Elecciones en Argentina: la fuerza de la ret¨®rica antisistema en las redes
El triunfo y crecimiento en la popularidad de La Libertad Avanza de Javier Milei sorprendi¨®, invocando comparaciones inmediatas con Donald Trump y Jair Bolsonaro, y gener¨® preguntas sobre qu¨¦ paso en el ambiente digital
Las elecciones de candidaturas de extrema derecha en Estados Unidos y Brasil dejaron una lecci¨®n innegable: la pol¨ªtica contempor¨¢nea se disputa, en gran medida, en el campo de las redes sociales, donde la desinformaci¨®n juega un papel crucial. Las redes cumplen un rol cada vez m¨¢s importante en la forma en que las personas, particularmente las j¨®venes, se relacionan con la pol¨ªtica. Aun as¨ª, otras elecciones est¨¢n evidenciando que la ret¨®rica antisistema gana tracci¨®n especifica en el ambiente digital y tambi¨¦n impacta fuertemente en los procesos electorales, sumando complejidad a la b¨²squeda de soluciones.
Las elecciones primarias del domingo 13 de agosto en Argentina, en las que se desorden¨® la l¨®gica cuasi bipartidista que hab¨ªan logrado conformar Juntos por el Cambio y Uni¨®n por la Patria, son un reflejo de esta tendencia. El triunfo y crecimiento en la popularidad de La Libertad Avanza de Javier Milei sorprendi¨®, invocando comparaciones inmediatas con Donald Trump y Jair Bolsonaro, y gener¨® preguntas sobre qu¨¦ paso en el ambiente digital.
Un estudio de la iniciativa Contextual, que analiza cualitativamente la circulaci¨®n de fake news en estas elecciones, sugiere que las narrativas que cuestionan ciertos derechos conquistados, como el derecho a la interrupci¨®n voluntaria del embarazo, los acuerdos democr¨¢ticos de memoria y reparaci¨®n asociados a la ¨²ltima dictadura militar, y los derechos asociados a la educaci¨®n, producci¨®n y acceso a informaci¨®n cient¨ªfica, han logrado un impacto m¨¢s significativo que las mentiras en s¨ª. Ellas provocan un alcance org¨¢nico y no necesariamente manipulado a gran escala, generando una red de seguidores y multiplicadores de esas ideas.
Otro indicador de la adhesi¨®n al discurso de Milei se observa en la publicidad pol¨ªtica online. Una investigaci¨®n de Civic Compass analiz¨® m¨¢s de 17.000 anuncios, incluyendo textos, im¨¢genes y v¨ªdeos presentes en todas las plataformas pertenecientes a Google, y constat¨® que Javier Milei, a trav¨¦s de su cuenta verificada, no pag¨® ni uno de ellos. Adicionalmente, el estudio no encontr¨® que la cuenta oficial del partido La Libertad Avanza haya pagado anuncios en esta plataforma, a diferencia de todos sus adversarios, quienes superaron los 800.000 d¨®lares a trav¨¦s de diferentes cuentas vinculadas con los dos principales partidos pol¨ªticos.
Sin embargo, no por ello su presencia en redes fue d¨¦bil: sus seguidores y colaboradores se encargaron de que estuviese presente en las publicidades de plataformas como Facebook e Instagram, y tambi¨¦n de manera org¨¢nica. El an¨¢lisis encontr¨® miles de anuncios asociados al candidato libertario pagadas por particulares, candidaturas municipales, medios de comunicaci¨®n e individuos afines ideol¨®gicamente a Milei, un posible indicador de la adhesi¨®n a sus ideas. Sus seguidores suelen ser usuarios intensivos en redes que generan contenido espont¨¢neo de manera permanente, creando as¨ª una red descentralizada de amplificadores de su discurso.
?Qu¨¦ retos genera esto? Podemos mencionar, al menos, tres evidentes. El primero, la movilizaci¨®n en las redes sociales vinculada a grupos de seguidores de personalidades anti-establishment trastoca c¨®mo se vincula la ciudadan¨ªa con la pol¨ªtica. La pol¨ªtica llega a la gente no solo en formato de noticias, sino principalmente como un comentario, una reacci¨®n o en modo debate como mostr¨® la investigaci¨®n Juventudes y Democracia de Luminate. Estos formatos limitan la discusi¨®n p¨²blica a la din¨¢mica de la polarizaci¨®n y el efecto burbuja.
Al fragmentarse y descentralizarse la comunicaci¨®n, las redes se vuelven un lugar cada vez m¨¢s dif¨ªcil para la construcci¨®n de un espacio p¨²blico plural y diverso. El gran desaf¨ªo que se presenta para las democracias es c¨®mo lograr un ambiente donde la libertad de expresi¨®n se preserve mientras se asegura un debate p¨²blico menos divisivo y hostil.
El segundo reto se vincula con la regulaci¨®n de las campa?as digitales. No es suficiente c¨®mo hoy se monitorean y documentan los mensajes que circulan en apoyo a candidaturas, y menos a¨²n, c¨®mo se traducen en un control transparente de los aportes privados a las campa?as. Esta opacidad, mediada por algoritmos y productos electorales que proveen las plataformas digitales para el monitoreo, demanda transparencia e innovaci¨®n para auditarlo. Una mejora de la regulaci¨®n y en las pr¨¢cticas de las campa?as deber¨ªa integrarlos para poder hacer un efectivo seguimiento del financiamiento p¨²blico y privado.
Por ¨²ltimo, y no menos importante, es la necesidad urgente de que las instituciones pol¨ªticas presenten respuestas a las necesidades de la gente. Las campa?as polarizadas, personalistas o conducidas por polarizaci¨®n afectiva, es decir, por odios o rechazos, trastocan uno de los pilares de la democracia representativa: la discusi¨®n program¨¢tica. Esta polarizaci¨®n plantea un desaf¨ªo para la democracia, ya que ¨¦sta requiere negociaciones y compromisos entre diferentes actores pol¨ªticos para legitimar los resultados. Es preciso escuchar lo que el electorado tiene para decir cuando acepta, disemina y naturaliza ideas que apuntan a cuestionar derechos sociales ganados.
Los partidos pol¨ªticos, la sociedad civil y los medios de comunicaci¨®n tienen la urgente tarea de reflexionar cr¨ªticamente sobre sus errores y aciertos, repensar sus roles, y prepararse para enfrentar los cambios que est¨¢n reorganizando el sistema pol¨ªtico. En la v¨ªspera de los 40 a?os de democracia en Argentina, estas elecciones son una oportunidad para reafirmar el compromiso con los principios de derechos humanos y con las pol¨ªticas p¨²blicas que promueven mejores condiciones de vida para todas las personas, incluso dentro del entorno digital.
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