Mujeres en llamas
Los estrenos de ¡®The World to Come¡¯ y ¡®Ammonite¡¯ insisten en el inter¨¦s actual por las historias l¨¦sbicas ambientadas en tiempos remotos
Empieza a haber tantos que, pasada la euforia que provoc¨® su aparici¨®n, cuesta no desconfiar de las razones que explican su abundancia. Desde hace un lustro, un subg¨¦nero tan inesperado como el drama l¨¦sbico de ¨¦poca invade nuestras pantallas. Dos pel¨ªculas se acaban de sumar a la lista: The World to Come, w¨¦stern sobre el amor secreto entre dos granjeras del siglo XIX que se estren¨® ayer en streaming, y Ammonite, el romance prohibido entre una paleont¨®loga y una dama de la alta sociedad en la Inglaterra de 1840, disponible en VOD desde hace algunas semanas. Al margen de su ambientaci¨®n hist¨®rica y de la homosexualidad de sus protagonistas, las dos tienen en com¨²n que no son productos de nicho. La primera llega impulsada por Sony, que tras presentarla en la Mostra de Venecia trat¨® de convertirla (sin ¨¦xito) en un veh¨ªculo oscarizable. La segunda, protagonizada por dos estrellas como Kate Winslet y Saoirse Ronan, tampoco tiene vocaci¨®n minoritaria.
Ambas llegan tras una tanda de t¨ªtulos parecidos que, en algunos casos, aunaron buenas cr¨ªticas, relevancia cultural y una recaudaci¨®n aceptable, entre los que estaban Retrato de una mujer en llamas, de C¨¦line Sciamma; La favorita, de Yorgos Lanthimos; el biopic de la escritora francesa Colette, con Keira Knightley; la serie Gentleman Jack, inspirada en la vida de Anne Lister, terrateniente brit¨¢nica considerada hoy ¡°la primera lesbiana moderna¡±, o incluso Elisa y Marcela, de Isabel Coixet, de la que Netflix, oli¨¦ndose el inter¨¦s que asomaba por este tipo de historias, compr¨® los derechos mundiales. Pero la primera de todas fue Carol, la adaptaci¨®n que hizo Todd Haynes del libro El precio de la sal, de Patricia Highsmith, que se convirti¨® en objeto de culto, multiplic¨® su presupuesto por cuatro en la taquilla y logr¨® seis nominaciones al Oscar (que detr¨¢s estuviera Harvey Weinstein es la ¨²nica parte inc¨®moda de la historia). Lo l¨¦sbico ya no espantaba al gran p¨²blico. Ahora ya ni siquiera le incomodaba.
El cine de inclinaci¨®n hollywoodiense siempre es una suma de cantidades conocidas, de ¨¦xitos pasados que los departamentos de marketing armonizan de formas ligeramente distintas, lo que puede explicar esta sobreabundancia de historias s¨¢ficas situadas en un pasado lejano. El oportunismo de la operaci¨®n es evidente en un tiempo en el que el espacio mainstream ¡ªpor lo menos, el del mundo angl¨®fono¡ª ya no puede permitirse quedar al margen de la cultura woke y de las pol¨ªticas de la identidad. Como sucede a menudo en la cultura estadounidense, las leyes del mercado abren nuevos espacios de representaci¨®n, lo que tiene unos efectos pol¨ªticos innegables. Aun as¨ª, el uso de la misma receta hasta la saciedad puede grabar en m¨¢rmol estereotipos contraproducentes. Esta retah¨ªla de pel¨ªculas confirma una inercia a relacionar lo l¨¦sbico con lo tr¨¢gico, una insistente preferencia por los periodos hist¨®ricos donde lo homoer¨®tico fue un tab¨² social may¨²sculo ¡ªpor encima de otros en los que fue aceptado con mayor tolerancia, del Renacimiento ingl¨¦s al Berl¨ªn de los a?os veinte¡ª y una alergia tenaz a explorar sus atributos en el mundo contempor¨¢neo y no solo en un tiempo remoto.
Pese a las diferencias, su dramaturgia es similar en casi todos los casos. Dos mujeres opuestas experimentan una conexi¨®n inesperada que no logran evitar por mucho que lo intenten, en una visi¨®n moderna y extempor¨¢nea del sentimiento amoroso que logra vencer obst¨¢culos tan fuertes como el determinismo social. Una de las dos siempre sufre una desdicha: Carol pierde la custodia de su hija; H¨¦lo?se, la protagonista de Retrato de una mujer en llamas, debe casarse con un desconocido tras el suicidio de su hermana; Charlotte, en Ammonite, tiene un aborto natural, y Abigail, en The World to Come, pierde a su hija por la difteria. El programa Saturday Night Live emiti¨® en abril un sketch que se volvi¨® viral, Lesbian Period Drama (drama l¨¦sbico de ¨¦poca), falso tr¨¢iler de una pel¨ªcula que se re¨ªa de todos esos tropos: ¡°largos paseos por acantilados¡±, ¡°12 frases de di¨¢logo en m¨¢s de dos horas de metraje¡±, ¡°una tensi¨®n insoportable que termina con una escena de sexo tan gr¨¢fica que dir¨¢s: ¡®De acuerdo, un hombre ha dirigido esto¡±.
La burla parece ir dirigida a Abdellatif Kechiche y La vida de Ad¨¨le, con aquel t¨®rrido plano secuencia que tantas cr¨ªticas levant¨® sobre la noci¨®n de male gaze, teorizada por la historiadora del cine Laura Mulvey. Pese a todo, estas pel¨ªculas de nueva generaci¨®n tambi¨¦n despiertan otra cuesti¨®n crucial en la cultura contempor¨¢nea: la de la legitimidad. ?Resulta la mirada de Mona Fastvold, la directora heterosexual de The World to Come, m¨¢s pertinente cuando hace pronunciar di¨¢logos t¨®picos a sus protagonistas? ?Lo es la de un director homosexual como Francis Lee, que en Ammonite se atreve a formular la met¨¢fora visual de una cris¨¢lida que se asfixia bajo un vaso? ?Lo son las de directoras lesbianas como Lisa Cholodenko (Los chicos est¨¢n bien) o Clea DuVall (La estaci¨®n de la felicidad) cuando proponen ficciones casi plat¨®nicas sobre la homosexualidad femenina? ?Lo ser¨¢ Paul Verhoeven en Benedetta, sobre una monja m¨ªstica y lesbiana en la Italia de la Contrarreforma, que presentar¨¢ en el Festival de Cannes? ?Lo fueron sus thrillers l¨¦sbicos noventeros, un subg¨¦nero denostado pero resucitado ahora por I Care a Lot o, seg¨²n ciertas lecturas, Una joven prometedora?
Sin atreverse a formular happy ends tramposos ¡ªel amor nunca ganaba en esos tiempos, como tampoco en el nuestro¡ª, The World to Come y Ammonite apuestan por desenlaces que recuerdan al de Retrato de una mujer en llamas. En ella, C¨¦line Sciamma insinuaba que el amor que describ¨ªa, imposible en t¨¦rminos de materialismo hist¨®rico, ten¨ªa secuelas en la subjetividad de sus protagonistas, capaces de usar sus imaginaciones para mantener vivo un v¨ªnculo socialmente inadmisible. Estas dos nuevas pel¨ªculas prolongan esa idea, ya sea haci¨¦ndola dormir en camas separadas o incluso tendiendo puentes con el otro barrio. Lo m¨¢s interesante podr¨ªa estar en esos finales.
¡®The World to Come¡¯. Mona Fastvold. Disponible en Movistar, Google Play y Apple TV.
¡®Ammonite¡¯. Francis Lee. Disponible en Movistar, Rakuten TV, Google Play y Apple TV.
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