La misi¨®n que escanea la Amazonia con rayos l¨¢ser para saber cu¨¢nto carbono almacena
La NASA y la Universidad de Maryland recopilan desde la Estaci¨®n Espacial Internacional datos cruciales para el cumplimiento de los acuerdos de Par¨ªs y los mercados de carbono
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La Estaci¨®n Espacial Internacional, que orbita a 400 kil¨®metros de la Tierra, se asemeja a una comunidad de vecinos. Unos llegan, otros marchan. Y en el trasiego de mudanzas, cambio de experimentos o de inquilino, en ocasiones hay que almacenar enseres valios¨ªsimos en un dep¨®sito a la espera de una decisi¨®n. La NASA acaba de prorrogar la misi¨®n Gedi (pron¨²nciese Jedi, como el personaje de la Guerra de las Galaxias) que desde finales de abril est¨¢ operativo, tras un a?o de hibernaci¨®n, el potente instrumento que desde el espacio escanea con disparos de rayos l¨¢ser la Amazonia y el resto de los bosques tropicales y templados del planeta. Ahora mismo, la mayor selva del mundo almacena el 17% del stock mundial de carbono.
Esas mediciones permiten obtener mapas en tres dimensiones y, con esos datos, calcular la cantidad de di¨®xido de carbono que esos millones de ¨¢rboles almacenan. Esa es una informaci¨®n decisiva para analizar la salud de los bosques tropicales y, por tanto, para saber cu¨¢nto contribuyen a frenar el cambio clim¨¢tico mediante la absorci¨®n de CO2. Y, en los ¨²ltimos tiempos, para los cada vez m¨¢s populares mercados de compraventa de emisiones. Reflejo de ese creciente inter¨¦s, la misi¨®n acaba de ser prorrogada hasta 2030.
La misi¨®n de GEDI (Global Ecosystem Dynamics Investigation) recoge datos sobre la estructura y la altura de los bosques de la tierra y con ellos genera im¨¢genes en alt¨ªsima resoluci¨®n y en 3D. Obtiene la informaci¨®n mediante unos sensores con tres l¨¢ser que disparan sus rayos desde un brazo de la Estaci¨®n Espacial Internacional a velocidad endiablada (242 disparos por segundo). En el suelo, dejan un haz de 25 metros de di¨¢metro. ¡°GEDI es el primer sensor de tecnolog¨ªa l¨¢ser dise?ado espec¨ªficamente para penetrar a trav¨¦s de las copas de los ¨¢rboles y mostrar la estructura horizontal y vertical de los bosques¡±, explica el ingeniero forestal espa?ol Adri¨¢n Pascual Arranz, de la Universidad de Maryland, en una entrevista por videollamada. Este centro educativo dirige la misi¨®n GEDI junto con el Centro Goddard de Vuelos Espaciales de la NASA.
Ahora que el cambio clim¨¢tico es cada vez m¨¢s evidente ¡ªbasta ver a qu¨¦ velocidad se baten los r¨¦cord de calor y se suceden los fen¨®menos extremos¡ª aumenta el inter¨¦s en los datos de GEDI. El investigador principal del proyecto, el profesor Ralph Dubayah, de la Universidad de Maryland, explica por qu¨¦ en un correo electr¨®nico: ¡°Las estimaciones de la estructura forestal y la biomasa a partir del GEDI son fundamentales para el ¨¦xito de las pol¨ªticas ambientales globales, como el Balance Global del Acuerdo de Par¨ªs [la evaluaci¨®n del grado de cumplimiento de los acuerdos clim¨¢ticos], los MRV [el recuento de lo que cada uno emite y absorbe] y para la conservaci¨®n de la biodiversidad a escala global¡±.
Dubayah a?ade que, gracias a sus mediciones, los investigadores y el resto de los usuarios disponen de datos de lugares muy inaccesibles como la Amazonia, la Patagonia o los Andes. Son mediciones extremadamente precisas que hace no tanto resultaban imposibles.
Durante la videollamada, Matheus Nunes, ec¨®logo tropical brasile?o y tambi¨¦n investigador de GEDI, destaca que las mediciones son tan detalladas que permiten detectar incluso la extracci¨®n selectiva de las maderas m¨¢s preciadas, un delito m¨¢s discreto y por tanto m¨¢s dif¨ªcil de perseguir, pero que tambi¨¦n da?a los bosques.
La informaci¨®n sobre cu¨¢nto carbono almacena un bosque se perfila como especialmente valiosa ante la proliferaci¨®n de los mercados de carbono, que permiten a quien contamina en exceso compensarlo pagando a quien preserva m¨¢s. ¡°Lo digan o no, todos est¨¢n usando nuestros datos en los mercados de carbono¡±, recalca el ingeniero forestal.
Los 25.000 millones de mediciones realizadas desde que fue lanzado al espacio, a finales de 2018, est¨¢n al alcance de cualquiera. Y gratis, cortes¨ªa de los contribuyentes estadounidenses. ¡°El uso de los datos GEDI por parte de la comunidad cient¨ªfica y para aplicaciones operativas ha sido impresionante y ha empoderado a organizaciones e investigadores de todo el mundo¡±, sostiene el investigador principal de la misi¨®n.
?C¨®mo sacan la cuenta de cu¨¢nto carbono almacena un bosque? Los investigadores se fijan en esa huella de 25 metros de di¨¢metro que el l¨¢ser disparado desde una altura de 400 kil¨®metros deja en el suelo despu¨¦s de atravesar las copas y las hojas de los ¨¢rboles, estiman la altura del bosque y despu¨¦s calculan la biomasa y el carbono de ese c¨ªrculo ¡°utilizando modelos ya previamente calibrados entre mediciones de campo y observaciones GEDI¡±, explica Pascual. Gracias a esos modelos, saben que cada tonelada de biomasa forestal equivale a 0,47 toneladas de carbono almacenadas.
¡°Con la extensi¨®n de la misi¨®n, vamos a tener pr¨¢cticamente 10 a?os de datos¡±, afirma Pascual, que a?ade: ¡°Tambi¨¦n nos permite comparar zonas donde se han realizado actuaciones para incrementar el carbono de los bosques, como plantaciones, gesti¨®n forestal, prevenci¨®n de incendios, freno de miner¨ªa ilegal, con otras zonas donde no ha habido esas actuaciones¡±.
Desde hace unos a?os, cualquiera que toma un avi¨®n puede ver en su billete la huella de carbono, las emisiones de CO2 que genera su vuelo. Pero, ?cu¨¢nto es en comparaci¨®n con la capacidad de la selva de almacenarlo? El stock de carbono almacenado en una hect¨¢rea del bosque m¨¢s robusto y sano de Brasil ¡ªcomo el santuario de ¨¢rboles gigantes del estado de Par¨¢ con ejemplares que alcanzan los 80 metros¡ª equivale a los vuelos de 5.000 viajeros entre S?o Paulo y Brasilia en aerol¨ªneas comerciales. En jet privado, las cifras se disparan.
El frigor¨ªfico que dispara rayos l¨¢ser va escaneando el planeta siguiendo las ¨®rbitas de la Estaci¨®n Espacial Internacional, que se repiten cada tres d¨ªas. El resultado es un detallado mapa que muestra cu¨¢nto carbono se almacena en las distintas selvas y dentro de estas en las diversas zonas porque son tan gigantescas que las diferencias son enormes.
El bosque tropical m¨¢s extenso del planeta, la Amazonia, ocupa 5,3 millones de kil¨®metros cuadrados en Brasil y otros ocho pa¨ªses (Bolivia, Colombia, Ecuador, Guyana, Guyana Francesa, Per¨², Venezuela y Surinam). Es un territorio descomunal (como dos tercios de Estados Unidos) que abarca ¨¢reas de vegetaci¨®n bien robusta, con una biodiversidad y una capacidad de absorci¨®n de carbono realmente grande, y zonas que, por el avance de la tala ilegal, la miner¨ªa furtiva o los cultivos de soja, est¨¢n peladas, sin un solo ¨¢rbol, o d¨®nde la salud de la selva se ha deteriorado y con ella su capacidad de absorber gases de efecto invernadero. Durante las ¨²ltimas dos d¨¦cadas, el planeta ha perdido cada a?o unos 30.000 o 40.000 kil¨®metros cuadrados de bosque primario, seg¨²n Global Forest Watch.
El escaneo de la misi¨®n GEDI permite tambi¨¦n medir el efecto de fen¨®menos naturales, como los incendios, o el impacto del ser humano en ecosistemas forestales. Cuenta el investigador Pascual que sus datos ya son utilizados por el Banco Mundial o la FAO, en inventarios forestales o por empresas como Planet, del ramo geoespacial. ?l mismo recibe consultas frecuentes. Recientemente le escribi¨® la ONG Conservaci¨®n Amaz¨®nica, que quiere incluir los datos satelitales en sus informes sobre el efecto de la deforestaci¨®n y la miner¨ªa ilegal en ¨¢reas de Per¨² y Bolivia. La misi¨®n ofrece tutoriales para aprender a procesar y a usar sus datos.
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