Petristas: el espejo de los uribistas

El campo de batalla de las redes sociales, particularmente Twitter, es el mejor lugar para darse cuenta de que el sectarismo no ha hecho m¨¢s que erosionar a la democracia colombiana llev¨¢ndonos hacia sendas tan pero tan inciertas que el temor de que un presidente se vuelva dictador o unos fulanos den un golpe de Estado no tiene nada de disparatado.

Hace dos a?os, en tiempos de Iv¨¢n Duque, los opositores gritaban a diestra y siniestra que Colombia iba hacia un abismo, que el presidente Duque se iba a eternizar en el poder y que est¨¢bamos bajo un r¨¦gimen casi totalitario donde pronto comenzar¨ªan las persecuciones contra todo aquel que se apartara de las ideas del Centro Democr¨¢tico.

Hoy, mientras transcurre el primer a?o de gobierno de Gustavo Petro, los opositores gritan a diestra y siniestra que Colombia va hacia un abismo, que el presidente Petro se va a eternizar en el poder y que estamos bajo un r¨¦gimen casi totalitario donde pronto comenzar¨¢n las persecuciones contra todo aquel que se aparte de las ideas del Pacto Hist¨®rico.

En tiempos de Duque, los opositores de izquierda sal¨ªan a las calles a marchar y alzar la voz en contra de reformas llevadas al Congreso. Hac¨ªan plantones para pedir la protecci¨®n de la vida de los l¨ªderes sociales. Las redes se llenaban de tendencias que buscaban dejar en evidencia aquellas urgencias que tiene el pa¨ªs y que entonces parec¨ªan estar desatendidas por el Gobierno.

En tiempos de Petro, los opositores de derecha salen a las calles a marchar y alzar la voz contra las reformas que llegan para ser aprobadas por el Congreso. Se hacen plantones para pedir que se lleve seguridad a las zonas del pa¨ªs donde guerrillas y narcos han retomado el control territorial. Las redes se llenan de tendencias que buscan dejar en evidencia aquellas urgencias que tiene el pa¨ªs y que parecen estar desatendidas por el Gobierno.

Duque dijo a un periodista ¡°?de qu¨¦ me hablas viejo?¡±, como si la muerte de ocho menores de edad tras un bombardeo del Ej¨¦rcito no tuviera nada que ver con su Gobierno. Petro culpa a los medios de comunicaci¨®n de la crisis pol¨ªtica actual, aunque esta tiene como g¨¦nesis a una jefe de gabinete que podr¨ªa haber abusado de su poder y a un embajador leng¨¹ilargo que habla de sospechosos ingresos de dinero a su campa?a presidencial.

Los l¨ªderes del Centro Democr¨¢tico en tiempos de Duque justificaron todas y cada una de las actuaciones del entonces presidente, as¨ª estas no fueran las correctas. Los activistas del Pacto Hist¨®rico miran para otro lado ante asuntos irregulares como la entrega de puestos a cambio de votos en el Congreso o las chuzadas ilegales ordenadas desde la casa presidencial y condenan esas revelaciones period¨ªsticas calific¨¢ndolas como ataques al gobierno del ¡°cambio¡±.

Ciegos, torpes, testarudos, fan¨¢ticos, irresponsables, indolentes, indecentes, sectarios, intolerantes, intransigentes, insensatos, extremistas¡­ Cualquiera de estos adjetivos servir¨ªa para definir a aquellos que son incapaces de entender que su l¨ªder pol¨ªtico no es un dios y que por m¨¢s que sue?e con hacer las cosas bien, hay errores que deben ser se?alados y reconocidos. No hacerlo es mentir. No hacerlo es no saber vivir en democracia.

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