Monogr¨¢fico (un poco) izquierdoso
Se echan en falta biograf¨ªas y memorias de representantes hist¨®ricos de partidos a la izquierda de la socialdemocracia, especialmente de mujeres relegadas en el organigrama de sus formaciones
1. Carencias
Hace 10 a?os escrib¨ª en este improbable Sill¨®n que una de las carencias m¨¢s notables en la ya entonces abundante bibliograf¨ªa sobre el tardofranquismo y la larga y violenta Transici¨®n era la ausencia de autobiograf¨ªas y memorias de los responsables de los partidos y movimientos de extrema izquierda. De los otros sabemos casi todo lo que han querido contarnos (bolas y autobombo incluidos): desde Gonz¨¢lez o Anguita hasta Aznar o Bono, pasando por toda una pl¨¦yade de exministros, altos funcionarios y dirigentes de partidos cuyos representantes s¨ª llegaron a sentar sus (s)electos traseros en el Parlamento, incluyendo desde fachas reciclados hasta comunistas. Lo que se echa a faltar es la voz (escrita) de quienes, a la izquierda, no llegaron a las Cortes porque carecieron de respaldo social. L¨ªderes (la inmensa mayor¨ªa eran varones) y alguna lideresa (con permiso de Pedro ?lvarez de Miranda), como la prematuramente fallecida Pina L¨®pez-Gay (PTE); pienso en lo que podr¨ªan contar sobre aquel tiempo gentes como Jos¨¦ Sanrom¨¢ (ORT: 77.500 votos en las generales de 1977), Blanco Chivite (PCE-ml: pidi¨® la abstenci¨®n), Eladio Garc¨ªa Castro (PTE: 120.000 votos en 1977, en coalici¨®n con otros partidos comunistas y Esquerra de Catalunya), Eugenio del R¨ªo (MC) o Jaime Pastor, uno de los dirigentes de la LCR (los trotskistas de la FUT lograron 41.000 votos). Por no referirme a las mujeres, relegadas en el organigrama de sus partidos y, a menudo, doblemente puteadas (por la polic¨ªa y por sus compa?eros): a muchas nos gustar¨ªa saber lo que piensan de su actividad pol¨ªtica de entonces gentes como Empar Pineda, Paloma Ur¨ªa, Justa Montero, Ana Pu¨¦rtolas o Rosa Olivares Txertudi, por solo citar algunos nombres de pol¨ªticas entonces activas. Diez a?os despu¨¦s contin¨²a la desmemoria: se dir¨ªa que un extra?o pudor sepulta los recuerdos, quiz¨¢s porque no es f¨¢cil conjurarlos sin enormes dosis de autocr¨ªtica. Algunos (y, menos, algunas) han escrito en estos a?os textos pol¨ªticos, feministas o circunstanciales, pero, al contrario que sus colegas mao¨ªstas, trotskistas o anarquistas franceses o alemanes, lo que han publicado no se parece a esas aut¨¦nticas memorias en las que lo personal y lo pol¨ªtico se imbrican para formar la imagen de aquellos hombres y mujeres que influyeron a veces decisivamente en la vida y la actividad de, al menos, una generaci¨®n de militantes o simpatizantes que crey¨® que la revoluci¨®n no tardar¨ªa en cambiar el mundo y nuestras vidas. En cuanto a la Transici¨®n y sus mitos beat¨ªficos (en la interesada leyenda solo interrumpidos por ETA y el Grapo como asesinas moscas cojoneras), les recomiendo Las otras v¨ªctimas (Prensas Universitarias de Zaragoza), de David Ballester, una importante investigaci¨®n acerca de la violencia policial (y sus 134 v¨ªctimas) entre 1975 y 1982.
2. Comunistas
Una de las pocas editoriales espa?olas en cuyo cat¨¢logo pueden encontrarse t¨ªtulos sobre la memoria de la izquierda a la izquierda de la socialdemocracia es Los Libros de la Catarata, el peque?o e inquieto sello fundado a principios de los noventa por Javier Sen¨¦n y Cuca Viamonte y que, en l¨ªneas generales, se ha orientado a la publicaci¨®n de textos sobre pensamiento cr¨ªtico y pol¨ªtica alternativa, ecologismo o feminismo. Entre los ¨²ltimos libros publicados (ya bajo la ¨²nica direcci¨®n de Sen¨¦n) destaco especialmente dos que tienen que ver con la izquierda alternativa. El Frente de Liberaci¨®n Popular. Historia de una rebeli¨®n (por Cristi¨¢n Cer¨®n Torreblanca y Francisco Lara S¨¢nchez) es un recorrido por la trayectoria del FELIPE, una organizaci¨®n decisiva en el desarrollo de la lucha antifranquista entre 1958 y 1969, en plena luna de miel del marxismo y catolicismo cr¨ªtico. La n¨®mina de dirigentes, intelectuales y militantes que en ¨¦l se formaron y que actuaron en los ¡°tres Felipes¡± ¡ªlas etapas que, seg¨²n el gur¨² fundador Julio Cer¨®n, marcaron la trayectoria del movimiento¡ª es enorme, de V¨¢zquez Montalb¨¢n o Narc¨ªs Serra a Jaime Pastor, de Alfonso Carlos Com¨ªn a Enrique Ruano (¡°suicidado¡± por la polic¨ªa en 1969), de Nicol¨¢s Sartorius o Joaqu¨ªn Leguina a Miquel Roca o Fernando S¨¢nchez Drag¨®. El Movimiento Comunista (MC), de Ernesto M. D¨ªaz Mac¨ªas, que ya hab¨ªa publicado algunos trabajos sobre la ¡°izquierda revolucionaria¡± (especialmente sobre el PTE), estudia la trayectoria de la organizaci¨®n a lo largo de sus casi 30 a?os de existencia, desde su nacimiento vinculado a las organizaciones revolucionarias de Euskadi hasta el fracaso de su alianza con la LCR en 1991.
En cuanto al PCE, que este a?o celebra su centenario, Akal ha publicado recientemente el segundo y ¨²ltimo tomo de Un siglo de comunismo en Espa?a, un volumen colectivo dirigido por Francisco Erice. Por ¨²ltimo, espero ansiosamente la publicaci¨®n (el 16 de mayo) por Pasado & Presente, la editorial de Gonzalo y Ferr¨¢n Pont¨®n, de El torbellino rojo, de Fernando Hern¨¢ndez S¨¢nchez, subtitulado Auge y ca¨ªda del Partido Comunista de Espa?a.
3. Otros mundos
Mientras recelo del precario arreglo logrado por las izquierdas a la izquierda del PSOE en Andaluc¨ªa, me consuelo huyendo de este mundo con la lectura del interesant¨ªsimo Otros mundos (Debate), de Thomas Halliday, en el que se recorre con erudici¨®n y amenidad la historia de la Tierra ¡ª?sus diferentes conformaciones f¨ªsicas, la transformaci¨®n de sus ecosistemas, su cambiante flora y fauna¡ª desde la era c¨¢mbrica (hace unos 635 millones de a?os) hasta la ¨¦poca posglacial del Holoceno, en la que est¨¢bamos hasta que, a cuenta de los desastres medioambientales en que seguimos empe?ados, hemos entrado en el llamado Antropoceno. Si todo sigue igual, pronto no habr¨¢ m¨¢s ¨¦pocas que valgan. ?Glup!
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