Argentina discute si un atentado guerrillero ocurrido hace 46 a?os es un delito de lesa humanidad
Un tribunal de segunda instancia ordena reabrir la causa por el ataque de Montoneros a un comedor de la polic¨ªa Federal en julio de 1976
El 2 de julio de 1976, a menos de cuatro meses de producido el golpe militar contra Isabel Per¨®n, un malet¨ªn cargado de Trotyl vol¨® por los aires el comedor den la sede de Coordinaci¨®n Federal, la central de inteligencia de la polic¨ªa. La explosi¨®n mat¨® a 24 personas, entre oficiales, suboficiales y dos empleados, y dej¨® m¨¢s de 60 heridos. Detr¨¢s del atentado estaba Montoneros, el movimiento guerrillero de la extrema izquierda peronista, que hab¨ªa logrado infiltrar como polic¨ªa a un joven llamado Jos¨¦ Mar¨ªa Salgado. La dictadura no investig¨® judicialmente el ataque y prefiri¨® resolverlo a su manera: Salgado y la mayor parte del resto de los responsables, directos o indirectos, tuvieron muertes horrorosas en las salas de torturas del r¨¦gimen. La causa por el atentado lleg¨® a los tribunales reci¨¦n en 2006, impulsada por abogados de exrepresores, pero el delito se consider¨® prescripto. 46 a?os despu¨¦s, esos mismos abogados lograron que se reabra la investigaci¨®n.
La C¨¢mara Federal de la ciudad de Buenos Aires orden¨® el jueves a la jueza Mar¨ªa Servini de Cubr¨ªa que vuelva a investigar aquello que declar¨® asunto cerrado en 2006. Ha sido un ¨¦xito judicial sin precedentes para los grupos que consideran sesgado el enfoque oficial hacia las violaciones a los derechos humanos cometidos durante la dictadura (1976-1983). En la actualidad hay 764 militares presos por delitos de lesa humanidad, de las cuales 579 cumplen con arresto domiciliario, seg¨²n datos de la Procuradur¨ªa. Ninguno de los detenidos es guerrillero, porque su acciones no entran en la categor¨ªa de ¡°lesa humanidad¡± y por lo tanto prescriben. La C¨¢mara ha puesto ahora en duda ese principio.
Los jueces consideraron que en el atentado al comedor de la Polic¨ªa Federal ¡°los objetivos no fueron militares, sino poblaci¨®n civil¡± (tres de los muertos no eran polic¨ªas) y que por eso no debe descartarse que se lo considere un ¡°grave atentado¡±, categor¨ªa asimilable a los delitos de lesa humanidad. Servini de Cubr¨ªa deber¨¢ ahora analizar el caso desde este nuevo encuadre judicia y hasta si corresponde iniciar un juicio por la verdad. Los camaristas consideraron adem¨¢s que la jueza no tom¨® suficientemente en cuenta ¡°el planteo sobre el posible apoyo de Estados y organizaciones extranjeras que tuvieron las personas implicadas¡±.
Detr¨¢s de los cuestionamientos a Servini de Cubr¨ªa, la misma jueza argentina que investiga a distancia los cr¨ªmenes del franquismo en Espa?a (con base en el principio de universalidad para los delitos de lesa humanidad) hay dos organizaciones cercanas a los militares - la Asociaci¨®n de Abogados por la Justicia y la Concordia y la Asociaci¨®n Defensores de Derechos Humanos de Latinoam¨¦rica ¨C ,un represor condenado - Eduardo Emilio Kalinec ¨C, y la familia de una v¨ªctima.
El fallo reactiv¨® en Argentina el debate alrededor de la teor¨ªa de ¡°los dos demonios¡±. Seg¨²n esta lectura, el terrorismo de Estado fue la respuesta a otro terrorismo, el de los movimientos guerrilleros de extrema izquierda. El terrorismo de Estado ser¨ªa, bajo esa lectura, solo excesos achacables a personas particulares.
El l¨ªder de Montoneros, Mario Firmenich, est¨¢ entre los acusados por el atentado al comedor de la polic¨ªa. Firmenich fue condenado por diversos delitos con el regreso a la democracia, en 1983, y luego indultado por el presidente Carlos Menem en 1991, junto a otros jefes guerrilleros y los jerarcas de la dictadura. En 2003, el Gobierno de N¨¦stor Kirchner anul¨® las denominadas ¡°leyes del perd¨®n¡± que hab¨ªan dejado libres de culpa y caro a los cuadros medios y bajos de la dictadura. Se reactivaron entonces decenas de causas contra los represores. Cuatro a?os despu¨¦s, la Corte Suprema anul¨® los indultos de Menem a los jerarcas de dictadura. Los juicios se concentraron en los militares, pero no alcanzaron a los guerrilleros, cuyos delistos estaban prescriptos.
El Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), desde donde se motorizan buena parte de los juicios contra los represores, critic¨® con dureza el fallo de la C¨¢mara de Buenos Aires. ¡°Los hechos ocurridos en el comedor de la Superintendencia de Seguridad Federal fueron declarados prescriptos y esa decisi¨®n est¨¢ firme¡±, advirti¨® la organizaci¨®n en un comunicado. ¡°Lo que hacen es reinstalar la idea de que las muertes provocadas por las organizaciones de la ¨¦poca son equiparables a delitos de lesa humanidad. Las resoluciones del poder judicial no ocurren en el vac¨ªo ni son inocuas. Hoy estamos viendo el crecimiento de sectores pol¨ªticos de ultraderecha que reivindican el accionar del Estado argentino durante los a?os 70¡å, dijeron.
En la lista de los acusados por el atentado est¨¢ Horacio Verbitsky, un periodista que fue presidente del CELS hasta el a?o pasado. El centro consider¨® que no solo la prescripci¨®n debe ser tenida en cuenta en este caso. ¡°La acci¨®n de Montoneros podr¨ªa haber sido investigada en su momento por la justicia penal¡±, dijeron. ¡°Pero eso no fue as¨ª porque el Estado, en lugar de este camino, eligi¨® un m¨¦todo clandestino de represi¨®n y exterminio, cuyas consecuencias todos conocemos¡±.
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