El nuevo c¨ªrculo de confianza del presidente Petro
Tras las salidas de Laura Sarabia, el jefe de Comunicaciones, Germ¨¢n G¨®mez, y Benedetti, un asesor en la distancia, el presidente ha tenido que recomponer su entorno m¨¢s cercano
Aunque no es un hombre de rutinas, Gustavo Petro ten¨ªa m¨¢s o menos automatizado lo que hacia por las ma?anas. Se despertaba ¨Dtarde para los est¨¢ndares colombianos¨D y recib¨ªa una llamada de tel¨¦fono de Laura Sarabia, que ya llevaba dos o tres horas en pie. La jefa de Gabinete le contaba todo lo que deb¨ªa saber, le hac¨ªa un repaso de los titulares que llevaba la prensa, le explicaba los eventos que le esperaban durante el d¨ªa, como en la campa?a electoral. Mientras desayunaba se daba una vuelta por Twitter, donde tiene 6,8 millones de seguidores. A partir de ah¨ª las jornadas se convert¨ªan en una monta?a rusa ¨Dcrisis, huracanes, bravatas del ELN, l¨ªos en el Congreso¨D que Sarabia solventaba como pod¨ªa. Pod¨ªan estar en Boyac¨¢ y de repente agarrar el helic¨®ptero para irse a la otra punta del pa¨ªs. Ella era la sombra y ¨¦l estaba encantado. Se sent¨ªa seguro en sus manos. Sin embargo, el 2 de junio se quebr¨® esta entente. Con todo el dolor, ¨¦l la hizo renunciar por un asunto enrevesado de pol¨ªgrafos y escuchas ilegales. De la noche a la ma?ana se qued¨® solo, sin su muleta, su sost¨¦n.
En este mes que ha transcurrido, Petro ha tenido que rehacer su c¨ªrculo de confianza. No ha sido f¨¢cil para ¨¦l, acostumbrado al talante sereno de Sarabia. Nadie ha ocupado su despacho, pero el vac¨ªo que ha dejado lo han llenado cuatro asesores. El principal es Carlos Ram¨®n Gonz¨¢lez, un amigo personal del presidente. Ocupa desde abril el cargo de director del departamento administrativo de la Presidencia de la Rep¨²blica (Dapre), el ente que maneja la burocracia interna. Ahora mismo, seg¨²n fuentes de la Casa de Nari?o, la residencia presidencial, nadie tiene m¨¢s influencia que ¨¦l. Se ha convertido en la sombra de Petro, un hombre despistado, con aires de fil¨®sofo, al que a veces le cuesta poner los pies en la tierra.
A ambos les une un pasado guerrillero. Gonz¨¢lez conoci¨® en el M-19, la guerrilla urbana y provocadora que asombr¨® a todo el pa¨ªs con acciones espectaculares, como el robo de la espada de Sim¨®n Bolivar. ?l era guardaespaldas de Jaime Bateman, el fundador, un l¨ªder carism¨¢tico, apodado El Flaco, que muri¨® en un accidente de avioneta en la selva del Dari¨¦n. Petro perteneci¨® al grupo armado, pero no fue un verdadero hombre de armas. Miope y delgado, lo detuvieron por llevar encima propaganda. ?l asegura en el libro Una vida, muchas vidas, que recoge sus memorias, que fue torturado. Gonz¨¢lez no es el ¨²nico exguerrillero a quien le ha dado un puesto de responsabilidad. Al discreto y huidizo Manuel Alberto Casanova lo coloc¨® al frente de la Direcci¨®n Nacional de Inteligencia (DNI), el servicio secreto colombiano. Casanova, licenciado en filosof¨ªa en la Universidad de los Andes, ejerci¨® el mismo rol en el M-19. Lleva toda una vida oculto en las sombras.
La proximidad del director del Dapre al presidente ha supuesto que su n¨²mero 2, Luz Aida G¨®mez, integre el c¨ªrculo de confianza. De una forma parecida lleg¨® Sarabia al cargo de poder que ostent¨® al final. Ella era la secretaria de Armando Benedetti, el jefe de campa?a del pacto de izquierdas que lideraba Petro. Los tres ¨DPetro, Benedetti y Sarabia¨D se pasaron juntos toda la campa?a. Sarabia pas¨® de manejar la agenda de Benedetti a desdoblarse y hacer lo mismo con la de Petro. Aquello les uni¨® a fuego. Una vez presidente la quiso cerca, de forma literal, en el despacho de al lado, y envi¨® a Benedetti a Caracas, para que ejerciera de embajador en Venezuela.
Benedetti tambi¨¦n se vio obligado a dimitir por el mismo asunto que se llev¨® por delante a Sarabia, pero antes de que eso ocurriera ¨¦l la llamaba con frecuencia para darle su opini¨®n ¨Dno muy buena¨D de las decisiones que tomaba el Gobierno. Benedetti, que ten¨ªa hilo directo con Petro a trav¨¦s de un chat japon¨¦s, Line, ejerc¨ªa su influencia a trav¨¦s de ella. As¨ª que el presidente no solo perdi¨® a su n¨²mero dos, tambi¨¦n a un hombre que al final mostr¨® un car¨¢cter explosivo y poco fiable para los intereses de Petro, pero que conoc¨ªa el Congreso y llamaba a los partidos de la oposici¨®n desde Caracas para llegar a mayor¨ªas que consiguieran aprobar las reformas.
Al lado del presidente tambi¨¦n se ha asentado el abogado Vladimir Fern¨¢ndez, su secretario jur¨ªdico. Departen casi a diario. Fern¨¢ndez se encarga de estudiar el encaje jur¨ªdico en la Constituci¨®n de las reformas y sus propuestas. Su presencia es mucho m¨¢s importante de lo que a priori se pueda pensar. Petro conf¨ªa en ¨¦l y lo ha tenido a su lado desde 2011, cuando gan¨® la Alcald¨ªa de Bogot¨¢, y ahora lo incluy¨® en el equipo de empalme con la administraci¨®n saliente. El presidente lo defendi¨® en p¨²blico cuando lo acusaron de irregularidades en una contrataci¨®n mientras era funcionario en el Huila. Despu¨¦s esa medida fue revocada, pero qued¨® claro que Petro daba la cara por ¨¦l, algo nada usual en el presidente. Por el camino ha dejado unos cuantos cad¨¢veres pol¨ªticos. A menudo se?ala que el poder cambia a las personas, las transforma, ¨¦l es muy sensible a la manera de actuar de su entorno.
Petro ha tenido que lidiar tambi¨¦n con la renuncia de Germ¨¢n G¨®mez, el periodista que se encargaba de la comunicaci¨®n. Gom¨¦z, que ten¨ªa m¨¢s de 20 personas a su cargo, dimiti¨® alegando motivos personales, pero la realidad es que no se sent¨ªa escuchado. El presidente informa a trav¨¦s de Twitter sin ning¨²n tipo de m¨¦todo y eso ha provocado m¨¢s de un incendio. Una cr¨ªtica recurrente del entorno de Petro ha sido que no sabe comunicar los logros de su Gobierno, que se enreda y se dispersa. Petro es as¨ª para lo bueno y para lo malo. G¨®mez ha intentado arreglarlo, pero ha encontrado muchas resistencias. Tambi¨¦n ha sentido injerencias de otra gente cercana al presidente, que quer¨ªan decirle c¨®mo hacer su trabajo. Le ha sustituido como interina alguien de su equipo, la veterana periodista Mar¨ªa Elena Romero, que ha trabajado en la Alcald¨ªa de Bogot¨¢, Rcn Tv, el peri¨®dico El Tiempo y en Naciones Unidas como coordinadora de proyectos.
Detr¨¢s de estas cuatro personas que manejan el d¨ªa a d¨ªa de Petro ¨DLuz Aida G¨®mez, Vladimir Fern¨¢ndez, Carlos Ram¨®n y Mar¨ªa Elena Romero¨Dse encuentran otros pesos pesados que cuentan con su absoluta confianza. Petro habla habitualmente con David Racero, el joven presidente de la C¨¢mara de Representantes de Colombia, con quien tambi¨¦n chatea por Line. Uno de los asuntos claves, el de la paz, se lo tiene encomendado a otro hombre discreto, Danilo Rueda, y al senador Iv¨¢n Cepeda, un pol¨ªtico confiable con mucha trayectoria y conocimiento del pa¨ªs y los grupos armados. En esta lista tambi¨¦n hay que incluir al canciller, ?lvaro Leyva, de 80 a?os, que le guarda los secretos ¨D Leyva es escurridizo con la prensa¨D .
El nuevo entorno se ha enrocado alrededor de un presidente que ha abandonado el centrismo de sus primeros meses, que ha remodelado a fondo su Gobierno y que no quiere unas reformas a medias, sino las que ¨¦l tiene en la cabeza desde hace a?os, desde que alg¨²n d¨ªa presinti¨® que pod¨ªa ser presidente de este pa¨ªs. Los que le conocen aseguran que morir¨¢ con sus ideas, que su presidencia ser¨¢ como ¨¦l quiere o no ser¨¢. Los que le rodean, la guardia pretoriana, se embarcar¨¢n con ¨¦l en ese viaje incierto.
Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S sobre Colombia y reciba todas las claves informativas de la actualidad del pa¨ªs.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.