Despu¨¦s de Biden: ?Kamala Harris?
Los retos inmediatos de Harris son allanar el camino a su candidatura en la convenci¨®n dem¨®crata del 19 de agosto y nombrar a un compa?ero de f¨®rmula que pueda sumarle votos
Joe Biden por fin ha renunciado a la campa?a presidencial. Es una decisi¨®n correcta, aunque tard¨ªa y tomada bajo la presi¨®n de un torrente de llamados a deponer su candidatura de prominentes miembros del partido dem¨®crata, los medios liberales y el corifeo rabioso de las redes sociales.
Si se examinan los acontecimientos de las ¨²ltimas tres semanas, se ver¨¢ con claridad que la buena fortuna, tan importante en la pol¨ªtica como el carisma, la lucidez o la astucia, abandon¨® a Biden. Primero, sus traspi¨¦s y balbuceos en el debate contra Donald Trump el 27 de junio. Luego, su papel¨®n ante los ojos del mundo al confundir al presidente ucraniano Vol¨®domir Zelenski con su archirrival ruso, Vladimir Putin y, enseguida, a su propia vicepresidenta con Trump. Y, para rematar la mala racha, el anuncio, a principios de esta semana, de que el octogenario presidente se hab¨ªa contagiado de covid-19.
En contraposici¨®n, toda la suerte parece estar del lado de Trump, el expresidente fel¨®n. En el muy complicado campo legal: el apoyo a su tesis de la inmunidad presidencial por parte de la Corte Suprema, la posposici¨®n de su sentencia por el desv¨ªo de fondos de su campa?a para acallar a la actriz porno Stormy Daniels, en el 2016, y, por ¨²ltimo, la decisi¨®n desestimar el juicio por mal manejo de papeles secretos que se llevaba a cabo en Florida, son victorias netas muy deseadas. En el frente de la campa?a tambi¨¦n la suerte le ha dado un espaldarazo: el atentado que sobrevivi¨® hace una semana, sin duda un poderoso s¨ªmbolo que lo catapult¨® del fervor MAGA a la idolatr¨ªa mesi¨¢nica y, acto seguido, el nombramiento del senador J. D. Vance como su llave en la candidatura, que ciment¨® el control del ala extremista sobre el partido republicano. Todo esto solo ha contribuido a hacer ver a Biden como un anciano fr¨¢gil y perdedor frente a un Trump campeador e imbatible. Para decirlo en criollo venezolano, ?puede alguien dudar que Biden est¨¢ empavado y que Trump es uno de los pol¨ªticos m¨¢s suertudos de este siglo?
La decisi¨®n de Biden permitir¨¢ romper el maleficio con un borr¨®n en la cuenta. Pero lo que necesitan los dem¨®cratas para darle un giro a la fortuna no es poco: una candidatura de garra, que logre unir a la base del partido dem¨®crata sin alienar a los centristas, y que pueda convencer a los indecisos en el pu?ado de estados donde se decidir¨¢ la elecci¨®n presidencial del cinco de noviembre. Junto a esto, sea quien sea que tome el testigo de Biden, debe desnudar a Trump por lo que es: un narcisista maligno que podr¨ªa llevar al pa¨ªs al fascismo y destruir la democracia en Estados Unidos y el mundo.
?Es la vicepresidenta Kamala Harris, quien ha sido endosada por Biden, la respuesta a estos enormes desaf¨ªos? Se ha dicho que, para retirarse de la contienda, el presidente puso como condici¨®n principal a los jerarcas del partido que Harris fuera su reemplazo. Aunque Harris no ha brillado en su cargo y, al contrario, ha sido un pararrayos de cr¨ªticas por la crisis migratoria, el retiro de Afganist¨¢n y su falta de ascendente en el partido, ya se empiezan a calibrar las que ser¨ªan sus cualidades capitales como candidata. Una de las m¨¢s claras es que Kamala representar¨ªa la continuidad de la buena gesti¨®n de Biden para salir de la pandemia ¨Cuna econom¨ªa en crecimiento con una inflaci¨®n controlada e ¨ªndices de empleo hist¨®ricos¨C, el giro indiscutible hacia la energ¨ªa verde y un freno al expansionismo ruso y chino. Pero hay algo mucho m¨¢s importante y sutil.
En un escenario donde Trump y J. D. Vance representan el atavismo y el machismo de la supremac¨ªa blanca y la utop¨ªa arcaizante y xen¨®foba del ¡°Make America Great Again¡±, Harris re¨²ne tres condiciones que la hacen una contrincante de cuidado: es una mujer que se ha abierto paso en una arena pol¨ªtica dominada por los hombres y que podr¨ªa capitanear la defensa de los derechos reproductivos de la mujer, bajo un inclemente ataque del extremismo conservador. Hija de un matrimonio birracial de acad¨¦micos inmigrantes ¨Cun padre negro jamaiquino y una madre de la India¨C con ideas progresistas, Harris representa un compromiso necesario con el afianzamiento de una democracia multirracial de car¨¢cter inclusivo y meritocr¨¢tico representada por Barack Obama. En resumen, como apunta Politico.com, Harris podr¨ªa abanderar al menos tres de las luchas grandes del Gobierno de Biden: los derechos reproductivos, el cambio clim¨¢tico y el alivio de la deuda estudiantil. Por ¨²ltimo, Harris est¨¢ posada sobre el portaviones de la presidencia de Estados Unidos. Al endosar su candidatura, Biden no solo apuesta por la preservaci¨®n de su legado, sino que le deja una multimillonaria recaudaci¨®n de campa?a ¨Cel llamado ba¨²l de guerra¨C que solo podr¨ªa ser donada al Comit¨¦ Democr¨¢tico Nacional (DNC) o traspasada a Harris, por aparecer como compa?era en la boleta electoral. De ser confirmada como candidata, esto le dar¨ªa una ventaja de arranque envidiable en una carrera que entrar¨ªa a comandar in media res.
Kamala Harris es el producto de una crianza en un ambiente de izquierda radical, pero como pol¨ªtica se ha movido al centro, sin hacer a un lado la agenda progresista. Durante la campa?a del 2020, declar¨® no estar buscando reestructurar la sociedad. ¡°Solo estoy tratando de solucionar los problemas que despiertan a la gente en medio de la noche¡±. Este centrismo podr¨ªa ayudarla a aplacar cierto disgusto del dem¨®crata medio con los tintes ¡°woke¡± del ala progresista del partido, atraer a indecisos y a algunos republicanos de los llamados ¡°never trumpers¡±, que dieron un apoyo peque?o pero entusiasta a la candidatura de Nikki Haley en las primarias republicanas.
Sin embargo, a pocas horas del anuncio presidencial, ya los republicanos han desenvainado sus cuchillos para aniquilar lo que queda de Biden y darle una estocada mortal a su posible sucesora. Esa v¨ªbora de corbat¨ªn y peinado con gomina llamada Mike Johson, vocero republicano, pidi¨® la renuncia inmediata de Biden por no estar apto para la presidencia y llam¨® a Harris c¨®mplice y copropietaria de los fracasos del actual presidente. Hoy es evidente que Biden puso a su vicepresidente muchas veces en segunda fila para evitar quemarla en la incesante refriega pol¨ªtica de Washington.
Seg¨²n varias encuestas, si Kamala Harris es confirmada en la convenci¨®n dem¨®crata tras recibir el apoyo de la mayor¨ªa de los 3.933 delegados que capt¨® Biden, como ya lo pide el DNC, seg¨²n report¨® Semafor, estar¨ªa mordi¨¦ndole los talones a Trump en la intenci¨®n de voto general. Pero a¨²n as¨ª, quedar¨ªa hasta 10 puntos detr¨¢s de ¨¦l en Estados como Nevada o Pensilvania, que forman pare del grupo de llamados ¡°swing states¡± o Estados morados, donde se decidir¨¢ la elecci¨®n.
No hay todav¨ªa una ¨²ltima palabra con respecto a su situaci¨®n. Los retos inmediatos de Harris son: allanar el camino a su candidatura en la convenci¨®n dem¨®crata del 19 de agosto, conjurando los costos de una divisi¨®n entre los dem¨®cratas, y nombrar a un compa?ero de f¨®rmula que pueda sumarle votos para ganar los Estados morados donde Trump la aventaja. Entre los nombres que han empezado a sonar se encuentran los gobernadores Gretchen Whitmer, Gavin Newsom, Ben Shapiro y Roy Cooper de Carolina del Norte, de 67 a?os. Cada uno tiene fortalezas y debilidades, pero ha sido Cooper quien ha demostrado ser capaz de ganar en un estado usualmente republicano, donde Biden perdi¨® por un punto en 2020, pero que Barack Obama gan¨® en 2008. Carolina del Norte no solo tiene una demograf¨ªa pol¨ªticamente cambiante sino tambi¨¦n una alta votaci¨®n negra. Y todo esto podr¨ªa ser decisivo para Harris. As¨ª las cosas, aunque Trump luce hoy invencible, un nuevo arranque de la campa?a dem¨®crata podr¨ªa acabar con su buena racha y salvar a Estados Unidos de un ominoso reinado MAGA.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.