Los evacuados contienen la respiraci¨®n ante la llegada del hurac¨¢n ¡®Milton¡¯: ¡°Helene¡¯ nos abri¨® los ojos¡±
Millones de residentes de la zona de Tampa dejan sus viviendas para buscar refugio en zonas m¨¢s seguras
El tiempo antes de un hurac¨¢n siempre es un tiempo raro. Un tiempo suspendido, puesto en pausa, donde la gente, forzada al descanso, mira el reloj y espera el momento del desastre. As¨ª lo siente Carla Cabanes, a quien nunca se le ver¨¢ jugar domin¨® un mi¨¦rcoles por la tarde excepto este mi¨¦rcoles 9 de octubre, a la espera de que el hurac¨¢n Milton acabe de pasar por Tampa, en Florida, por donde no atravesaba uno similar desde hace m¨¢s de medio siglo. Tiene un caldo de viandas que prepar¨® su esposo y mucho caf¨¦, lo necesario para esperar ¡°un hurac¨¢n extremadamente peligroso¡±, seg¨²n lo calific¨® el Centro Nacional de Huracanes.
El lunes, en su centro de trabajo, le pidieron que no regresara hasta nuevo aviso. Se fue a casa, compr¨® todo lo que hac¨ªa falta en Walmart y Billy¡¯s y, aunque la zona en la que vive no es una zona de evacuaci¨®n, asegur¨® las ventanas y puertas con madera porque tiene miedo tras ver, hace pocas semanas, el desastre que dej¨® Helene. ¡°Esa tormenta dej¨® bastantes estragos, sobre todo en ¨¢reas de evacuaciones, hubo casas que lo perdieron todo, incluyendo los carros, hubo penetraci¨®n del mar de hasta siete pies de altura. Y cuando ya est¨¢bamos pasando eso, pues llega la noticia de Milton¡±, cuenta por tel¨¦fono desde su casa en Town ¡®N¡¯ Country, al norte de Tampa.
No ha tocado tierra y Milton tiene atemorizada a casi toda la Florida, sobre todo a los vecinos de Tampa, Sarasota y Fort Myers, a los meteor¨®logos y a los que informan del parte del tiempo. Ha jugado incluso con el ¨¢nimo de la gente: se anunci¨® como categor¨ªa cinco, dio un respiro cuando baj¨® a cuatro, pero volvi¨® a subir y se espera que llegue a la costa occidental de Florida al menos con categor¨ªa 3. Tiene vientos m¨¢ximos sostenidos de casi 250 km/h con fuertes r¨¢fagas y, de acuerdo con el Centro, las comunidades costeras enfrentan una marejada cicl¨®nica ¡°potencialmente mortal¡±. Cerca de la medianoche Milton arribar¨¢ al Estado del Sol.
Adriana Novoa, una profesora argentina de Historia en la Universidad del Sur de la Florida, abandon¨® su casa en New Tampa el lunes y sali¨® por carretera rumbo a un hotel en Georgia, que tiene previsto abandonar el viernes. Aunque su zona no tiene orden de evacuaci¨®n, en 2017 vivi¨® una experiencia con el hurac¨¢n Irma que no le gustar¨ªa repetir. ¡°Esa vez decidimos salir a ¨²ltimo momento y fue una pesadilla, no hab¨ªa ning¨²n lugar donde pudi¨¦ramos quedarnos, fue una experiencia muy dif¨ªcil¡±, asegura. Como casi todos los floridanos, Novoa est¨¢ impactada por los pron¨®sticos de Milton, pero no le parece una rareza ni algo de lo que la naturaleza no est¨¦ avisando desde hace tiempo. ¡°Era obvio que ¨ªbamos a tener una mala temporada porque el agua del Golfo est¨¢ hirviendo. Cada a?o hemos tenido amenazas de tormentas mayores, eso no suced¨ªa antes con esta frecuencia¡±, dice en conversaci¨®n telef¨®nica.
Est¨¢ segura de que el cambio clim¨¢tico es algo serio y sin embargo parece importarle muy poco a los gobiernos. Como profesora universitaria, Novoa cuenta que le han prohibido hablar de cambio clim¨¢tico. ¡°Para m¨ª esto es muy enervante. En la universidad nosotros no podemos hablar de cambio clim¨¢tico, ni ponerlo por escrito ni nada, es como que no existe oficialmente, al menos en la universidad. Yo ense?o en una estatal y no se habla de eso, no existe, estamos en una ¨¦poca de censura. No hay consciencia de evitar las construcciones que se hacen en Florida cerca del agua¡±, dice.
Tambi¨¦n le preocupa el tiempo que vendr¨¢ despu¨¦s del desastre y qui¨¦nes estar¨¢n a cargo de la recuperaci¨®n en un Estado cuyo gobierno ha arremetido particularmente contra los inmigrantes, quienes muchas veces cargan con las labores de construcci¨®n. ¡°Va a ser dif¨ªcil conseguir gente que trabaje y reconstruya. Nuestro gobernador asust¨® a la gente ilegal, muchos se han ido de Florida y eso puede ser un problema para conseguir mano de obra¡±.
El Centro de Huracanes lo ha dicho de forma clara: Milton ¡°tiene el potencial de ser uno de los huracanes m¨¢s destructivos registrados para el centro-oeste de Florida¡±. Comunidades enteras podr¨ªan quedar inundadas. La Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) comunic¨® que las inundaciones que causar¨¢ ¡°ser¨¢n mortales¡± y recomend¨® que cuando comience la tormenta las personas no abandonen ¡°el lugar de refugio, ya que las condiciones para conducir ser¨¢n imposibles¡±.
Si la tormenta pasa cerca o justo al norte de la Bah¨ªa de Tampa, las olas podr¨ªan ser de entre 8 y 12 pies de altura. Por eso Guillermo Santana agarr¨® su auto y se march¨® con su pareja de San Petersburgo, una ciudad situada entre la bah¨ªa y el golfo de M¨¦xico, y que tuvo orden de evacuaci¨®n. Les tom¨® cinco horas poder salir del Estado.
¡°Aquello parec¨ªa un oeste. Gente con trailers, con botes, nunca en mi vida hab¨ªa visto ese tr¨¢fico, una fila de casi una milla con carros para echar gasolina. Pero la tormenta Helene nos abri¨® los ojos. Por eso recog¨ª todo, lo dej¨¦ todo limpio, nada que pueda volar. Este a?o tambi¨¦n decidimos asegurar las ventanas de impacto¡±.
Ahora mismo todo lo que queda es esperar la trayectoria y el despu¨¦s de Milton, un hurac¨¢n que podr¨ªa dejar muchos m¨¢s da?os que Helene, que cobr¨® la vida a m¨¢s de 200 personas y fue declarado el m¨¢s mort¨ªfero desde Katrina en 2005. Estimaciones de BMO Capital Markets dicen que las p¨¦rdidas podr¨ªan rebasar los 75.000 millones de d¨®lares.
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