Rigoberta Mench¨²: ¡°Sectores del pasado han tomado el poder en Guatemala¡±
La premio Nobel de la Paz habla de los retos para el desarrollo y de la situaci¨®n en su pa¨ªs y en Centroam¨¦rica donde ve ¡°actitudes dictatoriales¡±
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Treinta a?os despu¨¦s de ganar el Premio Nobel de la Paz y cuando el mundo sufre los efectos de una nueva guerra en Europa y de la crisis clim¨¢tica, la defensora de los derechos humanos maya Rigoberta Mench¨² (Aldea Chimel, 63 a?os) no est¨¢ contenta con el mundo que su generaci¨®n le est¨¢ dejando a los j¨®venes; un mundo que, a su juicio, est¨¢ deshumanizado y en el que se han ¡°globalizado la violencia y la intolerancia¡± y se han priorizado los intereses particulares por encima del bien com¨²n.
¡°La pol¨ªtica econ¨®mica homog¨¦nea nos deja mucho da?o en la mente, pero tambi¨¦n mantiene las desigualdades. Yo no puedo hablar de desarrollo integral cuando veo las madres desnutridas. Vemos pobreza, vemos hambruna y actualmente estamos viendo masiva sequ¨ªa porque la sagrada agua se est¨¢ terminando por la depredaci¨®n¡±, dice Mench¨² en entrevista con EL PA?S en Nueva York, antes de participar en el evento ¡®Muchas Voces, una regi¨®n: Am¨¦rica Latina y el Caribe trabajando en agenda 2030 para el desarrollo sostenible¡¯, organizado por CAF-banco de desarrollo de Am¨¦rica Latina y del que fue gran protagonista. Hasta el presidente de Argentina, Alberto Fern¨¢ndez, quien particip¨® en otro de los paneles le mostr¨® su admiraci¨®n y pidi¨® un aplauso parra ella.
¡°La destrucci¨®n masiva la vamos a pagar. Lo vamos a pagar estas generaciones, pero las futuras generaciones tambi¨¦n¡±, advierte la premio Nobel. Para contrarrestar esta situaci¨®n, insta a buscar soluciones a trav¨¦s del di¨¢logo y el equilibrio que involucren a todos los sectores de la sociedad y pide no olvidar las pr¨¢cticas ancestrales. ¡°Muchos est¨¢n en contra de los pueblos ind¨ªgenas, pero gracias a los pueblos ind¨ªgenas existen bosques nubosos, existen los r¨ªos¡±, afirma. ¡°Son sitios sagrados porque producen ox¨ªgeno. Donde quiera que vayamos, vamos a encontrar un territorio ind¨ªgena mucho m¨¢s equilibrado que cualquier ciudad abrumada en el planeta¡±.
Mench¨² convers¨® con EL PA?S de la situaci¨®n en su regi¨®n, Centroam¨¦rica, donde dice ver ¡°actitudes dictatoriales¡±, pero prefiere evitar condenas concretas y en su pa¨ªs, Guatemala, donde denuncia el regreso de ¡°sectores del pasado¡± que han tomado las instituciones. Sin embargo, la activista mantiene sus esperanzas en la ¡°reacci¨®n de la gente¡± y su movilizaci¨®n para las elecciones del pr¨®ximo a?o.
Pregunta. La situaci¨®n no es muy esperanzadora en Guatemala: hemos visto ataques a la prensa y a los operadores independientes de justicia...
Respuesta. Para nadie es un secreto que realmente hay mucha corrupci¨®n. Hay un aglutinamiento de lo que se conoce en Guatemala como la asociaci¨®n de los corruptos que afecta al Estado en su totalidad, que afecta al sistema de justicia. Hemos visto salir afuera el ex procurador de Derechos Humanos. Los fiscales m¨¢s distinguidos o est¨¢n en la c¨¢rcel o est¨¢n fuera del pa¨ªs. Jueces, juezas, mujeres que han hecho una aportaci¨®n muy grande contra la impunidad: todos ellos han tenido que dejar el pa¨ªs o est¨¢n temerosos de ser agredidos. Este sistema tiende a usar los rasgos de la dictadura que existi¨® en el pasado, especialmente el plan contrainsurgente que eliminaba a cualquier opositor. Eso quiere decir que algunos sectores del pasado han vuelto a tomar el poder y contra ellos no podemos hacer nada si tienen el sistema judicial a su favor, si tienen el Congreso a su favor y si tienen el Ejecutivo en su favor. Es desolador para muchos defensores y especialmente aqu¨ª sabemos, por ejemplo, la situaci¨®n de Chepe Zamora, el periodista m¨¢s emblem¨¢tico de Guatemala, que ha criticado la corrupci¨®n, ha investigado las mafias corporativas. Eso es peligroso para nuestro pa¨ªs.
Tenemos incertidumbre para las pr¨®ximas elecciones. Hay 27 partidos que van a participar. La elecci¨®n est¨¢ cerca, pero todav¨ªa no sabemos qui¨¦nes de estos 27 legalmente van a quedar y qui¨¦nes van a ser eliminados por el propio tribunal. Y no digamos qu¨¦ candidato podr¨ªa ser id¨®neo si lo que se est¨¢ promoviendo incluso es la hija de uno de los dictadores m¨¢s conocidos de Guatemala como R¨ªos Montt. Y entendemos que el oficialismo del Estado est¨¢ en esa direcci¨®n. Entonces, necesitan eliminar opositores. Esto es lo m¨¢s grave de Guatemala que vemos ahora. ?D¨®nde est¨¢ la esperanza? Est¨¢ en la gente misma. Yo pienso que la poblaci¨®n est¨¢ apta para votar y que tiene que votar por lo que considera mejor para su pa¨ªs.
P. ?Hay condiciones para que se celebren elecciones limpias, pese todo esto que est¨¢ contando, y a eso que en Guatemala llaman el ¡°pacto de corruptos¡±?
R. S¨ª. Yo creo que el pacto de corruptos est¨¢ claro, est¨¢ evidente, est¨¢ investigado y todo el mundo lo reconoce. El tema es c¨®mo reacciona la gente y no s¨¦ c¨®mo va a reaccionar la gente porque los l¨ªderes est¨¢n temerosos, aunque es un momento de alianza. Espero que, en estos pocos meses, se concreten alianzas que pueda conducir mejor el pa¨ªs. Finalmente, yo creo que no hay otro camino que las elecciones. No tenemos otro camino m¨¢s que ampararnos al sistema de elecci¨®n popular y a las instituciones que hacen posible que esa elecci¨®n popular se realice, como el Tribunal Supremo Electoral y desde dentro de nuestros propios partidos.
Digo nuestros propios partidos porque la gente tambi¨¦n participa en los partidos pol¨ªticos y que dentro de esos partidos se pelee la buena participaci¨®n de las mujeres, la buena participaci¨®n de los j¨®venes y que se d¨¦ espacio a los l¨ªderes diversos y no solamente los mismos. Tenemos una mala pr¨¢ctica en Guatemala, que los dirigentes son los mismos y los mismos. Pienso que es muy importante ampliar el horizonte de participaci¨®n desde las asambleas de los partidos pol¨ªticos, a nivel municipal, a nivel departamental, distrital, a nivel nacional. O sea, tenemos el instrumento de partido pol¨ªtico para lograr una buena participaci¨®n, que no sea el dinero el que mide la elecci¨®n popular.
P. Usted habla mucho de la participaci¨®n de mujeres y de j¨®venes. Hemos visto en Chile y Colombia el surgimiento de Gobiernos m¨¢s diversos. ?Cree que es posible algo similar en Guatemala?
R. La verdad que es muy cerrado el ambiente guatemalteco. Nosotras, las mujeres mayas tenemos muy buenas opciones para la participaci¨®n municipal, la participaci¨®n al Congreso. Tenemos muchas mujeres capacitadas para dirigir los distintos espacios de administraci¨®n p¨²blica. Otra cosa es que realmente ganen por el voto ciudadano y yo espero que s¨ª, porque estamos haciendo el esfuerzo desde la plataforma Mujeres Ind¨ªgenas, que est¨¢ trabajando much¨ªsimo para apoyar y entusiasmar a las mujeres que se vayan a la elecci¨®n popular. Y tenemos muchas candidatas, pero depende del voto de la gente. Yo creo que no es solo por el machismo, sino por el miedo, porque la violencia contra las mujeres ha estado muy presente.
Siento que para las mujeres todav¨ªa es un camino bastante dif¨ªcil. Sin embargo es un proceso. Yo realmente veo la participaci¨®n mucho m¨¢s esperanzadora a las mujeres mayas que hace unos a?os atr¨¢s. Igual en Am¨¦rica Latina y en todas partes hay una presencia masiva de nuevas generaciones. Eso me alegra mucho.
P. En Centroam¨¦rica hemos visto los desmanes autoritarios de Bukele, que se va a presentar a la reelecci¨®n pese a que lo proh¨ªbe la Constituci¨®n. Tambi¨¦n vimos c¨®mo en Nicaragua en 2018 empez¨® esta represi¨®n tan brutal contra los opositores. ?Le preocupa la situaci¨®n en la regi¨®n?
R. Por supuesto que nos preocupa porque hay una lucha hist¨®rica que se ha hecho desde los pueblos ind¨ªgenas, desde las convicciones de respeto profundo al ser humano, a su opini¨®n, a su integralidad. Hay una lucha que se ha hecho porque no se quede el poder en pocas manos, si no que realmente se respete la voluntad global de la gente por la diversidad. Yo he trabajado mucho por la inclusi¨®n de aquellos que no est¨¢n de acuerdo. Est¨¢ bien, no se puede homogeneizar las ideas de una persona, solamente se puede criticar su actitud. Y nosotros no queremos actitudes racistas, dictatoriales, no queremos que se vuelva al pasado de los conflictos armados que dej¨® tantas muertes, desaparecidos... entonces nos preocupa todo eso. El tema es el espacio que tenemos para cambiar eso y yo realmente siento mucha frustraci¨®n porque, ?qu¨¦ podemos hacer? Nuestra preocupaci¨®n no va m¨¢s all¨¢ porque no tenemos los instrumentos para incidir.
Entonces deber¨ªa de haber un observador global que podamos encabezar ciudadanos con credibilidad, porque tambi¨¦n no solo es opinar, sino ver qui¨¦n est¨¢ hablando. Y si uno no ve esa parte, puede caer otra vez en la din¨¢mica del sensacionalismo, de la acusaci¨®n sin fundamento. Tiene que haber un cuerpo autorizado desde un punto de vista ¨¦tico para que pueda hacer una incidencia. Y bueno, no se ha podido hacer. Yo invit¨¦ varias veces a varias personalidades para que observ¨¢ramos nuestros propios procesos de democracia en Am¨¦rica Central.
P. Usted era cercana a Daniel Ortega. ?Ha podido hablar con ¨¦l en los ¨²ltimos a?os? ?Ha intentado un acercamiento en alg¨²n momento?
R. No, no, yo hace ya unos a?os que no voy a Nicaragua. Hay que decir que yo por muchas d¨¦cadas he sido simpatizante de la lucha nicarag¨¹ense, por qu¨¦ no. Yo nac¨ª en la izquierda e igual en El Salvador acompa?¨¦ mucho los procesos de paz, de lucha por una transformaci¨®n. Y en Guatemala mismo hemos hecho mucho esfuerzo para que no prospere s¨®lo una derecha fascista, una derecha racista, excluyente. Hemos luchado mucho contra eso. Entonces yo no me he movido mucho en Centroam¨¦rica porque la situaci¨®n es un caldo de cultivo. Hay muchas controversias y hay mucha inseguridad. Por eso es que realmente nuestras esferas como defensores de derechos humanos se limitan a lo que podemos hacer.
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