Descendientes de v¨ªctimas de nazis y de dictaduras latinoamericanas se re¨²nen con familiares de perpetradores
¡°Hay comprensi¨®n de los dos dolores, del de las v¨ªctimas con familiares asesinados y la del dolor de decir ¡®mi pap¨¢ es un criminal¡±, se?ala el argentino H¨¦ctor Shalom, promotor del encuentro celebrado en Berl¨ªn
A principios de 1942, un grupo de jerarcas nazis se reuni¨® en una mansi¨®n de Wannsee, en Berl¨ªn, para planificar el asesinato sistem¨¢tico de jud¨ªos, la llamada ¡°Soluci¨®n final¡±. Ochenta a?os despu¨¦s, se encuentran all¨ª este jueves familiares de v¨ªctimas del nazismo y del terrorismo de Estado en Latinoam¨¦rica con descendientes de condenados por delitos de lesa humanidad que repudian el accionar de sus familiares. Juntos buscan sumar voces contra el negacionismo y fortalecer la memoria para que esos cr¨ªmenes no se repitan nunca m¨¢s.
¡°La responsabilidad por la memoria no es s¨®lo de las v¨ªctimas, es de todos¡±, dice por tel¨¦fono H¨¦ctor Shalom, director del Centro Ana Frank de Buenos Aires y organizador del encuentro Sumando Voces. Quienes sobrevivieron al horror no tardaron en agruparse para poder compartir lo vivido, al igual que los seres queridos de aquellos que fueron asesinados o desaparecidos. Pero el repudio social se ha ido nutriendo con el paso de las d¨¦cadas de otros actores, entre ellos algunos impensados, como familiares de secuestradores, torturadores y asesinos de estos reg¨ªmenes.
Su uni¨®n pretende combatir los discursos de odio y el auge de ideolog¨ªas de ultraderecha tanto en Europa como en Am¨¦rica Latina que minimizan el terrorismo de Estado. ¡°Parece que estos cr¨ªmenes quedaron en el pasado, pero es una disputa que hay que seguir dando porque en medio de la crisis los discursos fascistas est¨¢n recuperando fuerzas¡±, advierte Victoria Montenegro, legisladora de Buenos Aires y nieta recuperada por Abuelas de Plaza de Mayo.
En 1976, Montenegro era una beb¨¦ de apenas dos semanas cuando fue secuestrada junto a su padre Roque Orlando Montenegro y su madre Hilda Ramona Torres durante un operativo militar en la periferia sur de la capital argentina. Roque fue v¨ªctima de uno de los vuelos de la muerte que us¨® la dictadura para deshacerse de los cuerpos de los secuestrados, Hilda sigue desaparecida, pero su hija vivi¨® los primeros 24 a?os de su vida sin conocer su verdadera identidad. Crey¨® que sus apropiadores, el coronel Hern¨¢n Antonio Tetzlaff y su esposa Mar¨ªa del Carmen Eduartes, eran sus verdaderos padres, hasta que un test de ADN le revel¨® la verdad: era uno de los cerca de 500 nietos buscados por las Abuelas de Plaza de Mayo.
A Montenegro le llev¨® a?os asumir su verdadera identidad, en un proceso que califica como ¡°largo y dif¨ªcil¡±, y respalda la aparici¨®n de familiares de perpetradores como ¡°una nueva voz que se suma a la lucha de los derechos humanos¡±. ¡°Son hijos, sobrinos, que deciden separarse de la historia familiar y construir una propia, muy lejos de los cr¨ªmenes perpetrados por sus familiares¡±, asegura.
Entre las primeras en dar ese paso en Argentina estuvieron Mariana Dopazo, quien hoy se define como exhija del torturador fallecido Miguel Etchecolatz y Anal¨ªa Kalinec, hija del excomisario Eduardo Kalinec, quien decidi¨® mantener el apellido. Rompieron p¨²blicamente con sus familiares en mitad de la conmoci¨®n que gener¨® en Argentina el beneficio carcelario concedido por la Corte Suprema a condenados por delitos de lesa humanidad en 2017. La movilizaci¨®n multitudinaria de la sociedad argentina en rechazo al fallo del 2x1, que abr¨ªa la puerta a la excarcelaci¨®n de muchos represores, incluy¨® la presencia de Dopazo, Kalinec y otros familiares de condenados agrupados en el colectivo Historias desobedientes.
¡°El v¨ªnculo de cari?o y de lealtad familiar no nos exime de repudiar estos cr¨ªmenes y de trabajar para que nunca m¨¢s se cometan¡±, se?ala Kalinec. ¡°Las familias son el n¨²cleo duro donde se reproducen las l¨®gicas del negacionismo y de los discursos de odio. Es importante poder entrar en ese coraz¨®n de las familias¡±, contin¨²a esta psic¨®loga y docente, que se enfrenta a una demanda judicial iniciada por su padre para desheredarla.
¡°Un encuentro hist¨®rico¡±
La aparici¨®n de Historias desobedientes en Argentina atrajo la atenci¨®n en otros pa¨ªses y de a poco comenzaron a sumarse voces m¨¢s all¨¢ de sus fronteras, ahora tambi¨¦n invitadas a la cita de Berl¨ªn. ¡°Es un encuentro hist¨®rico. Si uno reflexiona sobre lo que significa se da cuenta del car¨¢cter universal que tiene esta experiencia¡±, asegura la chilena Ver¨®nica Estay, sobrina de Miguel el Fanta Estay, colaborador del r¨¦gimen de Augusto Pinochet despu¨¦s de traicionar a sus excompa?eros de las juventudes comunistas.
Estay asegura que los cr¨ªmenes perpetrados por su t¨ªo ¡ªcomo el que le cost¨® la vida a tres comunistas en el conocido como caso Degollados, en 1985¡ª nunca fueron una sorpresa para ella porque los conoci¨® por boca de sus padres, que estaban en contra de la dictadura de Pinochet. Sin embargo, los v¨ªnculos familiares se tensionaron cuando empez¨® a poner el cuerpo para repudiar en p¨²blico lo ocurrido. ¡°Es un tema del que no se habla puertas afuera. Ning¨²n miembro de la familia quiso participar en reportajes ni dar testimonios y causa problemas que yo me exprese¡±, se?ala Estay.
¡°En Chile el proceso de memoria dista mucho del de Argentina. Pinochet muri¨® libre y [el dictador argentino Jorge Rafael] Videla en prisi¨®n. Quiz¨¢s ahora con la nueva Constituci¨®n y el despertar tras la revuelta se empiece a avanzar, pero la cantidad de personas condenadas es muy peque?a considerando todos los que participaron en la represi¨®n y la responsabilidad llega a altos rangos a los que no se toca¡±, se?ala Estay. Subraya la importancia de que en ese contexto naciese tambi¨¦n en Chile el colectivo de Historias desobedientes, que ahora preside. ¡°La desobediencia es una especie de medidor social. En Argentina hay m¨¢s de 50 familiares, en Chile 10, en Brasil s¨®lo tres o cuatro¡±, resume.
Estay cree tambi¨¦n que no es casual que la mayor¨ªa de las integrantes sean mujeres y lo asocia a que la irrupci¨®n de este nuevo actor se ha dado a la par que la nueva ola feminista en Am¨¦rica Latina. ¡°El feminismo est¨¢ basado en la idea de que lo personal es pol¨ªtico. Como con el aborto y los abusos, est¨¢ la necesidad de hacer p¨²blicos secretos familiares y en este caso es tambi¨¦n un secreto de Estado. Creo que por ah¨ª hay una conexi¨®n muy estrecha¡±, opina.
Lazos con Espa?a
Al tejer v¨ªnculos, los familiares de represores han llegado hasta el otro lado del Atl¨¢ntico. Despu¨¦s del encuentro de Berl¨ªn, Kalinec viajar¨¢ a Barcelona para presentar el libro Nosotrxs, historias desobedientes junto a Estay y Loreto Urraca, nieta del polic¨ªa franquista Pedro Urraca, el hombre que detuvo a Llu¨ªs Companys. Loreto cuenta que estableci¨® contacto con los integrantes de Historias desobedientes a trav¨¦s de un argentino que reside en Espa?a. ¡°Descubr¨ª que ten¨ªa hermanos al otro lado del charco y fue muy reconfortante saber que no estoy sola¡±, asegura. Loreto cuenta que no se enter¨® de la historia de su abuelo por boca de su familia sino a trav¨¦s de un art¨ªculo de EL PA?S y a partir de all¨ª comenz¨® una b¨²squeda en la que encontr¨® que su abuelo paterno ¡°no solo persegu¨ªa a los exiliados republicanos, sino tambi¨¦n a jud¨ªos y resistentes franceses¡±. El objetivo de la presentaci¨®n, que se realizar¨¢ tambi¨¦n en Valencia, es encontrar otros familiares desobedientes.
¡°Descubr¨ª la historia del exilio espa?ol, una historia que se nos hab¨ªa ocultado durante a?os y el aspecto internacional de esa colaboraci¨®n a tres bandas entre las polic¨ªas espa?ola, francesa y nazi, apenas se hab¨ªa estudiado. Decid¨ª que hab¨ªa que divulgarlo, porque es muy injusto que no se haya recuperado la memoria de todos aquellos que lo perdieron todo por ser dem¨®cratas y tener que huir de una muerte segura a manos del fascismo¡±, agrega la autora de Entre hienas: retrato de familia sobre fondo en guerra.
Aunque no participa del encuentro de Berl¨ªn, Loreto apoya ese encuentro de m¨²ltiples voces unidas en el camino de la memoria y el homenaje a las v¨ªctimas. Shalom destaca que uno de los hechos relevantes del encuentro es compartir la mirada desde lugares muy distintos. ¡°Hay comprensi¨®n de los dos dolores, del de las v¨ªctimas con familiares asesinados, desaparecidos y la del dolor de decir ¡°mi pap¨¢ es un criminal, mi abuelo es un asesino y muri¨® sin castigo ni condena. Eso supone tristeza, verg¨¹enza y dolor, pero es una sensaci¨®n de dignidad la de no cargar con el peso del silencio¡±, concluye.
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