Un caminar propio
Cig邦e?as bajo la M-50
Salir de Madrid andando supone atravesar un inquietante umbral entre lo urbano y la naturaleza. Vertederos, campos de trigo, conejos y autopistas que funcionan como fronteras de una ciudad cerrada sobre s赤 misma
La peregrina misi車n de Manuel Rossi
Seguimos los hitos del Camino de Ucl谷s, recuperado por un jubilado de Rivas, pero el destino nos aleja del peregrinaje y acabamos en un hotel de cuatro estrellas
Los mosquitos que nos mandaron a Urgencias
Fil車sofos y exploradores prometen silencio interior y libertad en el camino. En la ruta hacia Morata de Taju?a, pol赤gonos, f芍bricas y un incidente insisten en llevarles la contraria
De exadictos y chopos
"Lo que m芍s me gusta es que en los caminos la gente te saluda", dice un paciente del centro de rehabilitaci車n de Ambite. Pasear lejos de los lugares t車xicos es parte de su terapia
Tacones, psic車patas, c芍ncer
Los libros recomiendan caminar solo, olvidar las preocupaciones, dejar fluir las ideas. Pero el canon literario, sorpresa, no es femenino
El pastor y los 550 domingueros
Las cabras del rumano Dani Pudilic conviven con los turistas en Zorita de los Canes, donde Camilo Jos谷 Cela lleg車 en coche en su 'Viaje a la Alcarria'. Las ancianas le recuerdan
Una nueva perspectiva
Tras siete d赤as a pie para cubrir la distancia de una hora y media en coche, el destino est芍 en lo alto de un monte. Los caminantes trepan a la sierra de Altomira ligeros y cargados de emociones