el resultado es un tost¨®n.
La que sali¨® mejor parada, pese a ser fallida y bastante desbaratada, es Oh, Canada, de Paul Schrader. Se centra en la historia de un viejo documentalista de izquierdas que se fue a Canad¨¢ para no ser alistado en la Guerra de Vietnam y ahora agoniza. Este hombre, interpretado por Richard Gere, se enfrenta a sus ¨²ltimos compases ante una c¨¢mara, y mezcla pasajes de su memoria, recuerdos de juventud. Jacob Elordi y Gere interpretan al mismo personaje en esta especie de puzzle-rezo final de una vida que est¨¢ dedicada al autor de la novela en la que se basa el filme, Russell Banks.
Pasado el ecuador del festival, la pel¨ªcula m¨¢s notable sigue siendo la china Caught by the tides, de Jia Zhang-Ke, de la que ya hablamos, pero las que han hecho m¨¢s ruido y se disputan el trono de acontecimiento de esta edici¨®n son el osado narcomusical queer Emilia P¨¦rez, del franc¨¦s Jacques Audiard, y la divertida y audaz comedia de body horror The Substance. Ninguna de ellas, sin embargo, est¨¢ a la altura de una Palma de Oro.
Babelia
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