Las reformas sociales del Gobierno pierden un aliado clave con la ausencia de Roy Barreras
El Consejo de Estado anul¨® por doble militancia la elecci¨®n del presidente del Congreso, un alfil fundamental para el Gobierno en el manejo del Legislativo
Hablar de Roy Barreras es hablar de pol¨ªtica, del Congreso, de la capacidad de adaptaci¨®n (o de dar volteretas pol¨ªticas), de supervivencia y astucia. M¨¦dico de profesi¨®n, pol¨ªtico de oficio y presidente del Senado desde el 20 de julio de 2022, el vallecaucano era el hombre clave de las reformas sociales que present¨® el Gobierno de Gustavo Petro este semestre, y que son el coraz¨®n de su apuesta por demostrar que la promesa de ser el Gobierno del cambio es real y se empezar¨¢ a cumplir. Sin ¨¦l en el Congreso por cuenta de la sentencia del Consejo de Estado que anul¨® este jueves su elecci¨®n como senador por doble militancia, el Gobierno pierde capacidad de maniobra en el Legislativo, justo cuando las reformas deben pasar por el Senado con tiempos apretados, y cuando Petro desarm¨® la coalici¨®n mayoritaria que ten¨ªa y le daba m¨¢s margen de acci¨®n.
Roy, como todos lo conocen, fue elegido presidente del Congreso con el impulso de Petro; su copartidario David Racero lleg¨® al mismo cargo, pero en la C¨¢mara de Representantes. Las fuerzas de izquierda coaligadas alrededor del Pacto Hist¨®rico, la alianza con la que el presidente gan¨® las elecciones de 2022, ten¨ªa algo as¨ª como el 20% de las fuerzas en el Senado y la C¨¢mara, lo que les daba derecho a poner las cabezas de las dos c¨¢maras en uno de los cuatro a?os de su mandato. La decisi¨®n fue apostarle todo al primer a?o, para as¨ª sacar adelante la mayor cantidad de reformas legislativas y sentar las bases de un mandato transformador. Barreras fue un operador fundamental para lograr una gran coalici¨®n, que ¨¦l y Petro bautizaron un Frente Amplio. ¡°Hoy tenemos la bancada m¨¢s grande en el Congreso con la que inicia cualquier presidente en la historia del pa¨ªs¡±, dec¨ªa Roy a este diario cuatro d¨ªas antes de asumir como presidente del Legislativo.
Tener las dos presidencias da la posibilidad de incidir en la prelaci¨®n de los proyectos de ley que se discuten, en elegir a los congresistas que los estudian a fondo para llevar una ponencia a los debates, en definir los tiempos y ritmos de los debates. Tambi¨¦n tienen m¨¢s visibilidad en los medios y la opini¨®n. Barreras, uno de los pocos senadores del Pacto Hist¨®rico con larga experiencia legislativa, era fundamental en la estrategia.
El primer semestre, hasta diciembre pasado, funcion¨®. Los grandes debates legislativos fueron la reforma tributaria y la paz total. Las amplias mayor¨ªas legislativas que ten¨ªa el Gobierno con la suma de la izquierda, la centroizquierda de los verdes, y tres partidos tradicionales (Liberal, Conservador y La U, de donde ven¨ªa Barreras) funcionaron, en general, como una aplanadora. Racero y Barreras cumplieron; el presidente del Senado, a pesar de las quimioterapias para tratar un c¨¢ncer. Pero era solo el inicio: ¡°El pa¨ªs nos va a recordar por las transformaciones sociales¡±, le dec¨ªa en diciembre a este peri¨®dico Racero.
La decisi¨®n estrat¨¦gica, impulsada por Roy, era empezar por conseguir el dinero para implementar cambios y las herramientas para buscar la esquiva paz total, la otra gran meta del Gobierno. Por eso, Petro posterg¨® para este semestre las grandes reformas sociales que buscan replantear el sistema laboral y de seguridad social (la de la salud, las pensiones y la laboral). Pero todo se empez¨® a embrollar. Lleg¨® el 7 de febrero, cuando por ley se reiniciaban las sesiones del Congreso con unas extraordinarias para discutir el plan de desarrollo, y el Gobierno no ten¨ªa lista ninguno de los tres textos. Desde fines de enero, Barreras ya ped¨ªa al Ejecutivo radicarlos para tener tiempo de sacarlos adelante: ¡°Le hemos hecho desde hace meses una petici¨®n al Gobierno para que aproveche las sesiones extra para conocer todos los textos de las reformas¡±, dijo a fines del mes en una rueda de prensa. D¨ªas despu¨¦s sac¨® a sus hijos del pa¨ªs por amenazas. Sigui¨®.
Petro tard¨® un mes m¨¢s para radicar el proyecto m¨¢s debatido y pol¨¦mico, el de la salud. Este hab¨ªa producido choques en el Gabinete, pero el presidente aument¨® su apuesta al convocar a la calle, por primera vez en su mandato, para apoyar su presentaci¨®n. Barreras marc¨® distancias del texto, que unos d¨ªas despu¨¦s produjo la primera crisis con la salida de tres ministros, incluyendo el m¨¢s cr¨ªtico del proyecto, Alejandro Gaviria, de Educaci¨®n. La reforma no avanzaba en la C¨¢mara, los partidos tradicionales se opon¨ªan, el Gobierno tardaba en presentar el proyecto pensional y el laboral. Barreras se desesperaba: ¡°Le he solicitado al se?or presidente que, en aras de recuperar el mes y medio de extras que se perdi¨® porque no hemos logrado aprobar ninguna de las reformas ni siquiera en un primer debate, recuperemos ese tiempo. Hay que contemplar la posibilidad de tener unas nuevas sesiones extras, entre junio y julio, para poder terminar el semestre con las reformas¡±, dijo Roy entonces.
Finalmente, el 25 de abril la reforma a la salud evit¨® solo por un apoyo un inminente naufragio, en una votaci¨®n que ni siquiera cerr¨® el primero de los cuatro debates que requiere para ser aprobada. Petro estall¨®. Anunci¨® el fin de la coalici¨®n. Removi¨® a siete de sus 19 ministros, incluyendo a los de La U y los conservadores, y a los cr¨ªticos de sus reformas. La aplanadora legislativa no hab¨ªa funcionado, y quedaba con unas mayor¨ªas ajustadas que dependen de la buenas relaciones con el Partido Liberal, que pasa por una divisi¨®n interna en la que Petro le apunta a una alianza con los sectores m¨¢s socialdem¨®cratas. Sin ellos y algunos disidentes de los viejos aliados, Petro quedar¨ªa en minor¨ªa, con unos 43 de los 108 senadores y alrededor de 66 de los 187 representantes.
En ese escenario, para el Gobierno es todav¨ªa m¨¢s fundamental el manejo, el conocimiento y la sagacidad de Barreras, quien adem¨¢s se revindica como un liberal. ¡°La ¨²nica fuerza pol¨ªtica del Pacto Hist¨®rico que es de centro liberal es La Fuerza de la Paz, pero somos fundadores del Pacto. El propio Petro recorri¨® Colombia con las banderas liberales y habl¨® de Gait¨¢n, de Gal¨¢n, de L¨®pez Pumarejo, de Lleras Restrepo, de Uribe Uribe. Es decir, los liberales tambi¨¦n ganamos la Presidencia de la Rep¨²blica en el Pacto¡±, dijo a EL PA?S en febrero.
Pero no es solo su postura ideol¨®gica, es sobre todo su capacidad como operador pol¨ªtico. Como dec¨ªa hace unas semanas a este diario la analista M¨®nica Pach¨®n, doctora en Ciencia Pol¨ªtica y profesora asociada de la Universidad de los Andes, Roy ¡°es un gran conocedor de los intereses de los legisladores, especialmente de sus antiguos compa?eros de bancada. Entiende qu¨¦ hay que dar, c¨®mo hay que intercambiar, c¨®mo hacer esa articulaci¨®n pol¨ªtica para llegar al prop¨®sito de pasar estas reformas en tiempo r¨¦cord¡±. Sin Barreras encabezando el Senado, esa capacidad se ver¨¢ mermada. La esperanza para el Gobierno est¨¢ en que la senrencia tarde en aplicarse, mientras es notificada, y en la acci¨®n de tutela que Roy anunci¨® contra la sentencia del Consejo de Estado. La pol¨ªtica, como tantas veces en Colombia, queda en manos de la justicia.
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