Ana Cristina Gonz¨¢lez: ¡°Las sentencias de tutela no revierten el derecho a abortar de las mujeres en Colombia¡±
La pionera del Movimiento Causa Justa reflexiona sobre las recientes consideraciones de la Corte Constitucional que chocan con el derecho al aborto en el pa¨ªs, reconocido hasta la semana 24
M¨¦dica y experta en Bio¨¦tica, Ana Cristina Gonz¨¢lez tambi¨¦n es una de las feministas pioneras del movimiento Causa Justa por el aborto en Colombia. Hace unas semanas una sentencia de tutela de la Corte Constitucional hizo saltar las alarmas de expertas y activistas. Dos mujeres ind¨ªgenas llevaron su caso hasta el Alto Tribunal despu¨¦s de que les fuera negado un aborto en su entidad promotora de salud (EPS). A¨²n cuando los magistrados dieron la raz¨®n a las mujeres, en sus consideraciones se?alaron que no existe el derecho constitucional al aborto. La decisi¨®n, sin embargo, choca frontalmente con la sentencia de la Corte del a?o pasado que despenaliz¨® hasta la semana 24 el aborto en todo el pa¨ªs y que podr¨ªa dejar la puerta abierta a un peligroso precedente.
En el momento de la entrevista, la doctora Gonz¨¢lez asiste al VII foro que organiza el Consorcio Latinoamericano contra el Aborto Inseguro (CLACAI) en Panam¨¢, un encuentro que re¨²ne a cientos de profesionales de la salud, abogadas, activistas y periodistas. Am¨¦rica Latina se mueve entre luces y sombras en lo que al aborto se refiere. Mientras la regulaci¨®n avanza en Argentina, M¨¦xico o Colombia, todav¨ªa quedan pa¨ªses en los que abortar est¨¢ prohibido, como en Nicaragua, Honduras o Rep¨²blica Dominicana; ah¨ª ni siquiera se cumplen las tres causales m¨ªnimas que contempla la ley de otros pa¨ªses: por violaci¨®n, cuando peligre la salud de la madre o por inviabilidad del feto. Cada a?o miles de mujeres mueren en el mundo por abortos inseguros, lo que convierte el asunto en un grave problema de salud p¨²blica.
Pregunta. ?C¨®mo calificar¨ªa usted las sentencias de tutela de la Corte Constitucional?
Respuesta. Me gusta pensar que estamos en una situaci¨®n an¨®mala. Este fallo no solo contrar¨ªa la jurisprudencia reciente de la Corte, sino de los ¨²ltimos casi 20 a?os en los que el Alto Tribunal ha dicho y aclarado, entre otras cosas, que las barreras de acceso a los servicios de aborto hay que eliminarlas porque si las mujeres no acceden a esos servicios, se est¨¢n vulnerando sus derechos reproductivos y su derecho a la salud. Pero es importante aclarar que estas sentencias de tutela no revierten el derecho a abortar de las mujeres en Colombia.
P. ?C¨®mo es posible que la misma Corte que despenaliz¨® el aborto hasta la semana 24 el a?o pasado est¨¦ dando un paso atr¨¢s ahora?
R. Son fallos distintos. El fallo del 2022 fue un fallo de constitucionalidad, que tiene efectos generales sobre toda la poblaci¨®n. Los de tutela son inter partes. Ahora, la Corte dijo una serie de cosas que son problem¨¢ticas con esta sentencia, por eso hemos solicitado la nulidad de esta decisi¨®n. La Corte en primer lugar dice que no existe un derecho fundamental al aborto. Dice que hay un vac¨ªo normativo y que las instituciones de salud no est¨¢n obligadas a prestar los servicios de interrupci¨®n del embarazo. Adicionalmente, dice que las comunidades deber¨ªan ponderar, caso a caso, las razones de las mujeres cuando quieren abortar en las primeras 24 semanas. Entonces es una situaci¨®n an¨®mala porque contrar¨ªa la jurisprudencia de la propia Corte Constitucional y va un poco m¨¢s all¨¢, porque tiene que ver con la garant¨ªa de un derecho humano fundamental reconocido en Colombia, el derecho a la salud.
P. La Corte se?al¨® que existe un vac¨ªo normativo respecto al aborto, ?qu¨¦ tiene usted que decir a eso?
R. Nosotras consideramos que tal vac¨ªo no existe porque hay una regulaci¨®n. Y hay algo m¨¢s que aclarar: el 31 de mayo de este a?o la Corte estudi¨® varias nulidades que exist¨ªan contra la decisi¨®n de 2022 y dej¨® en firme en Sala plena la decisi¨®n de que en Colombia las mujeres pueden abortar hasta la semana 24 porque no hay delito.
P. ?Cu¨¢l dir¨ªa usted que pueden ser las consecuencias de todo esto?
R. Con estas afirmaciones se crea confusi¨®n, se crea un riesgo inmenso de que las mujeres no quieran ir a los servicios porque se sienten con miedo, arriesguen su salud, sus vidas y, por otro lado, de que se incrementen las barreras de acceso por parte de los prestadores de salud. Algunas otras personas incluso han dicho que esta es una forma de indisciplina judicial de los tres magistrados que decidieron las sentencias. Estos fallos de tutela no van a tirar por la borda toda una larga jurisprudencia donde se ha afirmado que el aborto es un derecho.
P. ?Crees usted que se trata de una contraofensiva del conservadurismo y de los movimientos anti derechos?
R. Hay muchas personas en el pa¨ªs que no est¨¢n contentas con la despenalizaci¨®n del aborto y van a seguir buscando maneras de erosionar los logros que hemos alcanzado las mujeres. Me sorprende que los grupos anti derechos, despu¨¦s, no tienen una propuesta. Su ¨²nica acci¨®n es intentar retroceder de maneras radicales y extremas lo que nosotras alcanzamos. Esas acciones solo ponen en riesgo la vida, la salud, la dignidad y la igualdad de las mujeres.
P. Algo que vemos en otros pa¨ªses como M¨¦xico o Argentina es que existe una larga distancia entre la aprobaci¨®n sobre el papel de una ley y su aplicaci¨®n. ?Cu¨¢l cree que es la principal traba que viven las mujeres en Colombia a la hora de acceder al aborto?
R. Esas barreras tienen que ver con el desconocimiento de los marcos legales. Tambi¨¦n hay fallas en la relaci¨®n directa de los prestadores de salud con las mujeres y en el abuso de la figura de objeci¨®n de conciencia. Pero tambi¨¦n hay que decir que a un a?o del fallo de 2022, empezamos a observar una mejor respuesta de parte de las autoridades sanitarias. M¨¢s del 90% de las mujeres en Colombia abortan en las primeras semanas de gestaci¨®n. Contrario al esc¨¢ndalo que hicieron los anti derechos que dijeron que el aborto en la semana 24 era un horror, ni siquiera un 2% de las mujeres llegan despu¨¦s de esas semanas y las que lo hacen son siempre, sin duda, las m¨¢s vulnerables, las que enfrentaron m¨¢s barreras de acceso.
P. ?Cu¨¢l crees usted que son los retos a abordar en los siguientes a?os respecto al aborto a nivel regional?
R. Uno de los primeros desaf¨ªos es enfrentar esas desigualdades entre pa¨ªses. Vivimos en una regi¨®n que es profundamente desigual desde todo punto de vista, tambi¨¦n en materia de regulaci¨®n sobre aborto, pero incluso los contextos m¨¢s restrictivos, como El Salvador, hemos logrado mover un poco la aguja.
Tambi¨¦n hay que sacar la conversaci¨®n del aborto de un nicho de especialistas o que solo se hable de ello como ¡°el derecho al aborto¡±. En ese ejercicio est¨¢n en juego derechos que tienen que ver con nosotras como ciudadanas; tenemos que hablar de asuntos que tienen que ver con la democracia, con el tipo de sociedad en la que queremos vivir. ?Acaso queremos vivir en sociedades que fuerzan a las mujeres a tener maternidades y embarazos? Esas son las preguntas inc¨®modas que hay que hacerle a los progresistas, a los liberales, a los dem¨®cratas.
P. ?Cree que la izquierda latinoamericana le est¨¢ quedando a deber eso a las mujeres? Me refiero al presidente Petro, a Boric o a L¨®pez Obrador...
R. Absolutamente. Y qu¨¦ pesar que no puedo decirlo con duda. Lo hemos visto en cosas muy recientes de discusiones, por ejemplo, en el Congreso en Colombia con el Plan Nacional de Desarrollo. En el momento en que tienen que hacer coaliciones y eso involucra fuerzas de derecha, lo primero que se pone sobre la mesa como moneda de cambio son los derechos de las mujeres.
P. ?Cu¨¢l dir¨ªa usted que es el mayor desaf¨ªo de las feministas ahora en Colombia?
R. Creo que el mayor desaf¨ªo es cambiar la cabeza y el coraz¨®n de la sociedad. No puede haber un escenario m¨¢s pac¨ªfico para nuestro pa¨ªs que el que es capaz de respetar las decisiones de todas las mujeres.
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