Dioniso: la modernidad del dios de la m¨¢scara
El misterio de Dioniso se encierra en las ¡®Bacantes¡¯, el drama m¨¢s enigm¨¢tico y pol¨¦mico de la Antig¨¹edad. Una nueva traducci¨®n arroja otra luz sobre el mito
Dioniso tiene muchos nombres, como ya nos advert¨ªa Cicer¨®n. Y no solo en advocaciones como Baco o Bromio, desde la Antig¨¹edad, sino en las pulsiones de lo dionisiaco o el Ello, desveladas por Nietzsche o Freud, cuyas cenizas no en vano reposan en un ¨¢nfora dionisiaca. Es claro que el extra?o dios retratado por Eur¨ªpides en Bacantes ¡ªtragedia fundamental para su estudio¡ª es mucho m¨¢s que el dios del vino y la locura: extranjero, andr¨®gino, enmascarado, h¨ªbrido e irracional, encarna a la par, y no casualmente, lo metaf¨ªsico y lo teatral. No es extra?o que Dioniso sea la divinidad cl¨¢sica m¨¢s querida por la modernidad: desde el fin de si¨¨cle europeo, cada generaci¨®n, desde las guerras mundiales a la contracultura de los sesenta, ha tenido a su Dioniso: de D. H. Lawrence a Jim Morrison, del Mayo Franc¨¦s a las performances de Jan Fabre. Su figura nos acompa?a a cada paso en el descubrimiento de la otredad: es ¡°el dios venidero¡±, en expresi¨®n de H?lderlin ¡ª usada por el fil¨®logo Walter Otto (1933) o el fil¨®sofo Manfred Frank (1982)¡ª, o ¡°el dios diferente¡±, como titulaba un volumen colectivo la historiadora de las religiones Renate Schlesier.
El misterio de Dioniso se encierra en las Bacantes, el drama m¨¢s enigm¨¢tico y pol¨¦mico de la Antig¨¹edad. Curiosamente, el ¨²nico conservado sobre este dios en el g¨¦nero dionisiaco por excelencia. Tras su primera edici¨®n moderna en la Venecia renacentista, su traducci¨®n a las lenguas europeas y su recepci¨®n fueron tard¨ªas, pero penetr¨® con fuerza en el imaginario europeo del siglo XIX, con la pasi¨®n dionisiaca de rom¨¢nticos e idealistas alemanes. H?lderlin y Goethe tradujeron sus versos, Schelling teoriz¨® sobre el Dioniso-Cristo y su faceta m¨ªstica y de ¡°dios de las mujeres¡± fascin¨® a Bachofen, con el trasfondo del matriarcado. Esa pasi¨®n desemboca en el cambio de paradigma nietzscheano-freudiano que revitaliza todo lo dionisiaco e irracional, cuando las Bacantes empiezan a ejercer su fascinaci¨®n sobre las artes europeas. Es la pieza griega m¨¢s versionada del siglo XX: desde la ¨®pera (Kr¨®l Roger, de Szymanowski, o Die Bassariden, de Henze y Auden) a la performance. Al Dioniso de Eur¨ªpides se le acredita la fusi¨®n con el p¨²blico, la ruptura de la cuarta pared, como en Dionysus in ¡¯69, de Richard Schechner, filmado por Brian de Palma.
Las Bacantes es una tragedia ¨²nica y a¨²n sobrecoge al espectador la in¨²til resistencia de Penteo, el tyrannos racionalista, a la difusi¨®n del culto salvaje y vital de Dioniso en su ciudad y entre sus mujeres, incluida su propia madre, ?gave. Las escenas clave sobre la locura sombr¨ªa, el travestimiento y cruce de g¨¦neros, el despedazamiento ritual y la entrada de ?gave con la cabeza de su hijo en una pica resultaron fundamentales en el cambio de paradigma est¨¦tico, ¨¦tico y pol¨ªtico de la modernidad. La obra marca la experiencia teatral moderna desde la remitificaci¨®n yoruba de Wole Soyinka a las versiones n¨®rdicas de Ingmar Bergman o la controvertida Mount Olympus, de Fabre. Se ha representado a ritmo de samba, como en el Teatro Oficina de S?o Paulo, y con el fondo flamenco de Salvador T¨¢vora, entre otras versiones de polif¨®nica posmodernidad: un muy interesante Penteo de Lourdes Ortiz (1983), entre folklore comparatista y movida madrile?a, una pieza de danza-teatro como A Mouthful of Birds (1986), un musical heavy metal en Broadway (The Rockae) o la impactante producci¨®n del Teatro Nacional de Escocia con un coro soul (2007).
Por ello es fundamental regresar peri¨®dicamente al magistral y a veces oscuro texto de Eur¨ªpides, para examinarlo, aclararlo, repensarlo y actualizarlo. Y eso es precisamente lo que hace la fil¨®loga Sara Mac¨ªas Otero en una excelente traducci¨®n y amplio comentario, con pr¨®logo de Alberto Bernab¨¦, reci¨¦n publicada en Abada. Estas nuevas Bacantes en castellano nos permiten leer una traducci¨®n moderna y ¨¢gil, frente al texto original, y con abundantes notas explicativas y un comentario sobre el Dioniso teatral y su significaci¨®n en la Antig¨¹edad. La aportaci¨®n m¨¢s importante del comentario me parece el estudio de la polaridad tr¨¢gica entre Penteo y Dioniso ¡ªhombre frente a divinidad, racionalidad frente a naturaleza¡ª y las notas sobre la potencia po¨¦tica y religiosa de la epifan¨ªa del dios. Un libro, en fin, muy relevante para la actualidad de Dioniso, en una nueva traducci¨®n que acrece el n¨²mero de estupendas versiones castellanas ¡ªcomo las de Carlos Garc¨ªa Gual, Mikel Labiano o Juan I. Gonz¨¢lez Merino¡ª dando fe del enorme inter¨¦s que suscita el dios y su tragedia entre nosotros. Se suma tambi¨¦n a una serie de libros recientes que actualizan su figura y que demuestran el excelente estado del dionisismo hisp¨¢nico: la historiograf¨ªa de las interpretaciones de Dioniso de Diego Mari?o (Injertando a Dioniso, Siglo XXI, 2014), el estudio de Gonz¨¢lez Merino sobre las fuentes cl¨¢sicas entre lo carnavalesco y lo sacrificial (Dioniso, Universidad de C¨®rdoba, 2010), el an¨¢lisis de la arquitectura y experiencia teatral de la Grecia antigua como intersecci¨®n de naturaleza y cultura por Juan A. Roche (Del monte de Apolo a la vid de Dioniso, Anthropos, 2017), entre otras publicaciones. Dioniso, en suma, est¨¢ m¨¢s vivo que nunca. Como nos recuerda este nuevo Eur¨ªpides en castellano, el ¡°dios venidero¡± se manifiesta continuamente con un peligro delicioso para nuestras vidas, entre arrebato sublime y divina embriaguez: ¡°Id, bacantes, id, bacantes, a Bromio, dios hijo de un dios, a Dioniso tra¨¦is desde los montes frigios hasta las anchas calles de Grecia, a Bromio¡±.
'Bacantes'
Edici¨®n de Sara Mac¨ªas Otero.
Abada, 2021.
432 p¨¢ginas. 27 euros.
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