Esta es la transformaci¨®n que buscan los j¨®venes en estas elecciones
Algunas demandas son la consolidaci¨®n de espacios p¨²blicos sin estigmatizaci¨®n, la eliminaci¨®n de barreras para acceder al primer empleo y la obtenci¨®n de mayores facilidades para asegurar la permanencia en el sistema educativo
Los j¨®venes desempe?aron un papel crucial durante los estallidos sociales de 2019 y 2021, liderando causas y luchas que evidenciaron sus inconformidades. En esos momentos de movilizaci¨®n, encontraron una v¨ªa para expresarse y hacer sentir sus voces. Sin embargo, tambi¨¦n fueron v¨ªctimas de violencia y de discriminaci¨®n, lo que dej¨® heridas en la memoria colectiva. Este precedente es el que m¨¢s los insta a salir a las urnas a ejercer su ciudadan¨ªa para declarar que no hay mayor manifestaci¨®n de postura que la que una electoral permite.
El informe de la CIDH revel¨® que los j¨®venes de entre 17 y 26 a?os fueron las principales v¨ªctimas de la violencia durante el Paro Nacional. Estos j¨®venes proven¨ªan de diversos contextos, como zonas marginales, comunidades ind¨ªgenas, afrodescendientes, y eran estudiantes, artistas, deportistas o trabajadores informales. A pesar de que muchas heridas siguen sin sanar y las necesidades de los j¨®venes siguen sin ser abordadas, esta es la oportunidad para incidir en programar de largo aliento que puedan responder de manera sostenible a sus demandas.
La relaci¨®n entre los j¨®venes y las instituciones se ha debilitado, las desigualdades socioecon¨®micas persisten y las oportunidades son inciertas. En ¡°Incidir para Existir: Juventudes que Transforman¡±, un proyecto liderado por Movilizatorio y el Fondo de las Naciones Unidas para la Democracia, hemos creado una una red de j¨®venes l¨ªderes comprometidos con el di¨¢logo, la construcci¨®n de paz, la participaci¨®n efectiva y la incidencia y hemos identificado las demandas que tienen los m¨¢s de 150 mil j¨®venes que hacen parte de nuestra red de El Avispero.
El otro aspecto fundamental que demandan los j¨®venes en Colombia es el de la seguridad en espacios p¨²blicos sin estigmatizaci¨®n y con la garant¨ªa de sus derechos. Las juventudes han vivido la violaci¨®n de sus derechos, la falta de alternativas positivas en esta materia; y por el contrario, se ha intensificado la presencia policial y la aplicaci¨®n de pol¨ªticas de ¡°tolerancia cero¡±. Esto ha llevado a la estigmatizaci¨®n y la erosi¨®n de la confianza en las instituciones por parte de las juventudes.
Los j¨®venes han expresado que la l¨ªnea de empleabilidad es una de las m¨¢s grandes problem¨¢ticas y que est¨¢ asociada a la falta de implementaci¨®n de pol¨ªticas laborales que promuevan la inclusi¨®n, como leyes contra la discriminaci¨®n en el lugar de trabajo y medidas para garantizar la igualdad de oportunidades para todos los grupos, incluidos j¨®venes con discapacidad o de grupos ¨¦tnicos. Adicionalmente, es fundamental derribar las barreras para acceder a un primer empleo, ya que este factor est¨¢ afectando a la poblaci¨®n juvenil a la hora de entrar al mercado laboral.
Adicionalmente, los j¨®venes en Colombia demandan mayores oportunidades de participaci¨®n dentro de espacios para la formulaci¨®n y evaluaci¨®n de los programas y/o pol¨ªticas p¨²blicas, a partir de mesas de trabajo y co-creaci¨®n de alternativas. Sigue siendo un reto que las juventudes sean incluidas en espacios de toma de decisiones y logren ser no solo escuchadas sino tenidas en cuenta.
Una de las preocupaciones neur¨¢lgicas y centrales se relaciona con el acceso a una educaci¨®n de calidad para ni?os, ni?as, adolescentes y j¨®venes en Colombia. La calidad educativa es insuficiente para preparar a los estudiantes para un mundo en constante cambio, y existen barreras econ¨®micas y geogr¨¢ficas que limitan el acceso a la educaci¨®n superior. Los j¨®venes est¨¢n demandando tarifas de transporte diferenciales, descuentos en los ex¨¢menes de admisi¨®n y matr¨ªcula a costo de cero, que posibiliten la permanencia de las personas en el proceso educativo.
La salud no se puede quedar fuera del espectro de las demandas de los j¨®venes en Colombia, pues exigen mecanismos de control y seguimiento para solventar la atenci¨®n al momento de acudir a una entidad prestadora de salud (EPS, IPS) para que se garantice, se oriente y se brinde una valoraci¨®n de calidad pero sobre todo integral. Es necesario hacer un ¨¦nfasis en la garant¨ªa, promoci¨®n y pedagog¨ªa en torno a los derechos sexuales y reproductivos para las juventudes y en la educaci¨®n frente a los derechos de salud mental y los canales de atenci¨®n y acceso.
Sin duda la bandera de los j¨®venes colombianos ha sido la esperanza, el trabajo serio y riguroso dentro de un camino de paz, en donde creen en la posibilidad de gestar democracias mucho m¨¢s participativas y aterrizadas a sus realidades y contextos. Las juventudes han dejado entre estas l¨ªneas sus principales demandas y hacen un llamado para sus pr¨®ximos gobernantes, para sus l¨ªderes y lideresas, sus representantes, con la convicci¨®n en la certeza de otro futuro posible.
Paralelamente, los hechos violentos contra liderazgos pol¨ªticos, tanto a nivel nacional como regional, en Colombia han experimentado un preocupante aumento. Esta tendencia es alarmante y plantea serias cuestiones sobre la seguridad de quienes participan activamente en la vida pol¨ªtica del pa¨ªs.
En el caso de liderazgos nacionales, el n¨²mero de hechos violentos ha ido en constante aumento. En 2014 se registraron 103 casos, y en 2022 esta cifra se elev¨® a 204. Este aumento es indicativo de un entorno pol¨ªtico cada vez m¨¢s peligroso para los l¨ªderes nacionales.
La situaci¨®n a nivel regional tambi¨¦n es preocupante. En 2015 se contabilizaron 142 hechos violentos contra liderazgos pol¨ªticos en las diferentes regiones de Colombia. En 2023, esta cifra ha aumentado a 335. Esto sugiere que los l¨ªderes pol¨ªticos regionales enfrentan un riesgo considerable en el ejercicio de sus funciones.
A este contexto de violencia es importante sumarle la incidencia de la inteligencia artificial en las campa?as electorales y la necesidad inminente de tener una sociedad interesada por producir, consumir y reproducir contenidos verificados y veraces. La falta de verificaci¨®n de informaci¨®n subraya a¨²n m¨¢s la necesidad de abordar las demandas de las juventudes y trabajar en conjunto para construir un futuro m¨¢s seguro, inclusivo y democr¨¢tico para todos.
Es relevante destacar que, en medio de la era de la informaci¨®n y las redes sociales, solo el 19% de las personas verifica la informaci¨®n que comparte en l¨ªnea. Esto plantea un desaf¨ªo significativo en la lucha contra la desinformaci¨®n y la importancia de la educaci¨®n medi¨¢tica y la promoci¨®n de pr¨¢cticas de verificaci¨®n.
La participaci¨®n activa de la ciudadan¨ªa y en especial la de los j¨®venes es fundamental en la b¨²squeda de soluciones a estos desaf¨ªos que piden una transformaci¨®n estructural en nuestro pa¨ªs.
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