La fragmentaci¨®n de las disidencias de las FARC activa las alertas para la Amazonia colombiana

Los focos de la guerra no se extinguen en Colombia. Cuando todav¨ªa arde la regi¨®n fronteriza del Catatumbo, donde una violenta arremetida de la guerrilla del ELN deja decenas de muertos y casi 50.000 desplazados, la Defensor¨ªa del Pueblo ya ha emitido su primera alerta temprana de este convulso 2025, por la expansi¨®n de la confrontaci¨®n armada entre las disidencias encabezadas por alias Calarc¨¢ C¨®rdoba e Iv¨¢n Mordisco en las extensas regiones selv¨¢ticas de la Amazonia colombiana. Los riesgos para la poblaci¨®n civil son extremos e inminentes.

La semana pasada ya hab¨ªa ocurrido el primer aviso sangriento de ese recrudecido choque entre facciones disidentes de la extinta guerrilla de las FARC. En la vereda de Miravalle, en el municipio de Calamar, en el Guaviare, los enfrentamientos entre estructuras del llamado Bloque Amazonas, bajo el mando de Mordisco, y el Bloque Jorge Su¨¢rez Brice?o, bajo el mando de Calarc¨¢, dejaron al menos 16 muertos. Muchos de ellos eran apenas adolescentes de 14 o 16 a?os, lo que deja en evidencia las nuevas din¨¢micas de reclutamiento forzado. Mordisco, en particular, se ha ensa?ado con los pueblos ind¨ªgenas en repetidas ocasiones.

¡°Despu¨¦s de la divisi¨®n formal de Mordisco y Calarc¨¢, desde agosto del a?o pasado ya se ve¨ªan indicios de esto que ocurri¨® en enero. Desde movimientos de tropa en esa zona, de lado y lado, hasta acusaciones p¨²blicas entre ambos¡±, apunta Juanita V¨¦lez, de la Fundaci¨®n Core, que hace seguimiento al conflicto armado. ¡°Era previsible, las tensiones ya estaban muy altas, los intentos de entrada de Mordisco a zonas de Calarc¨¢ ya se conoc¨ªan y hay muchos temores de una escalada¡±, advierte.

Ese confuso enfrentamiento ¨Cque apunta a emboscada¨C qued¨® relativamente eclipsado por la crisis humanitaria en el lejano Catatumbo, que limita con Venezuela, pero tambi¨¦n gener¨® enormes preocupaciones. ¡°El Guaviare es tan estrat¨¦gico como el Catatumbo¡±, se?alaba Humberto de la Calle, el jefe negociador del Gobierno en los di¨¢logos que llevaron al acuerdo de paz de 2016, quien acaba de renunciar al Senado. En el departamento ¡°hay cultivos il¨ªcitos, miner¨ªa ilegal de oro y colt¨¢n, es la puerta de ingreso ileg¨ªtimo a la Amazon¨ªa con serias consecuencias de deforestaci¨®n y propicia tr¨¢ficos ilegales hacia Brasil y, por el sur, hacia el Pac¨ªfico¡±, destacaba en su diagn¨®stico. Las alarmas tambi¨¦n abarcan otros departamentos.

La reconfiguraci¨®n de estructuras, tensiones y confrontaciones armadas entre grupos disidentes liderados por alias Calarc¨¢ C¨®rdoba e Iv¨¢n Mordisco suponen riesgos extremos e inminentes para la poblaci¨®n civil, subraya la Alerta Temprana 001-25, del 22 de enero. La Defensor¨ªa detalla que este es el caso de zonas como Solano y Cartagena del Chair¨¢, en Caquet¨¢; Puerto Santander en Amazonas; Mesetas en el Meta; Puerto Legu¨ªzamo y Puerto Guzm¨¢n en Putumayo; y recientemente en Calamar, en Guaviare. ¡°Las disputas territoriales se concentran en corredores estrat¨¦gicos que conectan regiones selv¨¢ticas y fronterizas con Ecuador, Brasil y Per¨², utilizados para econom¨ªas il¨ªcitas como el narcotr¨¢fico y la miner¨ªa ilegal¡±, detalla. Entre las muchas afectaciones est¨¢ el reclutamiento forzado de ni?os, ni?as y adolescentes, particularmente ind¨ªgenas provenientes del suroccidente del pa¨ªs, el desplazamiento forzado y las amenazas contra todo tipo de l¨ªderes sociales y comunitarios.

Los interlocutores del Gobierno de Gustavo Petro en los distintos tableros de su pol¨ªtica de paz total se fragmentan cada d¨ªa m¨¢s, y el que era el mayor grupo de disidencias no es la excepci¨®n. El autodenominado Estado Mayor Central, bajo el mando entonces de Iv¨¢n Mordisco, se sent¨® a negociar en 2023, pero acab¨® por dividirse irremediablemente el a?o pasado. Ese di¨¢logo entr¨® en su en¨¦sima crisis despu¨¦s de una serie de acciones ofensivas del EMC que incluyeron atentados contra militares y comunidades ind¨ªgenas. El Gobierno confirm¨® en abril que ya no negocia con Mordisco, contra el que lanz¨® una ¡°ofensiva total¡± en el departamento del Cauca. El proceso, sin embargo, contin¨²a con los bloques que operan en otras regiones. Los hombres de Calarc¨¢ C¨®rdoba, que siguen en la mesa y con un cese al fuego bilateral vigente hasta abril, ahora se hacen llamar Estado Mayor de los Bloques y Frente (EMBF).

El encaje de las disidencias en la paz total ha sido desde el primer momento uno de los mayores desaf¨ªos de la pol¨ªtica bandera del Gobierno de Petro. En plural, pues varias estructuras se apartaron en distintos momentos de los di¨¢logos de La Habana. Los enfrentamientos entre facciones del fragmentado EMC amenazan tanto cualquier avance con los que siguen sentados en la mesa, a la que se le agota el ox¨ªgeno, como los fr¨¢giles logros en la lucha contra la deforestaci¨®n. El propio Calarc¨¢ ha se?alado que el tiempo no es suficiente para firmar un acuerdo de paz en el a?o y medio que le queda a este Gobierno.

Los bosques, en el fuego cruzado

Las 79.256 hect¨¢reas de bosques que se perdieron en 2023 son la cifra m¨¢s baja de los ¨²ltimos 23 a?os, desde cuando se llevan registros. El Gobierno ha concentrado sus esfuerzos en la regi¨®n amaz¨®nica, concretamente en los cuatro departamentos del llamado arco de deforestaci¨®n: Meta, Putumayo, Caquet¨¢ y Guaviare. Como suelen recordar los ambientalistas, de la conservaci¨®n de esos ecosistemas amaz¨®nicos depende, entre muchas otras cosas, la regulaci¨®n del clima y la oferta de agua en la zona andina de Colombia ¨Cy en la propia Bogot¨¢, sometida a racionamientos de agua¨C. Pero en esos cuatro departamentos operan tanto frentes que se mantienen en la mesa, como otros que se apartaron. El EMC era el actor armado dominante en el arco de deforestaci¨®n antes de fragmentarse. Y se anticipa desde ya que las cifras para 2024 van a mostrar un aumento notable.

Ese es otro punto en tensi¨®n, uno m¨¢s, entre los comandantes disidentes. Mientras Mordisco se ha mostrado m¨¢s flexible a permitir la tala y quema de bosques, Calarc¨¢ asegura que sus hombres protegen el ambiente. ¡°Hoy nosotros somos los primeros en estar reprochando la tala de bosques. Lo hemos dicho en tres fines de a?o, hemos dado la orientaci¨®n, pero muchos la han violado¡±, defend¨ªa en una extensa entrevista con El Espectador a finales del a?o pasado.